Método pastoral de conocimiento de la realidad Taller Lucía Guaida

El método de la Pastoral A la luz del Evangelio identificamos en la realidad: “...las opciones y compromisos que conviene asumir para realizar las transformaciones sociales, políticas y económicas que se consideren de urgente necesidad en cada caso” (S.S. Paulo VI, OA).

El método de la Pastoral Sus pasos: VER JUZGAR / ILUMINAR ACTUAR

El método de la Pastoral VER: Conocer la realidad, analizarla. JUZGAR / ILUMINAR: A la luz del Evangelio y de las ciencias sociales, en un proceso de análisis y de reflexión. ACTUAR: Discernir las opciones y llevarlas a cabo.

VER No ser indiferente ante los fenómenos de pobreza y exclusión a nuestro alrededor. Saber interpretar sus causas y consecuencias, los mecanismos que los generan. Ver desde el pobre, con su visión y necesidad.

Conocer, para saber cómo actuar … para transformar la realidad. Ayudarnos de metodologías científicas: sociales, humanas, económicas: hacer Diagnósticos objetivos. Hacer una Observación y reflexión permanente en las comunidades. Distinguir las respuestas que damos como personas, como Iglesia y como sociedad.

VER es ya Evangelizar … Participar aquí y ahora en la Misión de salvación de Cristo, en un determinado lugar, con una historia y características propias, conociendo su realidad de manera objetiva, global, analítica y pastoral, es decir, evangélica, con los ojos y el corazón de Jesús.

Algunas preguntas guía para Ver: ¿Qué pasa a nuestro alrededor? ¿A cuánta gente le pasa? ¿Cómo lo vivimos? ¿Cuál es el sufrimiento que esto causa día a día? ¿Desde cuándo sucede? ¿Qué dice la gente de esto? ¿Pasa sólo en nuestra ciudad, en nuestro país o en otros lugares también? ¿Cómo hacer una investigación seria para conocer los problemas y no quedarse con impresiones superficiales u opiniones comunes? ¿Han realizado ya un Diagnóstico de tu comunidad? Comenta los resultados.

Juzgar / Analizar / Iluminar Momento de reflexionar, profundizar en las causas y quiénes las producen. Comparar lo que pasa, con lo que desearíamos que suceda.

Proponer alternativas. Escuchar a los afectados por los problemas. Tomar postura ante esos problemas, confrontándolos con el proyecto de Dios y los valores y principios de la Iglesia, proponiendo alternativas. Proponer alternativas.

Algunas preguntas guía para Juzgar / Iluminar: ¿Cómo se define del problema actualmente? ¿Cómo era antes y cómo es ahora? ¿A quién perjudica y a quién beneficia esto? ¿Cuáles son sus causas según los especialistas sociales serios, confiables? ¿Cuál es la visión de la Iglesia al respecto? ¿Cómo lo manejan los medios de comunicación? ¿Cómo describen el problema los datos estadísticos? ¿Qué dice la ley ?

Actuar La reflexión sobre el problema nos involucra a todos, nos motiva a hacer algo. Definir acciones posibles y deseables, de acuerdo a nuestros principios y valores. Plantear proyectos concretos, fortalecer la organización del grupo para realizarlos, calificar su acción y hacerla eficaz.

Algunas preguntas guía para Actuar: ¿Qué podemos hacer? ¿Qué queremos hacer? ¿Cuándo y cómo lo haremos? ¿Con quién? ¿Qué medios necesitamos para hacerlo? ¿Cómo sabremos si conseguimos lo deseado? ¿Qué riesgos supone nuestra acción? ¿Qué limites tiene? ¿Que hacen en otros lugares del mundo?

Actuar para liberar (de miedos, egoísmos, indiferencia, soledad, limitaciones), para fortalecer al sujeto y para construir el bien común, la justicia y la paz. Llegar hasta donde sea necesario: la denuncia, la lucha por reivindicaciones, que mejoren a la sociedad. Todo este proceso se realiza en grupo.

¡¡¡Cuidado con los estereotipos!!! El seguidor de Cristo no es alguien pasivo, obediente, calladito … Que está en el templo para ayudar al Párroco, en labores sencillitas, secundarias… Que se comporta de manera infantil e ignorante… Que no se involucra en la vida del barrio, de su ciudad, para promoverlos. Que no celebra y comparte su ser cristiano

A ejemplo de su maestro, es audaz, decidido, seguro, organizado y creativo, participativo, misericordioso y solidario … Trabaja con inteligencia y corazón por la construcción del Reino de Dios.