Seminario Teológico Bautista Libre de Cuba “Los Cedros del Líbano” 3ra Parte: Los Remonstrantes y el Sínodo de Dort Profesor Ariel Alfaro. Arminianismo Reformado
Los Remonstrantes y el Sínodo de Dort Antes de la muerte de Arminio, algunos de los sínodos locales habían exigido que todos sus pastores presentasen declaraciones de sus puntos de vista sobre las confesiones. Los Estados Generales reconocieron que esa demanda representaba resistencia a su autoridad. Se dio la contraorden a esa exigencia y se decidió más bien que los partidos demandantes enviasen sus declaraciones a los Estados Generales.
Consecuentemente, en 1610, con la tensión todavía aumentando, los seguidores de Arminio presentaron una petición a los Estados, llamada una Remonstrancia, a saber, “una objeción”. Así que aquellos que sostuvieron la petición fueron llamados los Remonstrantes y los calvinistas que les opusieron fueron llamados los Contra - Remonstrantes.
Históricamente los historiadores de tendencia calvinista han tratado de minimizar la influencia de las ideas de Arminio, del Sínodo de Dort y de la Remonstrancia a pesar de tener una deuda teológica con ellos, puesto que fueron tales ideas las que dieron la forma final al famoso ¨ Tulipán¨.
Resumen de los 5 artículos arminianos Que Dios, por medio de un propósito eterno e inmutable en Jesucristo su Hijo, antes de la fundación del mundo, ha determinado, de la raza caída y pecaminosa humana, a salvar en Cristo, por Cristo, y por medio de Cristo, a aquellos que, por la gracia del Espíritu Santo, creerán en éste su Hijo Jesús, y que perseverarán en esta fe y la obediencia a la fe, por medio de esta gracia, aún hasta el final; y, por la otra parte, dejar a los incrédulos e incorregibles en el pecado y bajo la ira, y a condenarlos como alienados de Cristo.
Breve Comentario: Este artículo presenta el punto principal de la polémica. Se acepta que la predestinación incluye igualmente la elección a la salvación y la reprobación a la condenación (Predestinación Doble). Pero señala que los dos decretos tienen que ver con el hombre después de su caída voluntaria en el pecado. Los decretos no hicieron necesaria la caída. Los dos decretos son condicionales en la fe o la incredulidad respectiva de los individuos que son los objetivos de la elección o de la reprobación. Este primer articulo se opone al punto de vista calvinista de una elección incondicional.
Artículo 2. Que, Jesucristo, el Salvador del mundo, estando de acuerdo con el decreto divino, murió por todos los hombres y por cada hombre, de tal manera de que él obtuvo para todos, por medio de su muerte en la cruz, la redención y el perdón de pecados; sin embargo que nadie puede disfrutar de este perdón de pecados excepto el creyente.
Breve Comentario Este artículo enfatiza la expiación ilimitada, o sea, universal, y sin embargo, lo aclara que no todos son realmente salvados por esta expiación; sólo los creyentes experimentan sus efectos redentores. Va en oposición del punto de vista calvinista que dice que la expiación sólo proveyó redención por los elegidos.
Artículo 3. Que el hombre no tiene la gracia salvífica en sí mismo, ni en la energía de su libre albedrío, ya que él, en el estado de apostasía y pecado, no puede ni por sí mismo pensar, querer, ni hacer cosa alguna que sea verdaderamente buena (tal como, por ejemplo, es sumamente buena la fe salvífica); sino que le es necesario que sea nacido de nuevo de Dios en Cristo, por su Espíritu Santo, y renovado en entendimiento, en inclinación (o voluntad), y en todos sus poderes, para que pueda comprender, pensar, querer, y efectuar debidamente lo que es verdaderamente bueno.
Breve Comentario Este artículo destaca que todo lo que se abarca igualmente en la salvación y en la vida cristiana es por la gracia de Dios. Ni aún puede el libre albedrío del hombre iniciar una respuesta positiva de Dios aparte de la gracia habilitante. Así pues, el hombre mismo no logra la gracia salvífica. Siempre se acusaba a los arminianos que atribuyeron demasiado al hombre y así despreciaron la gracia. El propósito de este artículo fue para contrarrestar esa acusación falsa y para demostrar que eran unánimes con su oposición en atribuir todo lo bueno a la gracia de Dios.
Artículo 4. Que esta gracia de Dios es el comienzo, la continuación, y el logro de todo lo bueno, hasta este punto, de que el hombre regenerado mismo, sin la gracia preveniente, o sea, la gracia que asiste, despierta, sigue y coopera, no puede pensar, querer , ni hacer nada bueno, ni puede resistir la tentación de ceder al mal; de modo que todos los hechos o movimientos buenos que se pueden concebir, deben ser atribuidos a la gracia de Dios en Cristo. Pero en cuanto a la representación del modo de operación de esta gracia, no es irresistible, ya que se ha escrito en cuanto a muchos, que ellos han resistido el Espíritu Santo.
Breve Comentario El artículo cuarto continúa el énfasis del tercero, pero añade una provisión importante: La gracia de Dios opera de tal manera que un hombre la puede resistir. Ella no domina a nadie en contra de su voluntad, y por su obra no se quita la libertad del hombre. Este artículo se opone el punto de vista calvinista de que la gracia salvífica es irresistible.
Artículo 5. Que los incorporados en Cristo por medio de una fe verdadera, y que por lo tanto se han hecho partícipes de su Espíritu que da vida, tienen así el poder pleno para luchar en contra de Satanás, del pecado, del mundo, y de su propia carne, y para ganar la victoria; siendo bien entendido que es siempre por medio de la gracia ayudadora del Espíritu Santo; y que Jesucristo los asiste por medio de su Espíritu en todas sus tentaciones, que él les extiende la mano, y sólo si ellos están preparados para el conflicto y desean su ayuda y no están inactivos, los guarda de no caer, para que, por medio de ninguna astucia de poder de Satanás, puedan ser desviados ni quitados de las manos de Cristo.
Artículo 5 (Continuación). Pero si son capaces, a través de la negligencia, de abandonar de nuevo los primeros comienzos de sus vidas en Cristo, o de volver de nuevo a este mundo malo actual, de dar la espalda a la doctrina santa que les fue entregado, de perder una consciencia buena, de carecer de la gracia, ésto es algo que debe ser determinado particularmente de las Escrituras Santas, antes de que nosotros mismos podamos enseñarlo con la persuasión plena de nuestras mentes.
Breve Comentario Este último artículo demuestra que los Arminianos, en su principio, aunque todavía no habían decidido por completo, estaban abiertos al punto de vista que una persona puede perderse después de haber sido salvada. No había aparecido como uno de los temas principales de la controversia, aunque sí había surgido. Esta declaración representó una idea prudente y temprana sobre el tema. Finalmente los Arminianos llegarían a expresar este punto de vista sin vacilarse, oponiéndose a la creencia calvinista de una perseverancia necesaria.