Lc 15 25-32 Por favor no utilices el ratón
La parábola del hijo pródigo Lc 15 25-32 La parábola del hijo pródigo Segunda parte: El hijo mayor
él ha cumplido fielmente con su trabajo. El hijo mayor, que estaba trabajando en el campo, llega al atardecer. Una vez más, él ha cumplido fielmente con su trabajo.
Se pregunta: ¿ cómo puede haber música y baile en el pueblo ? Y cuando le dicen, que ha venido su hermano, no le produce ninguna alegría.
Se queda fuera sin entrar a la fiesta.
Se queda fuera sin entrar a la fiesta.
y los vecinos que están celebrando la acogida… El único extraño Ante la familia, y los vecinos que están celebrando la acogida… ¡ Ahora es él !
Sale a invitarlo a entrar EL PADRE Sale a invitarlo a entrar
la tragedia que lleva dentro. Pero el hijo mayor… “Explota” Y nos descubre algo tremendo, la tragedia que lleva dentro.
Está perdido en su resentimiento. Ha pasado la vida entera cumpliendo las órdenes del padre y no se ha sentido hijo, se ha sentido esclavo.
Es un hijo que podía haber disfrutado de todo en casa. El hijo mayor que tiene delante y que no quiere entrar a la fiesta… No es un esclavo Es un hijo que podía haber disfrutado de todo en casa.
No entiende el amor del padre hacia aquel miserable. Él ni acoge ni perdona
¿Cuál es la obsesión del padre?
¿Cuál es la obsesión del padre? Ver a sus hijos, sentados a la misma mesa, compartiendo amistosamente un banquete festivo.
¿Será Dios, como alguien que quiere orientar toda la vida de los hombres, hacia una gran fiesta final?
la mejor metáfora de Dios? ¿Será esta, la mejor metáfora de Dios?
Un padre acogiendo con los brazos abiertos a los hijos que andan perdidos…
y pidiendo a los hijos más fieles, Un padre acogiendo con los brazos abiertos a los hijos que andan perdidos… y pidiendo a los hijos más fieles, que les acojan, como ÉL les acoge.
¿Qué está sugiriendo Jesús?
Que sepamos comprendernos… .. y perdonarnos.
Nos habla de recuperar la dignidad
Jesús habla de un banquete abundante, habla de músicas, habla de danzas, habla de hombres perdidos que abandonan su vida indigna, habla de hermanos que tienen que saber acogerse...
Textos: J.A. Pagola http://www.granosdemaiz.com