LA ENTREVISTA ¿Cómo prepararla? ¿Cómo hacerla? Datos y claves para una buena charla Usted dijo que no había lugar al disentimiento. Sigo diciendo lo mismo. Aquí no puede haber derecho al pataleo ni al guabineo de ningún tipo. El que no va a estar con nosotros está contra nosotros. Y muchos menos ahorita, a estas alturas del proceso. Tarek William dijo por ahí de mí “esa señora de cuyo nombre no quiero acordarme”. Yo no puedo cometer ese error. Él supuestamente es un gran pensador. Eso lo dicen otros. Para mí es un imbécil. Entrevista a Lina Ron. Primicia.25/03/2002

Datos básicos para una entrevista Cuando el periodista entrevista a una persona su propósito es averiguar ciertos hechos concretos y adquirir la información necesaria para formarse una idea de la situación que trata de definir. El éxito radica en lograr la cooperación de la persona entrevistada, incitarla a hablar, hacerla discurrir sobre el tema que el lector desea conocer. El entrevistador debe interpretar correctamente el lenguaje de la persona entrevistada, debe escucharla con interés. Normalmente, el periodista conoce de antemano los datos que puede obtener (persona y/o tema).

Lo que se busca EL ENTREVISTADO Es un personaje famoso Es un personaje curioso Es representativo de algo Es clave en alguna circunstancia Está ligado a la noticia Porta un conocimiento valioso Tiene ideas interesantes LA EXPECTATIVA Conseguir una revelación inédita Llevarlo a formular una denuncia Mostrar un ángulo desconocido del personaje Profundizar en un tema crucial del momento Obtener un retrato de su personalidad Obtener una exposición brillante sobre un tema de interés público Exponerlo como testigo de algo

Guías básicas para el entrevistador Ningún periodista puede dar la impresión de inteligente, comprensivo y discreto si realmente no lo es. Cuando se desconozca un tema o dato debe confesarse su ignorancia. Hay que conocer un poco la naturaleza humana, los comportamientos de los hombres, un poco las actitudes. No sólo se habla con palabras, también con gestos, con el modo de vestir, etc. Tiene tanto valor la espontaneidad como la precisión. Tomar notas. (Grabar en la memoria).

La fase preparatoria Elaborar un cuestionario con antelación a la cita con el entrevistado. Revisar información de archivo sobre la persona; indagar con los colegas que tienen más contacto con el área del entrevistado. Verificar si a lo largo del tiempo ha incurrido en notorias contradicciones. No repetir preguntas en el cuestionario que ya le hayan sido formuladas con anterioridad.

El cuestionario Una buena pregunta persigue: Que induzca a que el entrevistado aporte información (datos concretos) Que el entrevistado se haga cargo de una demanda pública o exprese las dudas de la gente Que sea abierta y no concite respuesta de monosílabos (si, no) Que permita profundizar Que consiga explicaciones Que concite a oposiciones (discutir una afirmación) Que busque lo nuevo Que invite al personaje a usar imágenes o fantasías Que piense en lo global y en los detalles Que atraiga anécdotas SIEMPRE: las 5W-H

Tipos y tipologías de entrevistados Hay tres tipos de personas con las que un entrevistador puede encontrarse: Los hiperentrevistados (celebridades). Los de escaso o muy eventual contacto con los medios Las personas con relativa experiencia con los medios. En todos los casos el entrevistador debe conservar el respeto por su interlocutor. No se debe adular ni humillar.

Hiperentrevistados Las personas hiperentrevistadas presentan los siguientes rasgos: está totalmente entrenado para las preguntas con “guiños” o “piquetes”; es más consciente de los “fantasmas” que rodean una entrevista; ofrecen menos márgenes para conceder la entrevista (depende del periodista y el medio). La persona persuadida de su superioridad intelectual o cultural reviste cierto grado de complicación para entrevistarla. El entrevistador ha de ir precavido, con seguridad sobre lo que quiere preguntar, absteniéndose de tratar temas superfluos. Debe tomarse un tiempo previo para indagar sobre el tema y el personaje, acopiar el vocabulario mínimo, revisar entrevistas anteriores.

