DESARROLLO DE LAS CONTRADICCIONES INTERNAS DE LA LEY CAPÍTULO XV DESARROLLO DE LAS CONTRADICCIONES INTERNAS DE LA LEY
EXCESO DE CAPITAL CON EXCESO DE POBLACIÓN
Con la baja en la tasa de ganancia aumenta el mínimo de capital requerido en manos del capitalista individual para un empleo productivo del trabajo; capital requerido tanto para su explotación, como para que el tiempo de trabajo empleado sea el necesario para la producción de mercancías, es decir, no sobrepase el promedio del tiempo de trabajo socialmente necesario.
Un gran capital con una tasa pequeña de ganancia acumula con mayor rapidez que un capital pequeño con una gran tasa de ganancia.
La sobreproducción de capital, y no de mercancías individuales pese a que la sobreproducción siempre implica la sobreproducción de mercancías, provoca mas que la sobreacumulación de capital.
Se tendría una sobreproducción absoluta de capital en cuanto el capital adicional para los fines de producción capitalista fuese igual a 0. En realidad la valorización del capital, apropiación de plustrabajo, producción de plusvalor y finalmente de ganancia, es la finalidad de la producción capitalista.
no produciría mayor ganancia. Si el capital acrecido solo produjera la misma masa o incluso una masa menor de plusvalor que antes de su crecimiento, se daría una sobreproducción absoluta de capital, es decir, C + C no produciría mayor ganancia.
En la actualidad una parte del capital se hallaría total o parcialmente inactivo, ya que para poder valorizarse, primero tiene que desplazar de su función y posición al antiguo capital. A causa de la presión de capital desocupado o semiocupado, se valorizaría a una tasa más baja de la ganancia.
Supongamos que el capital ocupado siga valorizándose con la antigua tasa de ganancia; la masa de ganancias permanece constante. Capital global A=1,000 g=100 B=1,500 g=100 La valorización del antiguo capital disminuiría, y en el caso de “B” un capital de 1,000 solo rendiría 66.
La desvalorización efectiva del capital no podría producirse sin una competencia, es decir la disminución de la tasa de ganancia y la sobreproducción de capital emanan de la lucha competitiva.
La parte del nuevo capital trata de ocupar un sitio a expensas del antiguo capital, esto provoca la inactividad total o parcial del antiguo. En el caso en que el antiguo capital dejara de arrojar ganancia, en primer instancia, el capitalista minimiza su participación en dicho capital. La segunda, consiste en aniquilar una parte del capital por el monto del valor del capital adicional. El equilibrio se establecería por inactivación de capital.
Determinadas relaciones de precios condicionan el proceso de reproducción, si se presenta una baja general de precios, entra en estado de paralización. Se estancaría la función del dinero como medio de pago, desequilibrando la cadena de deudas y obligaciones, se colapsa el sistema crediticio y se conduce a las crisis.
La paralización de la producción deja inactiva una parte de la clase obrera, dejando a la parte ocupada en situaciones de reducción de salario, incluso por debajo del término medio. Para el capital, ésta operación tiene el mismo efecto si hubiese aumentado el plusvalor.
La baja de precios y la competencia dan a los capitalistas una obligación de descender el valor individual de su producto global, mediante la utilización de nuevas máquinas, nuevos métodos de trabajo, que acrecentan la fuerza productiva y aumentar el número de obreros para crear una sobrepoblación artificial. La desvalorización de los elementos del capital constante implicaría la elevación de la tasa de ganancia.
Al aumentar la sobreproducción absoluta de capital debe generar un valor adicional, pero no obstante sigue significando sobreproducción por la “incapacidad” de un grado de explotación de trabajo “sano” en el proceso de producción capitalista. No constituye una contradicción el que la sobreproducción de capital esté ligada por una superpoblación relativa en aumento.
El fin del capital no es la satisfacción de necesidades, sino la producción de ganancias. El capital se compone de mercancías y por ello, la sobreproducción de capital implica el mismo caso para las mercancías. Los capitalistas no intercambian mercancías con el fin de consumo, sino con la simple valorización del capital.