La nueva metafísica meditación acerca de lo que está por encima o más allá del mundo físico
El filosofo más influyente durante el siglo XVII fue René Descartes (1596-1650) el verdadero fundador de la Filosofía moderna. Considero la matemática como la reina de las “ciencias”, y sus métodos, aplicables a las demás. Estableció un dualismo completo, una marcada distinción, entre el alma y el cuerpo, espíritu y materia. El alma y el espíritu (y Dios) son ciertos, decía Descartes, “porque lo es todo aquello de que tengo conciencia clara y distinta”; pero son esencialmente diferentes de los fenómenos de la naturaleza, que son materiales y susceptibles de observación directa. La filosofía de Descartes intenta explicar todos los fenómenos de la naturaleza por medio de la materia y el movimiento.
Pierre Gassendi (1592-1650) un franciscano, profesor de matemáticas y persona que se ocupa más de las “leyes” de las ciencias naturales que de Teología. Gassendi daba al universo físico y al hombre corporal una interpretación puramente naturalista. “El conocimiento –decía- se consigue únicamente por los sentidos, y la materia, que es lo único importante por los sentidos, es atómica, increada e indestructible”
Uno de los filósofos mas originales del siglo XVII fue el inglés Thomas Hobbes (1588-1679) autor del Leviatán (1651), se complacía en creerse el mayor matemático de su época. Era severamente lógico y matemático en todos sus escritos, y de una severidad provocativa.
Baruch Spinoza (1632-1677), tenía la idea de que todo es cuerpo y espíritu; el espíritu y el cuerpo son los mismos fenómenos considerados bajo circunstancias diversas de espacio y pensamiento. Tal era la esencia de la filosofía panteísta de Spinoza, a lo que se añadía el corolario de que el libre albedrio es un ilusión de la conciencia.
Wilhelm Leibnitz (1646-1716), concedía gran importancia a la “razón pura” y sostenía que el hombre podía, por medio de ella, trascender del mundo material y finito. Resucito también la antigua teoría atómica, un poco a la manera con que Spinoza resucito el panteísmo griego; más, en lugar de los átomos físicos, introdujo la concepción de átomos espirituales a los que llamaba “mónadas” como elementos constituyentes del Universo. En lugar de materializar al alma, Leibnitz espiritualizaba la materia