Lección 12 para el 21 de junio de 2008 LA EFICACIA DE SU MINISTERIO SACERDOTAL Lección 12 para el 21 de junio de 2008

EL MINISTERIO SACERDOTAL DE JESÚS El Trono de Dios (Hebreos, 10: 19-20) Tenemos entera libertad para entrar en el Lugar Santísimo por el camino nuevo y vivo que Él abrió (Romanos, 6: 4) JESÚS, intercesor (Hebreos, 7: 25) (Hebreos, 9: 10) EL MINISTERIO SACERDOTAL DE JESÚS JESÚS, luz del mundo (Juan, 8: 12) JESÚS, pan de vida (Juan, 6: 48-51)

EFOD: Hecho de diversos colores (oro, azul, púrpura, carmesí y lino torcido), representa la variedad de dones que Jesús da a la iglesia MANTO DEL EFOD: Manto azul sin costura, símbolo de la perfección del carácter de Cristo, así como de la unidad que Dios desea que exista en su iglesia Tanto en las dos piedras de ónice que unían el efod, como en las 12 piedras del pectoral estaban grabados los nombres de las 12 tribus. Jesús nos representa diariamente ante el Padre. Cada creyente individual es especial para Jesús ADORNOS DEL MANTO: Borlas en forma de granadas alternadas con campanillas de oro. Nos permiten “escuchar” a Jesús mientras ministra MITRA: Contenía la lámina de oro con las palabras SANTIDAD A YHVH, indicando que la vida del sacerdote (Jesús) estaba completamente consagrada a Dios TÚNICA DE LINO: Vestidura blanca, símbolo de pureza, que llegaba a los pies y se ceñía al cuerpo, con mangas apretadas en los brazos. Nada estorba la obra de Jesús

EL DÍA DE LA EXPIACIÓN Levítico, 16 1 2 3 Se echaban suertes sobre dos machos cabríos. Luego, después de poner sus manos sobre él, se sacrificaba aquel sobre el que recaía la suerte por YHVH y una vez concluido todo el proceso era quemado fuera del campamento (v. 7-10, 27) Jesús murió por nuestros pecados fuera del campamento (Hebreos, 13: 11-13) 2 Jesús lleva consigo las oraciones de todos los santos ante el Padre (Apocalipsis, 8: 1-2) El sumo sacerdote tomaba en un incensario brasas del altar, llenaba sus puños de incienso, lo echaba en el incensario y lo colocaba detrás del velo (v. 12-13) 3 Actualmente, Jesús realiza su expiación en el santuario celestial ante el trono en el proceso del juicio investigador (Daniel, 7: 9-10, 13) Asperjaba la sangre del macho cabrío sobre el propiciatorio y luego 7 veces delante del mismo (v. 15)

EL DÍA DE LA EXPIACIÓN Levítico, 16 4 5 6 7 Dios es vindicado y el pecado condenado definitivamente (Daniel, 8: 14) El santuario quedaba purificado (v. 16) 5 La sangre era colocada sobre los cuernos del altar de los holocaustos y asperjada la sangre 7 veces (v. 18-19) En su Segunda Venida, Jesús quitará de la tierra [representada por el altar de los holocaustos] el pecado, destruyendo a los pecadores (Apocalipsis, 11: 18) 6 Satanás es abandonado en la tierra por 1.000 años llevando la culpa (no el pecado) y será finalmente destruido (Apocalipsis, 20: 1-3) Una vez expiado el santuario, colocaba sus manos sobre el macho cabrío de Azazel, el cual llevaba la culpa del pueblo al desierto (v. 20-22) (Salmo 7: 16) 7 Terminada su ministración, se lavaba, se colocaba sus ropas de gala y salía al pueblo. La expiación había concluido (v. 23-24) Cuando descienda con los santos en la Nueva Jerusalén, la tierra quedará definitivamente purificada y el pecado destruido para siempre (Apocalipsis, 20)

He aquí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo Los sacrificios matutinos y vespertinos eran consumidos completamente, de tal manera que siempre había un sacrificio ardiendo sobre el altar. El sacrificio de Cristo, echo una vez para siempre y representado por esos corderos, está siempre a nuestra disposición. “Por lo cual puede también salvar perpetuamente a los que por él se acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos” (Hebreos, 7: 25)

¿Qué hace Jesús en el Santuario Celestial como nuestro Sumo Sacerdote? “Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec” (Hebreos, 7: 17) ¿Qué hace Jesús en el Santuario Celestial como nuestro Sumo Sacerdote? Socorre (Hebreos, 2: 18) Intercede (Hebreos, 7: 25) Es el mediador del Nuevo Pacto (Hebreos, 8: 3-10) Limpia nuestras conciencias (Hebreos, 9: 11-14) Perdona los pecados y perfecciona a los creyentes (Hebreos, 10: 11-17)

La intercesión de Cristo por el hombre en el santuario celestial es tan esencial para el plan de la salvación como lo fue su muerte en la cruz. Con su muerte dio principio a aquella obra para cuya conclusión ascendió al cielo después de su resurrección. Por la fe debemos entrar velo adentro, "donde entró por nosotros como precursor Jesús" (Heb.6: 20). Allí se refleja la luz de la cruz del Calvario; y allí podemos obtener una comprensión más clara de los misterios de la redención. La salvación del hombre se cumple a un precio infinito para el cielo; el sacrificio hecho corresponde a las más amplias exigencias de la ley de Dios quebrantada. Jesús abrió el camino que lleva al trono del Padre, y por su mediación pueden ser presentados ante Dios los deseos sinceros de todos los que a él se allegan con fe. E.G.W. (Conflicto de los siglos, p 542-544)