LIMPIEZA ESPIRITUAL Y CORPORAL. No 4

Apoc.1.7. “He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén”. El tema del Apocalipsis es la segunda venida de Cristo. Esta es la meta hacia la cual se mueve todo lo demás. Es significativo que Juan use el tiempo presente, “que viene”, con lo cual destaca la certeza del acontecimiento, su inminencia. Ap.1:1 dice: “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”

DIOS EN SU INFINITO AMOR, PARA LIMPIARNOS ESPIRITUAL Y CORPORALMENTE DA 4 PASOS Cristo pronto vendrá por ti Y llegado el tiempo en el cronograma de Dios, los que se hayan prestado para alcanzar esta limpieza espiritual y corporal, serán trasladados por Cristo en su segunda venida, al reino de los cielos.

De Ap.1:7, podemos extraer, al menos tres puntos importantes: 1). “He aquí que viene Con las nubes”. Mat.24:30, dice: “Viene sobre las nubes”. Las nubes son el carro de Dios, que Él utiliza para transportarse del cielo a la tierra y para transportar a todo su pueblo, de la tierra al cielo, en su 2V. 2). “Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor”. (1 Tes.4:16,17). Los santos de Dios de todos los siglos, los que permitieron que Dios los limpiara, ESPIRITUAL Y CORPORALMENTE, a semejanza de Cristo, “resucitarán primero”, y luego los santos que hayan “quedado”, y que también permitieron esa limpieza en su vida, serán trasformados, en un abrir y cerrar de ojos, y subirán al carro de Dios, para contemplar lo que viene.

QUE GLORIOSO SERÁ ESE DÍA He aquí este es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová á quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salud. ... (Isaías 25:9).

3). Todos los santos de Dios contemplarán desde el carro de Dios, la resurrección de los que le Traspasaron, para ver su reacción y escuchar su lamento por lo que le hicieron al Señor Dios que había venido a salvarlos. Entre los que le traspasaron estará el sumo sacerdote, que debería haber orientado al pueblo en cuanto a la venida de Cristo, y en lugar de hacerlo, cuando le preguntó: “¿Eres tú el Cristo, el Hijo del Bendito? Lo acusó de blasfemia, por decir “YO SOY”, y lo declaro “digno de muerte”. Allí estarán los que le “escupieron el rostro”, los que le dieron “bofetadas en el rostro, y decían, Profetiza”. (Mar.14:60-65). Allí estarán los sacerdotes y el pueblo que gritaba “crucifícalo, crucifícalo”, Allí estará Pilato quien entregó a cristo para que fuese crucificado. (Mar.15:11-15). Allí estarán los soldados que le colocaron el vestido de “púrpura, y le colocaron la corona de espinas, y se burlaban de Él, los que le golpeaban la cabeza con una caña, se postraban para saludarlo, y le decían: ¡Salve, Rey de los judíos”. (Versos 16-20).

Allí estarán también los que lo crucificaron, los soldados que lo desvistieron y se repartieron sus vestidos, los que le dieron a beber vino mezclado con mirra, los que se burlaron colocándole en la cruz un letrero que decía: “Rey de los judíos”. Los que tomaron la decisión de crucificar, para rebajar aún más al Salvador del mundo, “dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda”. (Mar.15:22-28). Allí estarán los que “pasaban lo insultaban, meneando su cabeza, diciendo: “¡Eh! Tu que derribas el templo de Dios y lo edificas en tres días. Sálvate a ti mismo. Desciende de la cruz”. Estará el ladrón quien fue crucificado a su lado, quien a pesar de que estaba tan cerca de Cristo, estaba lejos, este con los sacerdotes y el pueblo decían: “ El Cristo, el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, para que veamos y creamos”. (Versos 29-32).

También resucitarán los más acérrimos enemigos del pueblo de Dios, a través de los siglos, recordarán las palabras de amonestación que recibieron de parte de los mensajeros de Dios. Todos estos resucitarán para reconocer tardíamente el mensaje de amor que Dios Padre les envió a través de Su Hijo amado, para tratar de LIMPIARLOS ESPIRITUAL Y CORPORALMENTE. Pero a pesar de su gran sacrificio, lo despreciaron. Ellos mismos reconocerán que son dignos de muerte. “Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie”? (Ap.6:15-17).

Dan.12:2. Escrito 536 años a. C. Dice: “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. “La Lamentación”, a la que se refiere el texto sagrado, Refleja el remordimiento que se apoderará de los impíos. “y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él”, o sea, todos aquellos que durante 6000 años desoyeron la invitación de Dios a ser LIMPIADOS ESPIRITUAL Y CORPORALMENTE, por cuanto dejaron pasar su tiempo de gracia, se “lamentarán”, por no haber aceptado el mensaje que misericordiosamente Dios les enviaba.

La gran pregunta para nosotros hoy, que todavía estamos a tiempo de prepararnos es: ¿SI CRISTO VINIERA HOY, ESTAMOS PREPARADOS PARA ENCONTRARNOS CON NUESTRO SALVADOR? El consejo de Dios es: “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado; 14 como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; 15 sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; 16 porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. (1Ped.1:13-16). Solo así nuestra LIMPIEZA ESPIRITUAL Y CORPORAL, se habrá realizado, en Cristo Jesús. Que así sea. Amen.

A ese maravilloso evento se refería Enoc, cuando dijo: “EL SEÑOR VIENE CON SUS SANTOS MILLARES” Por ello caminaba con Dios cada segundo de su vida