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“Jesús viendo su Madre y a su lado al discípulo amado, dice a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después le dice al discípulo ahí, ahí tienes a tu Madre.” (Juan 19, 26-27)
Si se acaba el vino en tu vida hoy, ahí tienes a tu Madre.
Si solo hay tinajas pero no hay amor, ahí tienes a tu Madre.
Si estás buscando acercarte a Dios, ahí tienes a tu Madre, ahí tienes a tu Madre.
Ahí tienes a tu Madre. “Hijos míos: Deseo que hagáis una verdadera corona de rosarios. El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo; es también el refugio de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en mi corazón”
Si no sabes cómo hacer una oración, ahí tienes a tu Madre.
Si la cruz te pesa para caminar, ahí tienes a tu Madre.
Si no hay pentecostés en tu corazón, ahí tienes a tu Madre, ahí tienes a tu Madre.
Ahí tienes a tu Madre. “Responded a mi pedido: Rezad el Santo Rosario. ¡Sea esta una amorosa respuesta a la madre!”
Si estas viviendo fuerte la hora del dolor, ahí tienes a tu Madre.
Si estas padeciendo alguna enfermedad, ahí tienes a tu Madre.
Si te encuentras sumido en desesperación, ahí tienes a tu madre, ahí tienes a tu Madre
“¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre?” Palabras de la Santísima Virgen de Guadalupe al Beato Juan Diego en el Tepeyac, Diciembre de Intérprete y compositora: Hermana Glenda