LA COSECHA CELULAR III (COMPAÑERISMO Y DISCÍPULADO) Hechos 2:44-47
Hechos 2:44-47 “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno. Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos”.
Introducción: La iglesia primitiva fortaleció su vivencia del Espíritu y de la misión, en la unidad del compañerismo y en el discipulado de la nueva generación de creyentes. El día de hoy reflexionaremos acerca de estos dos frutos, que al cosecharlos en la célula terminarán fortaleciendo la vivencia del cristianismo y la propagación del mismo, esto por medio de la doctrina trasmitida a la nueva generación de creyentes.
I. LA COSECHA DEL COMPAÑERISMO Eran Generosos (Sabían compartir y convivir) Eran movidos por las misma convicciones (Eran de una misma mente) El centro de sus vidas era el proyecto de Jesús, La Iglesia (era el eje de su realización) Trabajaban en Equipo (cada quien se enfocaba en su rol y asignación delegada por el E. S.)
II. LA COSECHA DEL DISCIPULADO Los Nuevos Creyentes (Ganar) La Consolidación en la fe cristiana (Consolidar) La instrucción (capacitación) para desarrollar sus dones espirituales. (Discipular) La oportunidad de servir y desarrollar los ministerios de manera efectiva (Enviar)
Reflexión El fruto que Dios tiene para nosotros en las células son versátiles ya que integran, consolidan, impulsan y desafían el quehacer de la iglesia apostólica en este tiempo. Líder, levanta las manos y alcanza esta cosecha, Dios la trae en tu liderazgo para bendecir su obra e impulsar tu ministerio y a tu célula.