Presencia e influjo de la Tercera Orden Franciscana en España Francisco Javier Rojo Alique ofm

Contenidos Introducción: la Orden de la Penitencia en la Familia Franciscana Configuración de la Tercera Orden Franciscana en la España medieval La crisis del siglo XVI La “edad dorada” de la Orden Tercera en la España del Barroco La Orden Tercera en la Edad contemporánea

La gran Familia Franciscana Desde sus orígenes, el movimiento franciscano se fue configurando y organizando en diferentes estilos de vida: Frailes Menores (Primera Orden Franciscana), Clarisas (Segunda Orden) La Orden de Penitencia o Tercera Orden Franciscana

Los “penitentes” medievales Los “penitentes” seguían una vida de conversión sin abandonar sus ocupaciones cotidianas. Se asociaban en pequeños grupos o “fraternidades”. Francisco de Asís y sus primeros seguidores comenzaron su experiencia religiosa como penitentes. Bajo inspiración directa de Francisco y de los primeros frailes surgieron fraternidades de seglares que se sentían parte de la Familia Franciscana. Para ellos Francisco concibió un proyecto de vida evangélica específicamente seglar. 1289: Regla de Nicolás IV para la Tercera Orden Franciscana

los terciarios seglares, que vivían en sus propias casas “En nada se manifiesta la magnitud del movimiento franciscano en el siglo XIII como en la propagación e importancia alcanzada por la orden de penitencia” (L. Iriarte). Entre los penitentes franciscanos se fueron distinguiendo dos categorías bien definidas: los terciarios seglares, que vivían en sus propias casas los terciarios regulares, que llevaban una vida comunitaria y claustral y que emitían votos religiosos. A principios del siglo XVI, el Concilio V de Letrán acordó la división de la Tercera Orden de San Francisco en dos ramas: la Tercera Orden Regular (TOR), cuyos miembros tenían los derechos y privilegios de las personas consagradas, la Tercera Orden Secular (TOS o VOT), integrada por seglares.

Configuración de la Tercera Orden Franciscana en la España medieval

El siglo XIII Corona de Castilla: Corona de Aragón Cronistas de la Edad Moderna: consideran terciarias a las personas que favorecieron la expansión franciscana “Cofradía de San Francisco” en Sahagún (década de 1250) “Frades de la Penitencia” de Salamanca (1270-1280) Corona de Aragón Terciarios franciscanos en Cataluña a finales del siglo XIII

El siglo XIV Se documenta con plena seguridad la existencia de la Orden Tercera de San Francisco en la Península Ibérica, Características similares al resto de Europa: difusión masiva organización en fraternidades regionales y locales apostolado social desviaciones heterodoxas: beguinos y beguinas en Cataluña, Valencia y Mallorca

La Corona de Aragón Los terciarios se dedicaban a actividades de tipo caritativo y social a favor de los enfermos, indigentes y marginados: sobre todo en hospitales. Es muy probable que algunos de esos terciarios vivieran ya en comunidad. Terciarios ilustres: Arnau de Vilanova, Ramón Llull, miembros de la Familia Real y de la nobleza. Popularidad y aceptación de la Orden Tercera: vocaciones en todos los estratos sociales. Muchos mercaderes en sus filas. Gran difusión y arraigo: Pedro IV pide al papa la disolución de la Orden (¿por sus exenciones y privilegios?

La Tercera Orden en Castilla Mucho menos conocida su historia. Terciarios se dedicaban a la acción social y caritativa, principalmente en los conventos. “Freylas” de la Tercera Orden atienden las iglesias de los cenobios franciscanos. Elevado número de terciarios: seria amenaza económica para los intereses del reino Cortes de Soria (1380): problema que plantean los hombres y mujeres de la “Terçera Regla de Sant Françisco e que están en sus casas e en todos sus bienes”, y que se negaban a pagar los impuestos reales y municipales. Esas ventajas fiscales animaban a muchos otros “a tomar esta mesma terçera Regla”.

El siglo XV Florecimiento de la Tercera Orden Regular: En Galicia surgen comunidades de terciarios de vida en común, junto a hospitales y eremitorios. Pronto crean una congregación de casas de la Tercera Orden por Galicia, Castilla y Andalucía. Grave crisis de la Tercera Orden Seglar Los miembros más inquietos de las fraternidades se pasan al régimen de vida regular. Lucha enconada de frailes menores conventuales y observantes afecta a los terciarios. Escaso interés que los frailes reformados españoles, en especial los de la Regular Observancia, por la restauración y renovación de la Orden Tercera secular.

