3º clase ESI PEP 03 de abril del 2012.

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1 3º clase ESI PEP 03 de abril del 2012

2 Dios y el sexo antes de la introducción del pecado en este planeta.
Si queremos que nuestros niños y jóvenes vivan una sexualidad plena y conforme al diseño de nuestro Creador, necesitarán comprender la sexualidad según su perspectiva y no desde la cultura actual.

3 Propósitos del sexo

4 EL SEXO ES UN REGALO DE DIOS
Génesis 1: y Salmos 139:13. Dios creó al ser humano: “varón y hembra los creó”. PRIMER PRINCIPIO: entender que Dios creó el sexo y que él regaló a unos el ser hombres y a otras, el ser mujer. De ahí que jamás deberíamos estar desconformes con el sexo que nos ha tocado, porque al manifestarlo, nos rebelaríamos contra la voluntad de Dios. El sexo y la sexualidad aparecen como dones de Dios.

5 Génesis 1: 31. EL SEXO ES ALGO BUENO.
Todo lo que Dios hizo era bueno, inclusive el sexo; “bueno en gran manera”. SEGUNDO PRINCIPIO: contemplar a las relaciones sexuales, en el ámbito del matrimonio, con los ojos de Dios; ser agradecidos por ese regalo y quitarnos todo prejuicio humano (surgido de una mente contaminada por el pecado) que jamás estuvo en el corazón de nuestro Señor.

6 EL SEXO ES PARA LA REPRODUCCIÓN.
Génesis 1: 28. La reproducción aparece como un mandato y se convierte en uno de los objetivos de la unión sexual. Tener hijos en el Antiguo Testamento era una obligación; la esposa no fértil podía ser repudiada y la viuda sin hijos debía engendrar descendencia con su cuñado. TERCER PRINCIPIO: comprender la dimensión de la relación sexual con la capacidad de generar una nueva generación que va más allá de los hijos.

7 EL SEXO ES PARA SATISFACER LA NECESIDAD BÁSICA DE INTIMIDAD.
Génesis 2: Ninguna criatura del Edén pudo satisfacer el deseo de intimidad y comunicación de Adán. Adán necesitaba una compañera que fuera su complemente y su pareja sexual, por lo que Dios hizo a Eva. Cuando Adán despertó del sueño profundo y descubrió a Eva, dijo “esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada varona, porque del varón fue tomada”. Adán contempló en la mujer un reflejo de sí mismo, un complemento de su vida; de hecho, una parte suya. CUARTO PRINCIPIO: comprender que Dios está interesado en nuestra vida afectiva, emocional y sexual. Dios estableció el matrimonio como un mutuo complemento y una solución para la soledad.

8 EL SEXO ES PARA EL PLACER.
Génesis 2: 24; Cantar de los Cantares 1: 1-3, 7:2-12 y Proverbios 5: Dios diseñó la sexualidad para el placer. Si Dios hubiera creado la sexualidad con un único propósito, la reproducción, por lo menos la mujer debería sentir deseo sexual sólo durante los períodos fértiles, cosa que no sucede. La posibilidad de una sexualidad constante cada vez que lo desea, sólo es posible en la mujer. En todas las otras especies vivientes, una sexualidad constante resulta imposible tanto en los machos como en las hembras. ¿Por qué? Porque las hembras en edad de reproducirse sexualmente tiene períodos de celo, fuera de los cuales generalmente rechazan a los machos. QUINTO PRINCIPIO: revalorizar el sexo como algo maravilloso para disfrutar y gozar dentro del marzo del matrimonio.

9 EL SEXO ES PARA EL MATRIMONIO.
Génesis 2: 24-25; 1º Corintios 7:5, Hebreos 13:4 y Marcos 10:9. La relación sexual ha sido dada por Dios con el propósito de ser un vínculo especial de unión en el matrimonio entre un esposo y una esposa. En Génesis 2 se describe al matrimonio y a su vínculo sexual como una especie de reunión. Adán era uno; de él Dios formó a Eva y resultaron dos. Ahora en el vínculo matrimonial y en su unión sexual vuelven a ser uno. La relación sexual es algo trascendente, es la reunión de dos seres que se fusionan en uno solo. La complementariedad de los órganos sexuales masculinos y femeninos es sólo un símbolo físico de una complementariedad espiritual más profunda. SEXTO PRINCIPIO: reconocer que la intención original de Dios fue que el sexo sea usado como un regalo especial dentro del matrimonio, para ayudar a unir a dos personas para toda la vida.

10 Dios instituye un matrimonio monogámico y heterosexual
Dios instituye un matrimonio monogámico y heterosexual. No hay ora alternativa. No hay un tercer sexo. Para Dios sólo es válido el vínculo indisoluble entre un hombre y una mujer. Ese orden fue determinado por Dios en la creación y no por la cultura, por lo tanto se desprende que su validez es permanente y universal.

11 Tanto el Antiguo Testamento como el Nuevo Testamento establecen que las relaciones sexuales están reservadas para el ámbito matrimonial. Toda relación sexual fuera de ese ámbito es considerada pecado y afecta no sólo al cuero, sino al alma y al espíritu. Éxodo 20: 17; Deuteronomios 22:22; 1º Corintios 6: 9, 12-20; 1º Tesalonicenses 4: 3-6; Hebreos 13:4.

12 Jesús dijo: “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamiento” (Juan 14: 6, 15, 23-24). Dios quiere que mostremos nuestro amor por él a través de nuestro estilo de vida. Honramos a Dios con nuestros corazones y nuestras mentes al creer y confiar en él. Honramos a Dios con nuestros cuerpo usándolos para hacer el bien, y no las cosas que Dios no aprueba. La Biblia enseña que cuando reservamos la relación sexual para el ámbito del matrimonio, estamos honrando a Dios con nuestros cuerpos. La obediencia es una forma de mostrar a quién amamos. El desobedecer a Dios hace que nos alejemos de él y que nuestra relación con él se enfríe. Las personas que usan mal el regalo de su sexualidad teniendo relaciones sexuales antes de casarse, no sólo se exponen a riesgos físicos, sino que también ponen en peligro su relación con Dios.