Festividad de la Ascensión del Señor - Ciclo A “Galileos, ¿qué hacéis ahí mirando al cielo?” ( Hech, 1,22)
“Estamos llamados a mirar hacia la realidad divina, a la que el hombre está orientado desde la creación. En ella se encierra el sentido definitivo de nuestra vida”. (Papa Benedicto XVI)
Mirar al cielo podía ser para los discípulos de Jesús caer en la tentación de la nostalgia y olvidar el mandato del Maestro de dirigirse a todo el mundo.
Mirar al cielo es hoy una señal de nuestra confianza en Dios y un gesto profético que anuncia la presencia de Dios en un mundo que pretende vivir “como si Dios no existiese”.
La fiesta de la Ascensión nos ayuda a descubrir y gustar la gloria de ser continuadores de la misma misión de Jesús.
no podía despedirnos con un pensamiento más alentador. “ Sabed queYo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo”. El Señor no podía despedirnos con un pensamiento más alentador.
Jesús está con nosotros. Al principio del Evangelio, Él había sido anunciado como el “Emmanuel”, es decir, el Dios con nosotros. Al final, el Señor ha encontrado el modo de hacer verdadero aquel anuncio con el que se unían el cielo y la tierra.
Jesús está con nosotros en las palabras que nos ha dejado, en la celebración litúrgica, en el misterio de la Eucaristía y en todos los hermanos que padecen hambre y sed, olvido y orfandad, desnudez y desprecio.
Jesús está con nosotros, incluso cuando algunos de nosotros decidimos apartarnos de Él. Olvidar al Señor es siempre una desgracia incalculable. Pero sería una tremenda tragedia que Él se hubiera olvidado de nosotros.
Señor Jesús, glorificado por el Padre celestial, te damos gracias por el misterio de tu vida y por el tesoro de tu mensaje. Haznos testigos de tu misión y pregoneros de tu evangelio. Amén.
José Román Flecha Andrés Texto: EL CÁNTARO, Ciclo A –Editorial Monte Carmelo 2016 Presentación: Antonia Castro Panero