La crisis del siglo XVI Siglo XVI: franca decadencia de la tercera orden secular de San Francisco. Relacionado con la crisis de la Iglesia en la Baja Edad Media y la reforma protestante. En Castilla también influye el complejo asunto del reformismo franciscano y la implicación de algunos terciarios en ciertos movimientos heréticos, como el de los alumbrados. Quizá ése fue el motivo que llevó al capítulo franciscano de 1583 a prohibir que se admitiera "a este modo de vida ningún hombre o mujer". “Los frailes, quizás cansados del espíritu independiente de los terceros, comenzaron a fomentar otras asociaciones seglares menos complejas en su estructura y más obedientes a sus mandatos” (A. Martín García). Supresión por parte de los monarcas de algunos de los privilegios de carácter temporal de los terciarios y que debilitaban el poder real.

La “edad dorada” de la Orden Tercera en la España del Barroco

La “edad de oro” de la VOT tras el Concilio de Trento Pero la VOT logró recuperarse tras el concilio de Trento: ejemplo notable de la influencia de dicho concilio en el mundo seglar. Siglo XVII: nueva edad dorada para la Tercera Orden en el mundo católico. Sobre todo en España y Portugal, los dominios españoles de Europa y las colonias españolas y portuguesas en Ultramar.

Resurgir de la VOT en la España del Barroco En el resurgir terciario jugó un papel fundamental la nueva política puesta en práctica por los frailes de la primera orden. Los frailes menores de la Observancia comenzaron a preocuparse por el fomento de la Orden Tercera. Capítulo General de la Familia Cismontana (Toledo, 1606): acordó que la VOT se extendiera por “todas las provincias de Castilla”. Proliferaron con rapidez las fraternidades terciarias en todos los territorios de la Monarquía Hispánica. 1633: el Capítulo General de Toledo de los Frailes Menores de la Observancia acordó promover la expansión de la Orden de Penitencia en todas partes, siguiendo el modelo aplicado en España, “donde la tercera orden resplandece grandemente”.

La “moda” de ser terciario Difusión de la VOT favorecida por la incorporación de los Reyes y la Familia Real. Ejemplo de los monarcas: excelente vehículo de propaganda para la difusión de la Tercera Orden. Numerosos cortesanos ingresaron en la VOT siguiendo su ejemplo. La aceptación en la corte del franciscanismo seglar propició una oleada de profesiones en España, comenzando por Madrid y siguiendo por las principales ciudades. En 1695 había 21.000 terciarios franciscanos en Madrid. Terciarios “ilustres”: Cervantes, Calderón, Lope de Vega, Murillo.

SAN FRANCISCO Lüis, de esta suerte guardo a mis Terceros queridos. A Isabel quiero que veas. El siglo santo es aquéste, porque no hay reino cristiano donde la púrpura Real no tenga un príncipe santo. A Francia ilustra Lüis; Isabel a Hungría ha dado fama eterna; a toda España doña Blanca, Luis amado, madre vuestra, y mi Tercera a Sicilia un rey Carlos; allí Calcia, Emperatriz de Grecia, mi sayal basto por el imperial laurel humilde y pobre ha trocado; Catalina en Macedonia; Francisco, Duque britano; todos, siendo mis Terceros, este siglo hacen dorado, honrándose, hijo Lüis, con mi hábito veinticuatro personas Reales. CONDE Y yo prometo, patriarca santo, pidiendo de mis traiciones, humilde y arrodillado, al Rey, mi señor, perdón, de dar a mis verdes años con vuestro hábito tercero ejemplo al reino cristiano, vida al premio, enmienda al vicio y al pensamiento descanso. ISABEL Adiós, Lüis, que los pobres de mi hospital están dando voces por mí. El siglo santo es, noble senado, aquéste; para la segunda os guardo lo que falta de esta historia: perdonaréis entretanto.

