Rev. Dr. Huberto Pimentel Entendamos lo que dice la Biblia sobre la homosexualidad y el matrimonio Una perspectiva pastoral Rev. Dr. Huberto Pimentel

Un texto bíblico relevante En I Corintios 6:9-10 el apóstol Pablo señala que las personas injustas no heredarán el reino de Dios. Entonces procede a enumerar cinco tipos de conducta injusta que excluyen a un creyente de alcanzar la plena salvación: 1. Fornicación (en griego,<pornós>) 2. Idolatría (en griego, <eidolatrés>) 3. Adulterio (en griego, <moixeía>) 4. La práctica de la homosexualidad pasiva (en griego, <malakós>) 5. La práctica de la homosexualidad activa (en griego, <arsenokoítes>)

Definiendo las palabras griegas La primera palabra utilizada en 1 Cor. 6:9 es malakós. Para algunos expertos la palabra malakós quiere decir <suave> o <delicado> y que se usaba para describir a los hombres afeminados. Se cree, pues, que el apóstol Pablo está usando esta palabra para referirse a los hombres que participaban en actos homosexuales como <amantes pasivos>, siendo penetrados por otros hombres. La segunda palabra es arsenokoítes. Es un término compuesto de dos palabras griegas: <arsen>, que quiere decir varón, y <koité>, que quiere literalmente decir <cama>. Por lo tanto, se refiere literalmente a aquellos hombres que <se van a la cama> con otros hombres. Se cree, pues, que el apóstol Pablo está usando esta palabra para referirse a los hombres que participaban en actos homosexuales como <amantes activos>, penetrando a otros hombres.

Una traducción de 1 Corintios 6:9-10 “Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el Reino de Dios. Sépanlo bien. Los que llevan vidas inmorales, los fornicarios, los idólatras, los adúlteros, ni los hombres que asumen el rol de mujer en el sexo, ni los hombres que tienen sexo con ellos. Tampoco la tendrán los ladrones, los avaros, los borrachos, los calumniadores, los estafadores.”

Conclusiones del texto y el tema Nótese que la Biblia no coloca la práctica de la homosexualidad en una <categoría especial> de pecado. Sencillamente, es otra práctica pecaminosa más que los creyentes debemos tratar de evitar. De la misma manera, en Romanos 1:18-22, Pablo no está condenando solo a las personas que practican la homosexualidad. Por el contrario, Pablo está afirmando que todo ser humano - sin importar su orientación sexual – es pecador ante los ojos de Dios. El mensaje de la Biblia es que los seres humanos no podemos permitir que nuestra sexualidad se convierta en un ídolo que nos separe del Dios verdadero.

El fundamento bíblico acerca del matrimonio Génesis 2:18;21;22-25 Por tanto, el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne - 2:24 Por eso, el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su esposa y los dos llegan a ser como una sola persona. El propósito de Dios para el matrimonio es que sea una relación monógama, heterosexual, con el reto de llegar a formar un enlace de relación permanente. LA INTENCION CREATIVA DE DIOS EN LAS HISTORIAS DE LA CREACION EN GENESIS INDICA CLARAMENTE EL IDEAL AL DIVINO DE QUE LA HETEROSEXUALIDAD SEA LA FORMA Y LA BASE DE LA DINAMICA DEL ENLACE SEXUAL HUMANO DESDE EL PRINCIPIO, HECHO COMPORBADO POR JESUS EN LOS EVANGELIOS.

La Creación como referencia y fundamento El acto divino de crear la diferenciación sexual desde el principio establece la heterosexualidad como la dirección normativa para el impulso y el acto sexual Dios como Creador ha dado a cada criatura su identidad y función esencial en el contexto de relaciones interpersonales apropiadas. La función sexual del ser humano ha sido definida por Dios en un comportamiento hombre-mujer

Ante la situación presente Unos consejos prácticos La actitud del pastor o la pastora hacia los feligreses y feligresas (o personas que visitan regularmente al culto) que se definan a sí mismas como homosexuales debe estar enmarcada en el amor, la fe y esperanza del poder de Dios. Recuerde que entrar en una relación pastoral con una persona implica que sus comunicaciones y sus diálogos con dicha persona son confidenciales. En ocasiones, el liderazgo de la iglesia interroga al pastor o a la pastora de la iglesia, preguntándole si un miembro de la iglesia es homosexual. Divulgar este tipo de información sería una violación a la ética pastoral y a la relación pastoral con la persona en cuestión. El ministro debe estar preparado, pues, para enfrentar las presiones que la gente curiosa puede ejercer en su contra y para explicar su silencio ante el liderazgo de la iglesia local. Ahora bien, ¿y qué del caso de un pastor o pastora que piensa que la homosexualidad es un pecado? ¿Acaso puede pastorear efectivamente a una persona homosexual? De primera intención esto podría parecer un gran reto. Empero, cuando se piensa con detenimiento uno comprende que no lo es. Por un lado, todas las personas que asisten a nuestras congregaciones son pecadoras, con la salvedad que algunas han confesado sus pecados y están tratando de vivir en santidad. Por otro lado, en todas las congregaciones hay personas – sean visitantes o miembros- que se emborrachan, le pegan a sus parejas,roban dinero de su trabajo, acusan falsamente a otras personas o cometen adulterio. Estas personas están cometiendo pecados que son desagradables ante los ojos de Dios. Sin embargo, la mayor parte de los pastores y las pastoras las consideran como parte de la congregación extendida y atienden sus necesidades espirituales. Si podemos pastorear a este tipo de personas, entonces podemos pastorear a personas que afirman ser homosexuales.

Proclamación y Presencia Pastoral Pastoree a la persona homosexual. Tenga una posición clara y consistente. Desafíe a la persona a considerar un cambio de vida. Explore si la persona ha sido victimizada. Exhorte a la persona la posibilidad de considerar el celibato

Un reto desafiante 1. Rechazo punitivo Condenar a las personas que se definen a sí mismas como homosexuales, evitando relacionarse con ellas. El rechazo es tajante. 2. Rechazo no-punitivo Considera la práctica de la homosexualidad como pecaminosa, pero aboga por una actitud de amor y respeto hacia las personas que se definen a sí mismas como homosexuales.