Sólo al Señor adorarás.
No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que viene de Dios.
No tentarás al Señor tu Dios.
También nosotros somos tentados También nosotros somos tentados. Y frecuentemente la tentación nos viene enmascarada de bondad.
A veces queremos imponernos con violencia.
A veces la enfermedad prueba nuestra paciencia.
A veces la ambición, el orgullo, la vanidad, vicia nuestro trabajo.
El engaño, el error, a veces, destruye el conocimiento.
La muerte de un ser querido pone a prueba nuestro sentido de la vida y nuestra confianza en el Dios que nos ama.
El poder de la técnica nos encierra en unos intereses puramente temporales carentes de trascendencia.
A veces exageramos nuestro propio aprecio y función en la vida.
A veces nos creemos los dueños de la verdad.
Que Dios nos libre del mal ejemplo.
Que no cambiemos a Dios por un mundo esotérico.
Que no nos creamos superhombres.
Que venzamos nuestros temores y confusiones.
No nos encerremos en un castillo de falsedades.
Busquemos una vida sencilla. Pero en la verdad.
Que la mirada en Dios nos de seguridad y alegría.
Que la luz de la esperanza nos ayude a vencer las tentaciones.