LAURA LOPEZ.

La Iglesia, Comunidad Que Vive En El Espíritu OBJETIVOS: Cristo envía su espíritu para la continuación de su obra en la historia. Mostrar como la iglesia no es solo ni todo loq ue aparece externamente. En ella hay una vida escondida

Después de la resurrección y ascensión al cielo de Cristo, el Espíritu es enviado no solen un acontecimiento único o extraordinario, sino también en el acontecer normal de la vida de creyente, de forma invisible y personal la presencia y la actuación del Espíritu no se reduce a un plano exterior o eclesial, sino que abarca la interioridad del hombre concreto. No se limita a un acontecimiento pasajero, sino que se convierte a un acontecimiento permanente en la vida del cristiano. Y este Espíritu se da a cada uno para cumplir unas funciones determinada, que pueden sintetizarse en el siguiente modo:

El espíritu santo, es aquel que revela a Jesús , el que mantiene viva la revelación de Jesús y nos ayuda a comprender el sentido pleno que ocultan sus palabras. Solo en el espíritu santo podemos entender el mensaje y la persona de Jesús sin equivocaciones. FUNCIÓN REVELADORA:

FUNCIÓN SANTIFICADORA: En el campo de la interioridad donde el Espíritu despliega con más plenitud si cabe se fuerza transformante. En el Espíritu se nos da, no de un modo indiferente, sino de un modo eficaz: para la justificación y la santificación. El Espíritu comunica al hombre la vida de Cristo resucitado (2 Cor. 5, 15; Rm. 6; Col. 2,9);lo libera de la esclavitud de la ley (Rm. 7, 6; Gál. 3-5) y de la fragilidad de la carne ( Rom. 5, 15; 18.25; 1 Cor. 2, 9); hace de él una nueva creación y lo regenera (Tít.. 3, 5-7) y lo constituye en hijos de Dios en la libertad. (Rom. 8, 11-12). El espíritu permite que nosotros como bautizados vivamos de una manera íntima y viva la triple función de Cristo: Sacerdote, Profeta, Rey. FUNCIÓN SANTIFICADORA:

FUNCIÓN TRANSFORMADORA: Espíritu es una fuerza que transforma internamente nuestra vida, pero también una fuerza que tiende a una transformación externa de la vida. Es la luz y fuerza para el combate interno, pero también ánimo y vigor para el testimonio externo. Este testimonio ha de consistir en el amor, en la radical disposición para escuchar obedientemente al espíritu que habita entre nosotros, en la liberta propia de lo hijos de Dios. FUNCIÓN TRANSFORMADORA:

FUNCIÓN ECLESIOLÓGICA: Pablo no olvida que el Espíritu de Cristo y de la iglesia o si, se quiere el Espíritu que edifica el cuerpo de la iglesia a través de la santificación de sus miembros. Por eso, es preciso añadir que se nos ha dado el Espíritu también para la edificación de la iglesia. Así, los carismas signo vivenciales y externos de la presencia de Espíritu, tienen para el apóstol una función eminente social o eclesial. Su diversidad no puede matar la unidad, por que el Señor es siempre el mismo ( 1 Cor. 12, 5-6). Todo esto demuestra que el Espíritu Santo no tiene solamente una historia «visible» en el Jesús terreno, en la función mesiánica que le fue conferida por la unción, tiene además una historia «terrenal» y «visible» en su misión continua en la Iglesia, aún después del retorno de Jesús al Padre. FUNCIÓN ECLESIOLÓGICA:

COMPROMISO CON LA IGLESIA: La Evangelización. Transmisión adecuada de la Fe. El Testimonio y Amor. Atención a los pobres. Servicio cultural. Digna celebración de los Sacramentos. COMPROMISO CON LA IGLESIA: