“¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Corintios 9:13, 14 ).

Apoyar la misión de Dios brinda al dador bendiciones personales, espirituales y temporales. A su vez, Dios imparte bendiciones a aquellos que se benefician con la misión.

JUNTOS FINANCIAMOS LA MISIÓN “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.” (Malaquías 3:10) ¿Cuál es el plan financiero aprobado por Dios para cumplir con la misión de la iglesia? Jesús dijo: " Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" (Marcos 16:15). El diezmo es una responsabilidad global y ayuda a mantener nuestro enfoque en la misión de Dios. "Las ofrendas voluntarias y el diezmo constituyen los ingresos del evangelio ". Libro Complementario. El diezmo como sistema es la mayor fuente de financiamiento y el método más equitativo para llevar a cabo la misión de Dios. Sin embargo, la misión no puede avanzar con confianza cuando la mayoría de los cristianos no devuelven el diezmo. Cuando nos entregamos a Cristo, nuestra existencia se vuelve hacia su servicio. En consecuencia, todos los recursos serán consagrados a Dios después de la experiencia de conversión. No es sólo el diezmo de nuestro salario que el Señor requiere, sino todo. Dios pedirá cuentas de lo que hacemos con el diezmo y con el otro 90%. PIENSA: ¿De qué modo debería entender cada uno su propia responsabilidad para ayudar a financiar la misión de la iglesia?

LAS BENDICIONES DE DIOS “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6:38). ¿De qué manera el devolver fielmente los diezmos se convierte en bendiciones más allá de nuestra comprensión ? El Señor ha prometido que si somos fieles en devolverle los diezmos fielmente, Él derramará bendiciones más allá de nuestra comprensión, estas bendiciones no están limitadas solo a lo material, sino también a todas las áreas de nuestra vida, que, incluye principalmente a nuestra familia. La bendición de devolver el diezmo es una madurez espiritual más profunda. La práctica de devolver el diezmo aumenta la fe que conduce a la bendición de la paz interior. Por esta razón, devolver un diezmo fiel beneficia a la salud espiritual de nuestra alma. Las bendiciones de Dios reflejan su perspectiva hacia nosotros (Jeremías 29:11), y esto solo se puede ver a través de los ojos de mayordomos obedientes y fieles. Las bendiciones son espiritualmente experimentadas y espiritualmente discernidas. (Libro Complementario) PIENSA: ¿Estamos dispuestos a recibir bendiciones más allá de nuestra comprensión?

EL PROPÓSITO DEL DIEZMO “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Corintios 9:14). ¿Cuál es el propósito del diezmo? La práctica del acto de diezmar fue instituida por Dios con dos propósitos fundamentales: transformar el carácter del hombre a la semejanza de su Creador y proveer los recursos para el cumplimiento de la misión. Tal como el Señor reservó el árbol del conocimiento del bien y del mal como Su propiedad exclusiva y de ella hizo la prueba de gratitud y lealtad para el hombre, con el mismo propósito reservó para sí el Diezmo Santo y las ofrendas voluntarias. Hace del acto de diezmar y ofrendar una prueba que revela al hombre lo que domina su corazón: amor o egoísmo. El objetivo final del diezmo es llevar a las personas a una relación de salvación con Cristo. PIENSA: “Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová” (Levítico 27:30).

EL DEPÓSITO “Traed todos los diezmos a la casa del tesoro, para que haya alimento en mi casa" (Malaquías 3:10) - RV. ¿Cuál es el único lugar donde deben ser depositados los diezmos? El diezmo no debe llevarse a ninguna parte. Se debe llevar a la Tesorería, lo que significa entregarlo en la iglesia local, la cual envía el 100% de él a la Asociación/Misión. En la iglesia adventista del séptimo día, sólo a las asociaciones/ misiones se les permite distribuir los diezmos. El diezmo es del Señor y debe ser devuelto a su tesorería (Glauber S. Araujo, Rodrigo Follis, ed., Santo al Señor, p 196). Dios tiene una iglesia y ella es un cuerpo, una unidad perfecta. El miembro debe dar recursos a la Iglesia. Primero, para desarrollar su propia experiencia espiritual. Segundo, para desarrollar y ampliar el reino de la gracia en el mundo. El miembro dedica recursos, trayéndolos a "la casa Tesorería", y el liderazgo administra los recursos para promover el crecimiento armónico del cuerpo. Solamente la iglesia es la única entidad permitida por el Señor, para ser la depositaria de sus diezmos. PIENSA: Piensa en lo que ocurriría si la gente enviara sus diezmos a donde quisiera. Si todo el mundo hiciera eso, ¿qué pasaría con la obra de Dios? Por lo tanto, ¿por qué es importante que entreguemos nuestros diezmos en donde corresponde?

EL DIEZMO Y LA SALVACIÓN POR LA FE “Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia” (Rom. 4:4, 5) Si la salvación es por medio de la fe, ¿por qué Dios pide que devolvamos el diezmo y lo consagremos a Él? La razón está en las órdenes y en las promesas de Dios. En el Edén, Adán y Eva no diezmaron, sin embargo, el significado espiritual y el significado del principio del diezmo originado allí, Jesús se lo enseñó a Adán al explicarle por qué no debía comer de un árbol (Génesis 2:16, 17). "Este árbol Dios lo reservó como un constante recordatorio de su propiedad, que Él era el dueño de todo. Así Él les dio oportunidad de demostrar su fe y confianza en Él por su perfecta obediencia a sus requerimientos ". Debían evitar comer el árbol del conocimiento, que mostraría su reconocimiento a Él como Dueño de todo. El mismo principio aplica hoy cuando devolvemos el diezmo. Dios nos ha dado la simple prueba del diezmo que es igual a la prueba del árbol en el Edén. El no diezmar da como resultado una lenta asfixia del alma. Negarse a devolver el diezmo es un pecado, el equivalente a tomar el fruto del árbol del conocimiento. Por nuestra disposición a diezmar, aprobamos la prueba de fe que nuestros primeros padres eludieron y recibimos la bendición que anhelaban. (Libro Complementario) PIENSA: ¿Estoy devolviendo fielmente los diezmos al Señor como una prueba de mi fe en él y en sus promesas?

El programa divino es simple y funcional para alcanzar dos grandes objetivos: Primero: Desarrollo espiritual de los miembros en el perfeccionamiento del carácter a semejanza al Modelo divino. Segundo: Con los recursos correctamente presentados a Dios, alcanzando su objetivo en el hombre, invertirlos en la promoción del Evangelio para alcanzar otras vidas. No son las necesidades de la obra que deben apelar y mover al hombre a dar, sino el desarrollo espiritual personal. Sin embargo, en el Cielo, los mayordomos fieles verán plenamente cómo su mayordomía colaboró ​​en la salvación de las personas.