El Juglar de Asís
De todos el menor Te presento a San Francisco de Asís. Quien en vida quiso ser el menor entre los hombres y con esa actitud alcanzó de Dios innumerables gracias.
Lo que te quiero contar: No te quiero presentar a un santo lejano, porque el no es un santo lejano. No te quiero presentar a un santo aburrido, porque él será todo menos eso. Te quiero contar sobre una contemplación divertida. Te quiero contar sobre el santo de la perfecta Alegría.
Sabías que: San Francisco fue a las cruzadas. Pero que también tuvo que irse de allí. Sabías que San Francisco era tan normal como tu y como yo. Pero...
Dios lo sedujo. Así fue y desde entonces decidió almacenar tesoros en el cielo. El padre de Francisco era rico pero el prefirió las riquezas del Reino y como su padre no estaba de acuerdo el decidió ser libre y dejar padre y madre para servir a aquel que le habló al corazón.
Cuando hacemos algo así... De Francisco se decía en el pueblo que se había vuelto loco. Y... ¿Sabes qué?
Le llamaban el Loco de Asís. Así fue! Le llamaban el Loco de Asís. Tan sólo porque se enamoró locamente de Jesús.
Y sabes qué lo impresionaba más? La cruz de Cristo. Y en tal manera que se le concedió abrazar también esa cruz. Él vivió sobre su carne los estigmas.
Y sufriendo con Cristo. Esperó resucitar con él. Este santo contempló en la naturaleza el rostro vivo de Dios. Le cantó al Hermano Sol y a la Hermana Luna. Fundo la orden menor Franciscana y las Clarisas junto a Santa Clara de Asís, de quien aprendió a amar a los leprosos.
Hoy se siguen fundando muchas congregaciones, que inspiradas en la espiritualidad franciscana encuentran la forma más alegre de sentir a Jesús. Seguir a Dios nos hace dar frutos, frutos que no mueren, así como San Francisco dio y sigue dando frutos.
Recibe la bendición de San Francisco. Que el Señor te bendiga y te guarde. Haga resplandecer su rostro sobre ti y te mire benignamente. Vuelva hacia ti su rostro y te de su paz.(Nm 6,24)
¡Paz Y Bien! ¡Santa Alegría! Pronto te contaré más sobre mi santo, El Santo de Asís. Sabes qué... Si quieres también puede ser tu santo.