Los Profetas

Profeta Hombres inspirados por el Espíritu Santo Comunican al pueblo los mensajes de Dios Para guiar al pueblo

Misión Proclamar al único Dios (monoteísmo) Mantener el culto y la observancia de la Ley Preparar al pueblo para la venida de Jesús (nueva alianza)

Monoteísmo Fe en un único Dios: No hay otro Dios que el Señor Soberano absoluto de la historia. Relación particular con Israel, pueblo elegido, diferente a los demás. Dios es Santo, trascendente, el Altísimo. Se requiere la santidad del pueblo elegido. Se interpretan los males como castigo divino. Sin embargo Dios siempre rehabilita a su pueblo.

Doctrina moral y social Insisten en las exigencias sociales da la fe. Denuncian la opresión de los gobernantes Predilección divina por los “pobres del Señor” (personas piadosas, justos, humildes de corazón, cumplen la voluntad de Dios) Exigen Interiorizar la Ley. Un corazón limpio. Purificar el culto a Dios. Coherencia entre el culto y la vida moral y social

Esperanza Mesiánica Anuncian la venida de un “elegido del señor”, un “Mesías” Descendiente de David Reinará con la justicia del Señor. Un verdadero Hijo de Dios, no como los reyes que conocían. Traerá la liberación a Israel

Profecías sobre el Mesías

Profecía de Jacob “El cetro no se apartará de Judá ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que llegue aquel a quien le pertenece y a quien los pueblos deben obediencia” (Gn 49,10) El Mesías debe venir cuando la tribu de Judá haya perdido la autoridad, significada por el cetro. Jesús nace poco después de que Herodes el Grande, de origen idumeo, tomara el poder

Profecía de Daniel (70 Semanas) “Setenta semanas han sido fijadas sobre tu pueblo y tu Ciudad Santa, para poner fin a la transgresión, para sellar el pecado, para expiar la iniquidad, para instaurar la justicia eterna, para sellar la visión y al profeta, y para ungir el Santo de los santos. Tienes que saber y comprender esto: Desde que salió la orden de reconstruir a Jerusalén, hasta que aparezca un Jefe ungido, pasarán siete semanas; luego, durante sesenta y dos semanas, ella será reconstruida con la plaza y el foso, pero en tiempos de angustia. Y después de las sesenta y dos semanas, será suprimido un ungido inocente; en la Ciudad y en el Lugar santo, hará estragos el pueblo de un jefe invasor; pero su fin sobrevendrá en un cataclismo, y hasta el fin habrá guerra y las devastaciones decretadas. Él impondrá una alianza a muchos durante una semana; y durante la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la oblación. Y sobre un ala del Templo estará la Abominación de la desolación, hasta que el exterminio decretado se derrame sobre el devastador” (Dan 9, 24-27)

Profecía de Daniel. Durante la cautividad de Babilonia. Daniel rogaba ardientemente al Señor que aminorara los sufrimientos de su pueblo. El ángel Gabriel es enviado para anunciarle esta profecía. Es un texto oscuro, difícil de traducir. Es la única profecía del A.T. con indicación temporal. Interpretación tradicional Se trata de semanas de años. 70 semanas = 490 años El comienzo de las semanas: la publicación del decreto para la reconstrucción de Jerusalén. Este edicto fue dado por Artajerjes Longímano, el vigésimo año de su reinado, 454 a.c.

Profecía de Daniel Divide en 3 períodos: 7, 62 y 1 semanas 7 semanas = 49 años: Se levantan los muros de Jerusalén 62 semanas = 434 años: Deben transcurrir antes que el Cristo sea “suprimido”. Llegamos al 29 d.c. (454a.c +434 +49) En la última semana el Mesías debe confirmar su alianza (establecer su ley), ser rechazado por el pueblo y condenado a muerte; los sacrificios serán abolidos, y luego vendrá la destrucción. Un pueblo extranjero (Romanos) destruirá la ciudad y el templo (70 d.c.) dispersando a los judíos

Características del Mesías “Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: "Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz". Su soberanía será grande, y habrá una paz sin fin para el trono de David y para su reino; él lo establecerá y lo sostendrá por el derecho y la justicia, desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.” (Is 9,5-6)

Milagros del Mesías Isaías (35, 4-6) predice que el Cristo debía confirmar su doctrina con milagros: Dios mismo vendrá y los salvará. Entonces, los ojos de los ciegos serán abiertos, los sordos oirán, el cojo saltará como un ciervo, y la lengua de los mudos será desatada.

La Pasión del Cristo Zacarías predice la entrada triunfal del Mesías en Jerusalén y los treinta siclos de plata entregados al traidor. (Zac 10,9; 11,13) El salmo 22(21), describe la pasión del Mesías, y lo presenta oprimido de ultrajes, rodeado por un populacho que le insulta; tan deshecho por los golpes recibidos, que se le pueden contar todos los huesos; ve sus manos y sus pies traspasados, sus vestiduras repartidas, su túnica sorteada, etc. Isaías muestra al Mesías cubierto de oprobios, convertido en el varón de dolores, llevado al suplicio como un cordero sin exhalar una queja… El profeta tiene cuidado de afirmar hasta doce veces que Cristo sufre por expiar los pecados de los hombres. (Is 52,13-15; 53)

Resurrección y exhaltación “porque no me entregarás la Muerte ni dejarás que tu amigo vea el sepulcro” (Sal 16(15),10) “Aquel día, la raíz de Jesé se erigirá como emblema para los pueblos: las naciones la buscarán y la gloria será su morada” (Is 11,10) “Sí, mi Servidor triunfará: será exaltado y elevado a una altura muy grande. Así como muchos quedaron horrorizados a causa de Él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y su apariencia no era más la de un ser humano, así también Él asombrará a muchas naciones, y ante Él los reyes cerrarán la boca, porque verán lo que nunca se les había contado y comprenderán algo que nunca habían oído.” (Is 52,13-15)

Jesús: el Mesías profetizado Es el único personaje histórico que Es anunciado varios siglos antes de su nacimiento, por patriarcas y por los profetas. Nace en el tiempo indicado (durante la expectación universal) por la profecía de Jacob y Daniel. Realiza los milagros propios del Mesías. Cumple con profecías “aparentemente” contradictorias entre sí (Rey glorioso / siervo sufriente) Es adorado como Dios luego de 20 siglos y sigue reinando en los corazones de millones.