Los poco entrevistados Tiene poca o escasa conciencia de los “fantasmas” de la entrevista. Con frecuencia son ingenuos y balbucean al principio, pero con el tiempo tienden a confundir la entrevista con una charla informal (pierden la noción de la importancia de una declaración). Tampoco calculan la gravedad de que sus palabras sean publicadas. Con alguna frecuencia ven en el periodista a alguien que va a resolverles los problemas y no un canal para conseguir atención de la administración pública.

Gente con roce mediático Son el grupo más numeroso o frecuentado por los periodistas. El compromiso del entrevistador es que el entrevistado entienda que sus declaraciones van a ser utilizadas (publicadas o difundidas). No son demasiado ingenuos pero tampoco calculan los efectos de sus respuestas.

Inhibiciones u obstáculos El ingenuo: se expresa de modo simple y normal si se le estimula. El ególatra: afloja sus reservas tan pronto se recurre a su ego. El confesor: activa mecanismos confesionales sólo cuando se lleva a una relación periodista-entrevistado muy particular. El cuidadoso: Su mecanismo generalmente es artificial, adopta actitudes defensivas de una vez. Con ellos es necesario apartarlos del ambiente donde habitualmente se desenvuelven para permitir que se expresen con mayor naturalidad.

No todo es la palabra ASPECTO FÍSICO Facciones. Cutis. Cabello. Estatura. Peso. Vestimenta. Si porta prendas costosas, el teléfono celular, etc. El sitio donde se desenvuelve. Hábitos. Tono de voz. PERSONALIDAD Expresión: áspera, cálida, desconfiada, etc. Temperamento: calmo, nervioso, etc. Sentido del humor Actitudes: si es esquivo o directo, arrogante, tenaz, etc.

Personas difíciles de entrevistar El que no permite que el entrevistador inicie la conversación, sino que comienza por sí mismo hablando de un tema carente de interés para el entrevistador. El que deja la iniciativa al periodista, pero interrumpe cada una de sus frases para concluirlas él mismo con un significado distinto del que tenían originalmente. El que escucha con atención al investigador pero se aleja del propósito fundamental. El que responde con prolijidad de detalles. El que es desordenado con sus ideas y las expresa así. El que siempre piensa que el periodista lo quiere entrampar. El que corrige constantemente al reportero. El que es muy lacónico, crítico o extremadamente diplomático

La conversación La mejor entrevista es aquella que discurre como una conversación franca, sincera y directa. El principal objetivo es eliminar o reducir las paranoias naturales del entrevistado: qué harán con mis declaraciones, cómo reaccionará la gente cuando se publique, qué trampas prepara el entrevistador... Hay que saber escuchar y hacerlo visiblemente para que la persona se explaye sin nerviosismos. Las preguntas se deben formular con palabras sencillas. Repreguntar las veces que sea necesario. Ir tomando notas, no confiarse del grabador (Ubicarlo convenientemente). No concluirla si da la sensación de que no ha aportado una buena frase para titular.

Algunas claves para el diálogo Llegar puntualmente a la cita. Evitar preguntas directas (“a matar”) al inicio de la conversación, más bien intercambiar pensamientos. Confrontar con frases que ha dicho recientemente otro entrevistado sobre el mismo tema, pero no siempre. Cambiar el tema para retormarlo más tarde. No interrumpir constantemente. Dejar que hable. No intentar dar clases de moral o aleccionar. La pedantería molesta. Mantener la calma y el respeto en todo momento. Dejar abierta la posibilidad de poder contactarse nuevamente, si surgen dudas o para rectificar datos.

Durante la entrevista Preguntas fuera de libreto. Son para apoyo para romper el hielo. Preguntas que se responden con monosílabos. Sólo deben hacerse para puntualizar o precisar. Preguntas que empiezan con un No. No son aconsejables. Preguntas difíciles. Matizarlas, apelar a lo que “se dice”, crear el clima. Varias preguntas a la vez. Se corre el riesgo de que no conteste alguna. Introducir afirmaciones para controlar el ritmo. Preguntas hipotéticas (qué pasaría si…) sólo se hacen con entrevistados creativos, no con pragmáticos. Repreguntar si no se entiende la respuesta. Los silencios. Estrategias para repreguntar o continuar. “Por favor no pongas esto...” SI no es crucial se accede.