Mundos en la literatura Género Narrativo

Mundos en la literatura. Una de las características de la literatura que más nos sorprende es su capacidad de hacernos olvidar nuestro mundo por un momento, y entrar en otro ámbito completamente diferente. En estos universos o mundos viven personajes que desconocemos y que a veces habitan épocas distintas a la nuestra o incluso ambientes en los que suceden cosas que nos desconcertarían en nuestra realidad. De esta manera, la literatura utiliza el lenguaje para construir diversos mundos regidos por lógicas similares y/o distintas a las de nuestro diario vivir. Es posible, entonces, tipificar los mundos que la literatura representa según diversos criterios. Aquí escogeremos dos:

Diversos criterios Mundo onírico Mundo Fantástico. Según el tipo de realidad que representan  Según el efecto perseguido Mundo cotidiano. Mundo realista. Mundo onírico Mundo Fantástico. Mundo mítico Mundo Maravilloso.

I.- Tipos de mundo ficticios según el tipo de realidad que representan. Mundo cotidiano: A este tipo de mundo corresponden todas aquellas obras que representan un mundo semejante a la realidad existente, es decir, se parece al día a día de las personas reales con sus acciones rutinarias, preocupaciones y problemas. Es importante entender que no solamente existe la vida cotidiana que habitamos actualmente. Existen obras que nos muestran mundos cotidianos del pasado y, por lo tanto, nos dicen algo de lo que sucedía en la época en que se ambientan.

Características del mundo cotidiano 1 Características del mundo cotidiano 1.- Reproduce la realidad tal como es. 2.- Es más objetivo y semejante al mundo real. 3.- Presenta situaciones comunes y corrientes de la vida familiar y social del diario vivir. 4.- Sus personajes corresponden a personas reales. 5.- El lenguaje es, muchas veces, inculto informal

Mundo Cotidiano Algunos ejemplos de obras narrativas que representan este mundo cotidiano son: “Sub Terra” de Baldomero Lillo, “El último grumete de la Baquedano” de Francisco Coloane, “Chañarcillo” de Antonio Acevedo Hernández, “Lanchas en la bahía” de Manuel Rojas. Este tipo de mundo tiene un efecto realista en el lector que le permite acercarse al conocimiento de las costumbres y tipos humanos de una determinada época, captando vivencialmente su modo de ver y entender el mundo.

I.- Tipos de mundo ficticios según el tipo de realidad que representan. Mundo onírico: A este tipo de mundo corresponden todas aquellas obras que revelan el mundo subconsciente de los sueños. Son relatos en que se “rompe la lógica del mundo real” para dar paso a una lógica propia del mundo de los sueños, donde los hechos o acciones más descabellados o extraños se pueden llevar a cabo o pueden ocurrir.

Los relatos de carácter onírico surgen como una nueva forma de ver y representar la realidad. Frente a los relatos que explotan la cotidianeidad y el realismo, emerge una concepción que se vuelca al interior del hombre, al hombre con sus problemas existenciales, la soledad, la angustia, la incomunicación para desde allí tratar de entender mejor la verdad de su existencia, la realidad y la irrealidad. Esta nueva visión abandona el universo ordenado según la ley de causa y efecto, para tonarse en un universo confuso, inestable, contradictorio, cambiante, inesperado, gobernado por la interioridad. Esta interioridad de la cual proceden el sueño, los instintos e intuiciones.

Mundo Onírico Características del mundo onírico: 1.- Se representa literariamente el contenido de los sueños alojados en el subconsciente. Las percepciones de sueños, ensueños y pesadillas son incorporadas al mundo narrativo, provocando en el lector interpretaciones ambiguas y confusas. 2.- Lo irreal y lo absurdo se vuelven creíbles, de manera similar a como ocurre con los sueños. 3.- Presenta la interioridad de un personaje, sus sueños, instintos, intuiciones. 4.- Sus historias se plantean a partir de estados febriles, de locura del narrador o de hechos inexplicables. 5.- Los personajes no saben si están en un sueño o en su realidad.

Mundo Onírico. Algunos ejemplos de obras narrativas que representan este mundo onírico son: “La última niebla” de María Luisa Bombal, “La noche boca arriba” y “Continuidad de los parques” de Julio Cortázar. Es importante señalar que a este tipo de mundo no sólo corresponden las obras relacionadas con el tema del sueño. Se habla de “onírico” porque esta clasificación engloba a todas las obras cuyas historias quiebran en algún momento con la lógica en la que vivimos diariamente, para dar paso a una lógica similar a la que aparece en los sueños, donde los hechos más increíbles y hasta absurdos son posibles.

I.- Tipos de mundo ficticios según el tipo de realidad que representan. Mundo mítico: Los mitos son relatos orales de carácter anónimo, creados en los tiempos originales de los pueblos, de las distintas civilizaciones antiguas, para explicar de manera sobrenatural la aparición y la existencia de todo aquello para lo cual no existía un fundamento racional: la creación del universo, del mundo entero y de toda la naturaleza. Entre las características más destacables del mito está su carácter sagrado, ya que las explicaciones sobrenaturales eran atribuidas a seres divinos en quienes creían dichos pueblos. El mundo mítico nos entrega una realidad distinta a la nuestra. A este tipo de mundo corresponden todas aquellas obras que presentan relatos de los cuales se deduce el origen de la creación del mundo, de la raza humana o de los fenómenos de la naturaleza a partir de la intervención de fuerzas sobrenaturales o divinas, es decir, dioses.

Mundo Mítico Características del mundo mítico: 1.- Los temas más frecuentes son el origen de la creación del mundo y de los hombres, producto de la intervención de las divinidades creadoras. 2.- Narra hechos sucedidos en un tiempo originario (illo tempore). 3.- Su tono es solemne y sagrado. 4.- Presencia de seres más grandes y potentes que los normales: héroes, semidioses y dioses. 5.- Se nos narran las hazañas de los héroes, las cuales aparecen determinadas por la presencia e influencia de los dioses.