Características de una ciudadanía democrática para el futuro colectivo

Empecemos por definir que es la ciudadanía y qué significa ser ciudadano o ciudadana en nuestra sociedad. Un ciudadano o ciudadana es una persona o un grupo que pertenece a una comunidad política, social y económica. En la vida cotidiana encontramos muchas veces la idea de que los derechos sólo existen en el papel.

Pero imagina que hay ciudadanos que se queja de actuación del gobierno pero cuando tiene la oportunidad de dar su opinión mediante una consulta ciudadana o en las elecciones, entonces sucede que estos ciudadanos en vez de fortalecer la democracia la debilita por que como sabemos, la democracia es el gobierno del pueblo.

El individualismo a la larga es auto destructivo por que debilita una de las grandes conquistas del mundo contemporáneo LA DEMOCRACIA. Si no tenemos ciudadanos comprometidos con el bien común es difícil hablar de una democracia real.

La sociedad necesita la participación de todos sus integrantes para generar los bienes que sus ciudadanos requieren por lo tanto se espera una ciudadanía responsable y comprometida. Para eso se necesita que todos tengan acceso a la información que necesitan para saber de que manera pueden contribuir mejor al bien común.

Conviene destacar la importancia de que los ciudadanos conozcan sus derechos y sus obligaciones, la posesión de derechos humanos implica la obligación de respetarlos de la otras personas

Ser critico y deliberativo son características del ciudadano ejemplar que van de la mano. La sociedad necesita ciudadanos que definan el rumbo y el futuro de la sociedad.

Características de un país democrático Hay un Estado de Derecho Para que exista una democracia es indispensable que haya primero un Estado pleno de Derecho, es decir, que todos los habitantes de un país estén sometidos incondicionalmente a lo que dicta la ley.

El Gobierno es autónomo Una democracia debe ser autónoma, es decir, regirse de acuerdo a sus propias diatribas y preceptos, y nunca bajo tutelaje o restricciones externas, de potencias extranjeras públicas o privadas.

Se acatan los derechos y deberes Los ciudadanos de un país democrático no sólo gozan de derechos y libertades, sino que también asumen deberes cívicos inalienables, como el respeto a las instituciones públicas y privadas, el compromiso con la tolerancia y el diálogo, la participación en los procesos políticos y, en líneas generales, el cumplimiento de las diversas facetas de la ley.

El ejercicio de la justicia es transparente Si bien no existe un sistema jurídico infalible, la democracia debe velar por la transparencia de los procesos jurídicos civiles, penales o de cualquier otra naturaleza. De hecho, la impunidad es uno de los mayores factores de riesgo para el ejercicio democrático sostenible.

Se respetan los derechos humanos La democracia se afianza en el respeto sin distinción de los Derechos Humanos fundamentales para la pacífica convivencia, más allá de los ya comentados en esta lista, como el derecho a la vida, a una educación, a la vivienda o la alimentación. Estos derechos humanos se han promulgado en tratados internacionales y sus violaciones se consideran crímenes máximos sin prescripción en ninguna parte del planeta.