Papel de los frailes en la expansión de la VOT En la expansión de la Orden Tercera en el Barroco jugaron un papel de primera línea los frailes de la Primera Orden y los religiosos de la TOR, que decidieron renovar y difundir el franciscanismo seglar. La Iglesia redescubre las asociaciones laicas tras el Concilio de Trento. Fundaciones terciarias: ingresos económicos a los conventos. Los frailes incrementaban mucho su influencia en la sociedad. En aquella época lo anterior no contradecía los intereses exclusivamente religiosos: los frailes menores buscaban por ello “empapar a aquella sociedad de un espíritu franciscano adecuadamente tamizado por la reforma tridentina”. Los frailes ofrecieron su apoyo legal e intelectual a la defensa de la autonomía de los terciarios. Las capillas terciarias solían levantarse junto a la iglesia conventual. La VOT encontró también una excelente acogida entre el clero secular.

La VOT, ¿cofradía, orden o religión? Los terciarios franciscanos se sentían orgullosos de pertenecer a algo más que una mera cofradía. Desde el punto de vista formal, la VOT era una orden religiosa. Su regla estaba aprobada por el Papa. Sus privilegios espirituales muy superiores a los de cualquier otra agrupación seglar. De la VOT venían otras órdenes religiosas y santos. Los hermanos de la VOT: Superaban un año de noviciado y un examen de doctrina. Al profesar, recibían una patente que acreditaba su pertenencia a la Orden. Tenían su propio hábito (externo o escapulario).

¿Es la VOT una Orden? Polémicas entre defensores y detractores Como las órdenes religiosas, los terciarios franciscanos poseían un hábito y una regla aprobada por Roma. Pero no hacían vida en común ni emitían votos públicos. Eran así muy diferentes de los religiosos regulares. A pesar de los intentos de los frailes menores, la tercera orden siguió teniendo un estatus que se movía dentro de unos parámetros un tanto abstractos que favorecían las críticas de sus enemigos. La polémica entre los defensores y los detractores de su definición como orden fue cotidiana en la Edad Moderna.

Dependencia de los Frailes Menores Frailes menores: los más fervientes defensores de los terciarios. Actitud paternalista de los frailes: tensiones con los terciarios, ante la resistencia de estos a acatar las decisiones de los superiores franciscanos. 1725: Benedicto XIII decreta la obligación de los terciarios de obedecer a los frailes menores pues los terciarios pretendían muchas veces "no obedecer, como deben, sino mandar, lo cual no pueden." La VOT había ido perdiendo autonomía con el tiempo. Desde 1471, el término "tercera orden" adquirió el significado de total dependencia de la primera. Se fracturó su unidad originaria: se divide en distintas ramas que se disputaban entre sí las distintas ramas de la Primera Orden.

Privilegios de los terciarios Los pontífices continuaron manifestando una clara simpatía por la VOT Franciscana. Esa simpatía se tradujo en importantes concesiones espirituales. ¿Provocaron esos privilegios que se entrara en la VOT para alcanzar una promoción social? “Ese doble juego no era en aquellos tiempos, ni mucho menos, contradictorio […] nos parece injusto calificar el modo de vida terciario durante la Época Moderna como una simple mitigación de un primitivo ideario medieval, a nuestro juicio, un tanto mitificado.” (A. Martín García).

Razones del éxito de la VOT Una formula mixta que combinaba: Vida religiosa comprometida Sin obligación de abandonar el mundo Pueden compartirlo todos los sectores de la sociedad.

Una religiosidad más intensa Los terciarios tenían obligación de llevar unas prácticas religiosas más intensas que el resto de los fieles. Debían llevar una vida de penitencia, pobreza y misericordia. Debían conocer y dar a conocer la doctrina cristiana: “procesiones de doctrina” con los frailes menores. Otras obligaciones como Orden: rezos, celebraciones litúrgicas… Humildad y pobreza en la vida cotidiana: se recomiendan vestidos sencillos, no portar armas…

La dimensión asistencial Es un rasgo característico de los terciarios franciscanos Atención a hermanos necesitados y enfermos. Fundación de hospitales. Atención a los presos. Rescate de cautivos. Eran actividades de la fraternidad: marcado carácter propagandístico y pastoral

Relaciones de la VOT con la sociedad del Barroco Sociedad del Barroco: muy compartimentada y con gran importancia de las apariencias. Por eso la VOT muestra transigencia con los sectores privilegiados de la sociedad: En una época en que se considera que el noble posee todas las virtudes, es normal que se les deje ocupar los principales puestos en las fraternidades. Pero en la mayoría de las fraternidades eran los estratos medios de la sociedad quienes controlaban su gobierno. La base social de la VOT la componían las clases populares, que apenas intervenían en sus decisiones de gobierno.

