Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Misiones (DOMUND 2010) “Queremos ver a Jesús” (Jn 12, 21) Mensaje del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las Misiones

I. CELEBRACIÓN DEL DOMUND Octubre Reanudación de las actividades eclesiales después de la pausa estival Iglesia católica: Octubre Misionero El impulso misionero ha sido siempre un signo de vitalidad para nuestras Iglesias (cfr. RM, 2) Reconocimiento a los misioneros y misioneras: Testigos del Evangelio en los lugares más lejanos y difíciles Entregan su vida para hacer posible la venida del Reino de Dios Representan la vanguardia del anuncio del Evangelio Para ellos, la amistad, la cercanía y el apoyo de cada creyente Servicio prestado por las Obras Misionales Pontificias

II. RESPONSABLES Las Comunidades diocesanas y parroquiales, los Institutos de Vida Consagrada, los Movimientos Eclesiales y todo el Pueblo de Dios Todos los bautizados son protagonistas del empeño de la Iglesia por anunciar el Evangelio Cada fiel cristiano: - Es apremiado a anunciar el Evangelio - Ha recibido de Jesús el mandato misionero

III. FINALIDAD Ser anunciadores creíbles del Amor que nos salva Dar testimonio singular de unidad, de fraternidad y de solidaridad Cooperar con la formación de los sacerdotes, seminaristas y catequistas en las tierras de misión más lejanas Promover el anuncio del Evangelio en el corazón de cada persona, de cada pueblo, cultura, raza, nacionalidad, y en todas las latitudes Abriendo a todos los hombres los caminos del amor Hacer que el planeta sea la casa de todos los pueblos Instaurando la fraternidad universal (cfr. GS, 38) Colaborando con las jóvenes comunidades eclesiales Los jóvenes, destinatarios privilegiados del anuncio evangélico Dividida por la discordia y el pecado “Hacer ver” a Jesús —no solo “hablar” de Jesús— en una humanidad… Refugiada en la soledad e indiferencia Buscadora de Dios, quizás no siempre conscientemente

IV. RESPUESTA MISIONERA Vivir los itinerarios litúrgicos y catequéticos, caritativos y culturales Participar en la Mesa de la Palabra y de la Eucaristía Gustar el don de la presencia de Jesucristo Promover un nuevo humanismo, fundado en el Evangelio de Jesús Vivir conscientemente unidos a Él, Maestro y Señor Formarnos en su escuela

1. Desde la Palabra de Dios Petición de unos paganos a Felipe: «Queremos ver a Jesús» (Jn 12, 21) Al anunciar con convicción lo que han visto y oído (cfr. 1Jn 1, 3), los discípulos: Es la Verdad Llevan la Palabra de Cristo, que: Da sentido a sus vidas Dan razón de la esperanza (cfr. 1Pe 3, 15) Llevan a todos a la comunión con Dios

2. Desde la confesión de fe La oración Una fe adulta, fruto de una conversión personal, comunitaria y pastoral, y alimentada por: La meditación de la Palabra de Dios El estudio de las verdades de la fe Nace del encuentro con el Hijo de Dios, Jesucristo Alcanza a las personas La comunión eclesial Crea comunión con el Hijo y, consiguientemente, con el Padre y el Espíritu Santo (cfr. 1Jn 1, 3) Los creyentes viven «la alegría de la esperanza» (Rm 12, 12) en la realización del proyecto de Dios

3. Desde la celebración de la fe La Iglesia se convierte en “comunión” a partir de la Eucaristía, que: Edifica a la Iglesia como su cuerpo, uniéndonos al Dios uno y trino y entre nosotros (cfr. 1Cor 10, 16ss) Es fuente y culmen de la vida de la Iglesia Es origen de su misión: «Una Iglesia auténticamente eucarística es una Iglesia misionera» (SC, 84)

4. Desde el testimonio El encuentro con el Amor de Dios cambia la existencia, porque: El misionero es testigo singular de: Unidad Nos hace promotores de la novedad de vida Fraternidad Promueve las comunidades cristianas fundadas en el Evangelio Solidaridad Hace posible la realización del proyecto de Dios

V. COMPROMISO MISIONERO Imitar a María, que con su “sí” suscita una nueva maternidad apostólica y eclesial (cfr. Gal 4, 4. 19. 26) Anunciar el Evangelio Dar a las actividades pastorales un aliento misionero más amplio “ Hablar” de Jesús y, más aún, “hacer ver” a Jesús El Mensaje invita a Abrirse a la cooperación misionera entre las Iglesias Contemplar el proyecto de amor del Padre sobre la humanidad, para amarla como Él la ama Intensificar la oración por la actividad misionera Cooperar económicamente, a pesar de las dificultades Sostener a las Iglesias jóvenes