1. Las minas están ubicadas fuera del área de dominio azteca... Ésa sería una posible explicación, los aztecas no pudieron usar el hierro debido a que aparentemente no había yacimientos de hierro en su zona de influencia. En cambio los incas sí que tenían yacimientos cercanos, y al parecer en la región que ocuparon sí había yacimientos de hierro. No se sabe con seguridad cuándo y dónde apareció el bronce auténtico (aleación de cobre y estaño), pero todo parece indicar que se inició en los Andes centrales, en el valle del Lurín en torno al año 850 y que su uso se difundió con una extraordinaria rapidez, de modo que antes del año 1000 ya se había desarrollado su tecnología en toda la cordillera, desde Chile hasta Colombia. Desde allí, por vía marítima conectó con la costa occidental de México, donde abundan las minas metalíferas.

2. Los amerindios (muiscas y mixtecos), los expertos en metales, no eran tan abundantes en población como el resto de las culturas. La llamada Zona Intermedia también tiene una antigua tradición en el trabajo de los metales, casi tan antigua como la de los Andes. De hecho, allí se ubican los mayores expertos en aleaciones metálicas de la América precolombina: los muiscas. Estos amerindios mezclaban plata, oro y cobre en diversas proporciones, pero la aleación más exitosa fue llamada «Tumbaga» (de cobre y oro, que añadía resistencia a las joyas, sin perder su apariencia aurea: los muiscas, habitantes de Colombia y Ecuador son también los inventores del moldeo a la cera perdida, en el primer siglo de nuestra era. De entre todas las culturas precolombinas de la Baja Mesoamérica, destacan los mixtecos, cuyo origen es tan antiguo que se sospecha que ya existían en el período preclásico mesoamericano. Los mixtecos, además de conocedores de las técnicas antes citadas, fueron inventores de otras como la soldadura, la filigrana, el damasquinado, el chapado en oro..., en fin que su orfebrería era equiparable a la de Europa. Los mixtecos también eran expertos en la fundición de cobre y conocían el bronce. Numerosos códices ilustran las técnicas de fundición y reducción de estos metales.

3. En Europa, estabas obligado a superarte tecnológicamente (militarmente hablando), so pena de desaparecer…En América, difícilmente correrías ese riesgo. Así que, si no había tanto peligro, ¿para qué mejorar tu tecnología militar? Y como resultado, tus avances en metalurgia se destinarían mejor a la orfebrería (joyas). Los pueblos precolombinos se dedicaron únicamente a la elaboración de objetos de culto y suntuarios de plata y, sobre todo, oro. Incluso las mazas de guerra, que se fabricaban tanto en piedra como en bronce eran, a menudo, de prestigio. Los cuchillos también solían ser ceremoniales, la tecnología de estas joyas sólo estaba al alcance de las élites. La metalurgia no alcanzó la importancia económica y social de Europa y aunque se fabricaron hachas, azadas, mazas, lanzas y otros objetos de bronce, eran más bien raros y no mejoraron sensiblemente la productividad de la mayoría de la sociedad ni la efectividad bélica de sus ejércitos. Quienes mejor manejaban el bronce, eran los pueblos de Sudamérica