“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”

En esta lección, tomamos consciencia de la persistencia de Dios en llamar a su pueblo a la justicia. La lección abre nuestros ojos a las reformas sociales y espirituales propugnadas por varios profetas.

EL RECLAMO RECURRENTE DE JUSTICIA “Dijo, pues: Así hará el rey que reine sobre vosotros: tomará vuestros hijos y los destinará a sus carros y a su gente de a caballo, para que corran delante de su carro…” (1 Samuel 8:11). ¿Cuál fue la advertencia de Samuel al pueblo en respuesta a su pedido de un rey? Después de las idas y venidas por los caminos del pecado y del libertinaje, o de retornar a Dios en llantos y clamores, bajo el gobierno directo de Dios, a través de los profetas y jueces, unas pocas generaciones después de los milagros recibidos bajo el liderazgo de Moisés y Josué, pidieron al sacerdote, profeta y juez Samuel que les concediese un rey, "como tienen todas las naciones" (1 Samuel 8:5). Samuel les dijo que un rey los cargaría con una multitud de gastos y compromisos, desde impuestos para el mantenimiento de la familia real hasta la entrega de miembros de la familia para satisfacer las necesidades y los requisitos del rey y del reino. Como resultado, su capacidad de cuidar a sus propias familias y cumplir sus compromisos de cumplir el mandato divino de apoyar el templo, la adoración y el bienestar social entre sus comunidades se verían reducidas. Es decir, contrariamente a la voluntad de Dios, de que influyesen los pueblos y las naciones a someterse al gobierno y la dirección de Dios, prefirieron copiar sus ejemplos de ser gobernados por otros seres humanos, sujetos al despotismo y egos dominantes que oprimirían a la población. . PIENSA: ¿De qué manera a veces tratamos de ser como “todas las naciones” en aspectos que podrían ser perjudiciales para nosotros y para los demás?

AMÓS ¿Contra qué pecados nos advierte el profeta Amós? “Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en los tribunales hacéis perder su causa a los pobres” (Amós 5:12). ¿Contra qué pecados nos advierte el profeta Amós? El profeta anuncia el castigo que se impondrá a Judá y su capital, Jerusalén (Amós 2:4-5) e Israel y su capital, Samaria (Amós 3:9-11). Judá porque rechazó la ley de Dios y vivió con sus propias mentiras e Israel porque oprimió a sus ciudadanos, actuando de manera corrupta e incorrecta. El Señor aborrece la opresión y la corrupción, porque estas acciones provocan el aplastamiento de los necesitados y fomentan un espíritu de libertinaje y orgía entre los que son abusivos, sacando fuerzas de la fe de los humildes y haciendo que blasfemen el Santo Nombre de Dios por la pobreza, necesidades y sufrimientos (Amos 4:1-2). Pero el mensaje a Israel apela al pueblo de Dios para que renueve su sentido de la justicia y cuidado por los pobres (Amós 5:24). Porque Dios desea que su pueblo sea restaurado, y que sus acciones correspondan a la voluntad de Dios para todos (Amós 9:11-15). PIENSA: ¿Hay ocasiones en que debemos estar preparados para hablar con dureza para corregir el error? ¿Cómo discernir cuándo es apropiado ese lenguaje?

MIQUEAS “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios”(Miqueas 6:8). ¿Cuál es el mensaje de Miqueas al pueblo sobre sus corrompidas acciones? Aunque estas palabras son bien conocidas, el contexto consiste en señalar las falsedades en el culto, con millares de sacrificios de animales, pero con casas llenas de riquezas de la impiedad, como resultado de la opresión y el robo de la corrupción y la injusticia contra los pobres y humildes. Dios condena las prácticas tiránicas y la explotación de los humildes, que no pueden defender a sus familias, y el mensaje divino es que traerá destrucción, y creerán a los profetas mentirosos (Miqueas 2:8-11). El soborno pervierte el derecho al corromper el juicio, y Dios interfiere. Los príncipes y los líderes del pueblo de Dios son señalados como constructores en sangre e iniquidades. Incluso el sacerdocio enseñaba la verdad mediante el pago, y los profetas intercambiaban sus visiones por dinero y, burlonamente, afirmaban tener al SEÑOR como su seguridad. El mal, la falta de amor y el desprecio por la justicia inmaculada son delitos que Dios condenó en aquella generación y hoy también los condena (Miqueas 3:8-12). PIENSA: ¿Cuál es la conexión entre hacer justicia, amar misericordia, y humillarnos ante Dios?

