Todo el mundo los adora. Será t al vez por ese afán de efímero exitismo que nos invade a los argentinos cuando algunos de nuestros deportistas avanzan en un mundial y se transforman repentinamente, en héroes por unos días…
Pero en este caso, hay algo más, que ojalá la gente alcance a captar, en esta epopeya de Los Pumas.
Ellos están transmitiéndonos algo que va más allá del deporte en sí o de la privilegiada situación por la que atraviesa el equipo por estos días.
Tal vez, si lo captamos, llegue a ser hasta un ejemplo a imitar por nuestra sociedad light, a imitar por nuestra sociedad light, paralizada por la cultura de la banalidad y el individualismo.
Tal vez estos hombres nos estén enseñando valores, esos que colectivamente, estamos dejando de lado.
Porque a través de sus actuaciones, han demostrado desde su amateurismo, que visten la camiseta argentina con orgullo y por eso cantan el himno a toda voz y con auténtica emoción.
Porque a pesar de ejercer la violencia y bravura necesaria en estas lides, Porque a pesar de ejercer la violencia y bravura necesaria en estas lides, nos muestran el juego limpio ; el respeto hacia el rival y la solidaridad hacia adentro y hacia afuera. y la solidaridad hacia adentro y hacia afuera.
Porque son capaces de seguir adelante, a pesar de estar heridos: no hay ni contratos millonarios en juego ni piernas aseguradas en millones… Lo importante es cumplir, desinteresadamente, con lo mejor de sí mismos, el compromiso que los moviliza y los alienta.
Porque a pesar de estar asombrando al mundo, nos han mostrado la humildad de estar trabajando con responsabilidad y pasión en algo superior a la mera feria de vanidades a la que nos tienen acostumbrados a la que nos tienen acostumbrados en otros ámbitos.
Ojalá que nuestra sociedad, más allá de esta moda Puma, aprehenda aunque sea algunos de estos valores, los incorpore a su conducta diaria y, lo más importante, si hay chicos cerca, les haga ver estos ejemplos, -con tan pocos que hay últimamente a nuestro alrededor- para enseñarles la buena vida.
Lamentablemente, hay quienes se quedan sólo con la apariencia violenta de este deporte, que les enseña desde pequeños a los jugadores, a compartir con los rivales un tercer tiempo de camaradería.
Tal vez por allí, comience todo esto que hoy nos sorprende…
Los Pumas entonando nuestro Himno Nacional
Texto y Presentación : Alicia Castellote 5 de octubre de de octubre de 2007