APARECIDA ES MISIÓN KERIGMÁTICA DA 262 Muy Queridos(as) religiosos(as): Arquidiócesis de Sta. Fe de Antioquia El kerigma debe ser el núcleo educativo,y dinámico de la misión permanente que propone aparecida, y en total consonancia con la vida y acción de Jesucristo. Confiada a la Iglesia en las personas de los apóstoles, y en ellos a todos los bautizados. Con motivo, no sólo de la misión, si no de la actual dinámica de nuestro plan de pastoral, segunda etapa, y segunda fase, debemos profundizar y asumir esta dinámica en todo nuestro ser y quehacer (DA 226A - 279).

TRES MOMENTOS KERIGMÁTICOS EN LA MISIÓN «La presencia cotidiana y esperanzada de incontables peregrinos nos ha recordado a los primeros seguidores de Jesucristo que fueron al Jordán, donde Juan bautizaba, con la esperanza de encontrar al Mesías» (cf. Mc 1, 5). Quienes se sintieron atraídos por la sabiduría de sus palabras, por la bondad de su trato y por el poder de sus milagros, por el asombro inusitado que despertaba su persona, acogieron el don de la fe y llegaron a ser discípulos de Jesús.

Al salir de las tinieblas y de las sombras de muerte (cf Al salir de las tinieblas y de las sombras de muerte (cf. Lc 1, 79) su vida adquirió una plenitud extraordinaria: la de haber sido enriquecida con el don del Padre. Vivieron la historia de su pueblo y de su tiempo y pasaron por los caminos del Imperio Romano, sin olvidar nunca el encuentro más importante y decisivo de su vida que los había llenado de luz, de fuerza y de esperanza: el encuentro con Jesús, su roca, su paz, su vida (DA. 21). De esta manera, un proceso kerigmático desde la doctrina de la Iglesia y la lógica educativa en la fe podemos asumir y avanzar según la siguiente propuesta:

Dinámica de la experiencia de fe en Jesucristo Aparecida 18 Es nuestro gozo Seguirlo es una gracia Un encargo transmitir este tesoro a los demás Aceptación del llamado ANUNCIO-CONVERSIÓN aceptación del Espíritu BAUTISMO-MISIÓN Vivencia del discípulo misionero del bautismo TESTIMONIO DE VIDA Y COMPROMISO PASTORAL EN LA IGLESIA

KERIGMA O PRIMER ANUNCIO Siempre debe ser el motor dinamizador de toda acción apostólica y pastoral Es un anuncio que toca y transforma a la persona, haciendo una nueva creación: Renueva la conciencia a la luz del Espíritu Santo, a fin de tener una óptica distinta, para ver y juzgar, mueve y convierte al corazón, para tener una nueva manera de amar y por último en una perfecta armonía espiritual lleva la voluntad a obrar según Cristo, porque es Él quien pasa a ser Él en aquella persona que ha sido transfigurada por Él (DA 136-142).

SENTIDO DEL KERIGMA 1. COMO PROCLAMACIÓN: Ser testimonio, en nombre de la Iglesia, de forma adecuada (DA 143 - 145). 2. COMO PRIMER ANUNCIO: Es el proceso de la evangelización en relación con las etapas catequética o catecumenal y la pastoral o mystagógica (DA 289 - 294). 3. COMO CONTENIDO: Núcleo fundamental de la evangelización y la formación cristiana (DA 279 - 280).

FIN DEL ANUNCIO O DEL KERIGMA . Es conducir al creyente a “tomar conciencia de ese amor vivificador del Padre que se nos ofrece en Cristo muerto y resucitado (DA 1, 360, Mensaje final Nro. 2).

Aspectos fundamentales en el kerigma El encuentro con Jesucristo. Se le busca, pero es él quien llama: “Sígueme” (Mt. 9,9) La conversión. El discipulado. La comunión. La misión.