EZEQUIEL «Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: “Así ha dicho Jehová, el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores no apacientan a los rebaños? (Ezequiel 34:2) ¿Cuál es el mensaje de Ezequiel dirigido a los líderes de su pueblo? En el nombre del SEÑOR, señala a los líderes del pueblo, llamados pastores, como injustos, opresores, que se cuidan, se enriquecen y se satisfacen con los pobres y necesitados, no cuidan de ellos como el verdadero pastor cuida de sus ovejas (Ezequiel 34:2-4). Los líderes no realizaron sus tareas satisfactoriamente, al descuidar el celo por las necesidades del Pueblo de Dios se les oponen y exigen de ellos el resultado esperado como responsables de dirigir al pueblo y satisfacer sus necesidades, pasando el SEÑOR a cuidar directamente de su pueblo e recuperando. la condición de rebaño orgulloso de ser un pueblo del SEÑOR, llevándolos de regreso a la tierra prometida (Ezequiel 34:7-16). Dios advirtió a los cautivos y dispersos entre las naciones que volverían a Israel y al estilo de vida dirigido por Moisés, y advirtió que las viudas, los huérfanos, los enfermos y los esclavos no deberían carecer de alimentos, sino que también satisficiesen sus necesidades para también ofrecer sacrificios. De alabanza y adoración al Pastor de toda alma. PIENSA: ¿Cuán importante es para ti que nuestro Dios sea un Dios que ofrece segundas oportunidades incluso a su pueblo que se equivocó después de haber tenido la oportunidad de tomar mejores decisiones?

ISAÍAS “El derecho se retiró y la justicia se puso a distancia, porque la verdad tropezó en la plaza y la equidad no pudo llegar.” (Isaías 59:14). ¿Cuál es el mensaje de Dios para con su pueblo obstinado en el pecado? Dios no se complace con las ofrendas y los sacrificios que provienen de manos inicuas e injustas. Él claramente afirma a través de Isaías que no mira las oraciones de aquellos que no hacen justicia ayudando a los oprimidos, cuidando a los huérfanos e interesándose en la causa de la viuda. Tiene una fuerte acusación contra los príncipes que se mancomunan con ladrones, aceptando sobornos y recompensas ilegales e injustas (Isaías 1:15-23). La advertencia es fuerte contra los príncipes y los líderes por oprimir a los pobres y al pueblo en general. (Isaías 3:13-15). Donde Dios esperaba encontrar amor, cuidado y compasión, encontró opresión y llanto contra la injusticia, y condena la acumulación del patrimonio a través de la injusticia (Isaías 5:7-8). Pero Dios tiene el propósito de enviar un Redentor a Su pueblo (Isaías 59:20). Y que su pueblo disfrute de la paz, la justicia y el cuidado de Dios para siempre (Isaías 9:6-7). Este Redentor y Príncipe establecerá un reino de sabiduría y entendimiento, consejo y fortaleza, conocimiento y temor de JEHOVÁ, justicia a los pobres y fidelidad a sus siervos (Isaías 11:1-5). PIENSA: Si hay amor por el prójimo y por Dios, los necesitados y desamparados, los pobres y afligidos, los enfermos y los cautivos, los huérfanos y las viudas, todos serán recibidos con justicia y cuidado.

La reprensión de los profetas tenía la intención de llamar la atención de la gente sobre su alejamiento de lo que Dios quería y de invitarlos a que se arrepintieran, para que pudieran ver sus promesas de restauración divina cumplidas en sus vidas y en su comunidad: “Buscadme y viviréis“ (Amós 5:4-6); “Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana“ (Isaías 1:18). Al tratar con la solidaridad en los profetas, Elías Brasil lo resume: "La verdadera espiritualidad se revela en la forma en que tratamos a los demás" (The Gospel in Working Clothes, p. 23). Por lo tanto, el mensaje dado a su pueblo hace milenios, Dios también lo dirige a nosotros hoy: "¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? [...] Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia”(Isaías 58:6, 8).