Las graves dificultades de los siglos XVIII y XIX. Los acontecimientos políticos de los siglos XVIII y XIX dejan en mala situación a la VOT. Pero las fraternidades terciarias continuaron subsistiendo. Cuando reaparecieron los conventos de frailes, las fraternidades terciarias cobraron nueva vida.

La Regla de León XIII (1884) y el resurgimiento de la TOF Desde mediados del siglo XIX: insospechada prosperidad de la Orden Tercera. León XIII potenció la difusión de la TOF como un instrumento que ayudase a poner en práctica los principios de la doctrina social de la Iglesia. 1884: nueva Regla de la TOF, apta para acoger al mayor número de personas.

Los Congresos de la TOF Característicos de la actividad de los terciarios en primeras décadas del siglo XX. Objetivos: dar a conocer y difundir el carisma franciscano, buscar modos de presencia en la sociedad de la época y proponer acciones concretas para contribuir a la solución de los principales problemas políticos, sociales y económicos del momento. En España, entre 1909 y 1930 se celebraron cuatro grandes congresos nacionales en Santiago de Compostela y Madrid. En ellos se hizo una llamada a los terciarios del mundo entero a ser apóstoles de la justicia, del bien y de la paz, tanto en el ámbito interno de su Orden como en el conjunto de la sociedad.

Beato Ceferino González Malla, el Pelé.

La crisis del siglo XX La Orden Tercera comenzó un rápido declive desde mediados del siglo XX Posibles causas : Menor exigencia de la Regla de León XIII: fraternidades transformadas en simples cofradías, sin un programa de santidad seglar ni de acción apostólica. El desvío de la atención de la Primera Orden hacia otras formas de apostolado. La aparición de la Acción Católica y de los nuevos movimientos eclesiales.

El Concilio Vaticano II Concilio Vaticano II: punto de partida para una reforma radical de la Tercera Orden Franciscana Destaca la vocación y el papel de los seglares en la Iglesia. El espíritu postconciliar exige profundizar en la identidad, dignidad y misión de los laicos dentro de la Familia Franciscana. Necesidad de retornar a los auténticos orígenes de la forma de vida franciscana seglar Pero sin descuidar “la atención al Espíritu en la lectura en interpretación de los signos de los tiempos.”

La Regla de la Orden Franciscana Seglar (1978) En 1978, Pablo VI aprueba la nueva Regla para los franciscanos seglares Busca adaptar la espiritualidad penitencial franciscana al mundo actual. Nuevo nombre para la Tercera Orden Secular de San Francisco: Orden Franciscana Seglar (OFS) Incluye como prólogo la Carta a los fieles de San Francisco: señala de forma muy clara las raíces evangélicas y penitenciales de la forma de vida del franciscano seglar. La Santa Sede promulgó unas nuevas Constituciones Generales en el año 2000.

Mirando al futuro Lento, pero constante, proceso de renovación y revitalización del Franciscanismo seglar en España

Conclusiones El conocimiento que en nuestros días seguimos teniendo sobre los orígenes y configuración de la Tercera Orden Franciscana en nuestro país sigue siendo escaso, aunque empieza a mejorar. La VOT constituye una de las manifestaciones más interesantes de la vida religiosa medieval y moderna Resulta necesario conocerla mejor para llegar a comprender cuál fue la influencia real del franciscanismo en la sociedad de aquella época. Un mejor conocimiento de los terciarios nos daría una visión más completa de la difusión entre los seglares de ciertas prácticas y sensibilidades religiosas.

Conclusiones para los franciscanos seglares de hoy El conocimiento de nuestra historia nos ayudará en primer lugar a conocer el calado social que el franciscanismo terciario tuvo en la sociedad. Nos recuerda algunos de los rasgos fundamentales de nuestro carisma: Vida fraterna Vida de oración Ayuda a los pobres, enfermos y necesitados Nos ayuda a no desanimarnos: la nuestra no es la primera época de crisis. Nos invita a buscar lo nuclear de nuestro carisma. Nos recuerda la necesidad de caminar unida toda la Familia Franciscana