EL KERIGMA QUE VIVE JESÚS Es su experiencia religiosa, Él mismo la realiza y la comparte con los suyos. La enseña con obras y palabras, esas obras son su mismo modo de actuar, milagros que manifiestan esa actitud de amor y misericordia. Jesús habla del amor de un Padre que no hace discriminaciones de raza, de religión, de sexo o nación. (DA 129).

Kerigma que Jesús proclama a sus discípulos. Lo proclama a través de dos conceptos: el amor y el reino. EL AMOR. Su enseñanza sobre el amor es una proyección de la experiencia que Jesús mismo vivió durante su vida. “… en esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él”.(1S.Jn. 4, 7 -11). EL REINO: acontecimiento que está sucediendo y que se está dando en él, como cumplimiento de las Escrituras, pero ya de una forma espiritual, su reinado y su victoria son sobre el pecado. Explica el reino, pero a la vez lo demuestra con diversos signos. (DA 131 – 292, Mensaje Final)

El kerigma y las primeras comunidades Quienes se sintieron atraídos por la sabiduría de sus palabras, por la bondad de su trato y por el poder de sus milagros, por el asombro inusitado que despertaba su persona, acogieron el don de la fe y llegaron a ser discípulos de Jesús. Al salir de las tinieblas y de las sombras de muerte (cf. Lc 1, 79) su vida adquirió una plenitud extraordinaria: la de haber sido enriquecida con el don del Padre. Vivieron la historia de su pueblo y de su tiempo y pasaron por los caminos del Imperio Romano, sin olvidar nunca el encuentro más importante y decisivo de su vida que los había llenado de luz, de fuerza y de esperanza: el encuentro con Jesús, su roca, su paz, su vida.

Llamados al seguimiento de Jesús “Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él” (Jn 1,39) La primera invitación que Jesús hace a toda persona que ha vivido el encuentro con Él, es la de ser su discípulo, para poner sus pasos en sus huellas y formar parte de su comunidad. ¡Nuestra mayor alegría es ser discípulos suyos! Él nos llama a cada uno por nuestro nombre, conociendo a fondo nuestra historia (cf. Jn 10,3), para convivir con Él y enviarnos a continuar su misión (cf. Mc 3,14-15).

Llamados al seguimiento de Jesús “Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él” (Jn 1,39) Identificados con el Maestro, nuestra vida se mueve al impulso del amor y en el servicio a los demás. Este amor implica una continua opción y discernimiento para seguir el camino de las Bienaventuranzas (cf. Mt 5,3-12; Lc 6,20-26). No temamos la cruz que supone la fidelidad al seguimiento de Jesucristo, pues ella está iluminada por la luz de la Resurrección. De esta manera, como discípulos, abrimos caminos de vida y esperanza para nuestros pueblos sufrientes por el pecado y todo tipo de injusticias.

Llamados al seguimiento de Jesús “Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él” (Jn 1,39) El llamado a ser discípulos-misioneros nos exige una decisión clara por Jesús y su Evangelio, coherencia entre la fe y la vida, encarnación de los valores del Reino, inserción en la comunidad y ser signo de contradicción y novedad en un mundo que promueve el consumismo y desfigura los valores que dignifican al ser humano. En un mundo que se cierra al Dios del amor, ¡somos una comunidad de amor, no del mundo sino en el mundo y para el mundo! (cf. Jn 15,19; 17,14- 16).

COMO PRIMER ANUNCIO: COMO CONTENIDO Es el proceso de la evangelización en relación con las etapas catequética o catecumenal y la pastoral o mystagógica. COMO CONTENIDO Núcleo fundamental de la evangelización y la formación cristiana. El anuncio del kerigma tiene un fin. es conducir al creyente a “tomar conciencia de ese amor vivificador de Dios que se nos ofrece en Cristo muerto y resucitado.

Kerigma que vive Jesús. Es su experiencia religiosa, Él mismo la realiza y la comparte con los suyos. La enseña con obras y palabras, esas obras son su mismo modo de actuar, milagros que manifiestan esa actitud de amor y misericordia. Jesús habla del amor de un Padre que no hace discriminaciones de raza, de religión, de sexo o nación.