La crisis de 1930 y su impacto mundial
Caracterización de la crisis de 1929. Generalidades Debilidades del modelo liberal Legitimidad de otros modelos Contraste con el periodo anterior de extraordinario crecimiento capitalista
Origen de la crisis Autosuficiencia de la economía norteamericana Prescindencia de la periferia Exclusión Alemania después de Versalles Caída de los precios Deterioro del patrón oro Caída de los salarios
Debilidades del sistema Falta de control Inexistencia de mecanismos de seguridad social adecuados Debilidades y dependencia de la periferia económica Escasa influencia estatal Desviaciones de la economía. Incapacidad de expansión de la demanda y desigualdad en la distribución del ingreso
Efectos de la Crisis Criticas a la economía liberal Mayor legitimidad de la presencia estatal Se admitió la necesidad de intervención del Estado, planificación e industrialización inducida en la periferia El pleno empleo y el New Deal
Efectos políticos Un giro hacia la derecha en Europa Expansión de las tesis fascistas Fortalecimiento de la legitimidad del modelo soviético (al menos transitoriamente)
Efectos laborales de la crisis de 1929 Las cuatro grandes industrias de la minería, el salitre, cobre, hierro y carbón ocuparon a fines del año 1931, un total de 30.700 obreros. Hasta fines del año pasado esta cifra se había reducido a 23.100. En los lavaderos de oro, en cambio, el número de obreros ocupados subió durante el año 1932 de 1.200 a 36.500 y existe la posibilidad de aumentar el número de obreros ocupados en estas faenas, fácilmente a cincuenta mil y más, de manera que, desde el punto de vista social, la producción de oro ocupa hoy día el primer lugar entre las actividades mineras del país. El total de los desocupados fue estimado por la Inspección General del Trabajo, a fines del año 1931, en 56.000 obreros y 11.300 empleados particulares y domésticos, hasta fines de 1932, la cifra de los obreros desocupados había subido a 98.000 y la de los empleados a 25.200, para ayudar a los cesantes mediante el racionamiento y para darles trabajos en obras públicas, el gobierno ha gastado en el curso del año más de 130 millones de pesos sin que estas inversiones hayan contribuido en forma visible a descongestionar el mercado del trabajo, porque los grandes establecimientos mineros siguieron reduciendo su personal y en las demás industrias del país los desahucios causados por restricciones en el trabajo o paralizaciones completas, fueron superiores a la nueva demanda de brazos. El volumen de los jornales pagados en el país durante el año pasado ha sido inferior en un 20% más o menos al del año 1931 y se ha reducido casi a la mitad del total de los jornales pagados en 1929. Aun cuando el índice respectivo acusa una cierta reacción en el curso del año pasado, ésta está muy lejos todavía de compensar el alza que, en el mismo período experimentó el costo de la vida. Fuente: Banco Central de Chile. Memoria 1933.