Grecia continental: está surcada por montañas que encierran pequeños valles incomunicados entre sí. Las laderas de las montañas estaban cubiertas de bosques, que proveían de madera y leña. Este relieve dificultaba la agricultura en escala y la comunicación por tierra. Por eso, los primeros asentamientos se desarrollaron como pequeñas comunidades independientes, con el mar como vía fundamental de comunicación. El clima es templado pero con lluvias escasas. Grecia insular está constituido por más de dos mil islas, que en su mayoría tiene suelo rocoso. Las numerosas islas facilitaron la navegación entre las costas griegas y las del Asia Menor, y la comunicación con el Mar Negro, ya que funcionaron como lugares de reaprovisionamiento de víveres o de agua potable.