FIELES DIFUNTOS

El Día de los Fieles Difuntos Celebramos hoy el Día de los Difuntos, impregnado de un profundo sentimiento religioso, en el que se unen afecto y recuerdos familiares con la fe y esperanza cristianas. Por este motivo suscita siempre un profundo eco en el pueblo de Dios. Es una oportunidad especial para rezar más por nuestros muertos y recordar la gozosa verdad sobre la cual está fundada nuestra fe: la RESURRECCIÓN.

Celebramos la vida, no la muerte La religión cristiana no celebra el culto a la muerte, sino a la vida. Así lo resalta la liturgia de la palabra de hoy con sus muchas lecturas. Todo el conjunto nos habla de resurrección y vida; y la referencia omnipresente es la Resurrección de Cristo, de la cual participa el cristiano por la fe y por los sacramentos.

la Comunión de los Santos, que celebramos en el día de ayer. - Por eso, este día no es una conmemoración para la tristeza, provocando nostalgia de los seres queridos que ya nos han dejado, sino un recuerdo lleno de esperanza que expresa y continúa la Comunión de los Santos, que celebramos en el día de ayer. Pues “la fe ofrece la posibilidad de una comunión con nuestros queridos hermanos ya fallecidos, dándonos la esperanza de que ya poseen en Dios la vida verdadera". (GS 18,2)

y de cuya vida participará ahora y en su destino futuro. 2. Recordamos nuestro destino futuro: La Visión cristiana de la muerte da el verdadero valor a la vida humana. El discípulo de Cristo identifica la vida futura en la cual cree y espera, con un ser vivo, personal y amigo que es el Dios de nuestro Señor Jesucristo, y de cuya vida participará ahora y en su destino futuro. Instruidos por la Palabra de Dios, creemos que:

más allá de los limites de la miséria terrestre... “El Hombre fue creado por Dios para un fin feliz, más allá de los limites de la miséria terrestre... Dios llamó y llama al hombre para que dé su adhesión a Dios en la comunión perpetua de la incorruptíble vida divina. Cristo conseguió esta victoria, por su muerte, Libertando al hombre de la muerte y resucitando para la vida. Para cualquier hombre que reflexione, la fe le da una respuesta a su angustia sobre la suerte futura". (GS 18,2)

Ese es el itinerario que el discípulo debe recorrer. + Cristo es la Raíz de la esperanza cristiana: Estaremos siempre con el Señor. Jesús es la razón última de nuestro vivir, morir y esperar como cristianos. Una vez que Él se hace igual a nosotros en todo, pasó también por la muerte para alcanzar la Vida perenne. Ese es el itinerario que el discípulo debe recorrer.

+ Cristo es vida y resurrección para quien cree en Él. Todo viene a confirmar la afirmación del propio Jesús en la resurrección de Lázaro: “Yo soy la resurrección y la vida. Quien cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y aquel que vive y cree en mí, no morirá para siempre". (Jn 11,25-26). Así, ante la muerte de nuestros seres queridos, no debemos pensar en una pérdida irreparable, sino en el destino esperanzado al cual Dios nos llama: "Voy a prepararos un lugar, para que donde y esté, estéis también vosotros". (Jn 14,3).

Las LECTURAS sugeridas para el día de hoy son muchas y variadas. Todas comunican la alegría de quien recibe de lo alto la luz de la Pascua, que ilumina cada sepultura. Fijémonos en estas tres: En la 1ª Lectura, el Profeta afirma que Dios creó al hombre para la VIDA. (Is 25,6-9) La muerte será destruida para siempre. El profeta describe la muerte, como la entrada en una fiesta preparada por Dios para todos los pueblos. Con la venida del Mesías toda situación de muerte será transformada: El Señor "enjugará las lágrimas de todos los rostros". Existirá solo alegría, felicidad. Será la fiesta, el Banquete del Reino.

En la 2ª Lectura, ¡Cuánto más nos amará ahora que somos justificados!. San Pablo, ante la falta de certeza de nuestra salvación futura, afirma que nuestra esperanza no se basa en nuestras obras, sino en el amor incondicional de Dios, que nos amó y entregó por nosotros a su Hijo a la muerte, cuando aún éramos sus enemigos. ¡Cuánto más nos amará ahora que somos justificados!. (Rm 11,25-30)

En el Evangelio, Jesús nos invita a vigiar, “pues no sabéis cuál será el día, ni la hora". (Mt 25,1-13) La visita a los cementerios No debe se reducirse a llevar flores a las sepulturas, o encender velas. Conviene rezar por nuestros muertos. Es la mejor flor. La Biblia afirma: “Es santa y piedosa costumbre rezar por los muertos" (2M 12,45) Cementerio significa dormitorio. Es un lugar de reposo, de descanso. Quien está sepultado allí, está como durmiendo, aguardando el día de levantarse, para resucitar.

P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS, CEMENTERIO significa también hospedería. La hospedería es un albergue a la vera del camino, donde el peregrino pasa algunas horas, o una noche, para después continuar el viaje. El Cementerio es la hospedería donde quedamos por un espacio de tiempo, hasta el día de la Resurrección. Que el día de hoy refuerce nuestra esperanza cristiana y nos lleve a proclamar con firmeza el artículo de fe del Credo: "Creo en la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro" P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS, 02.11.2017

Traducción: José Luis Uranga, CMF MI DOMINGO Con la Palabra de Dios Meditada por: P. Antonio Geraldo Dalla Costa CS Ilustración: Nelso Geraldo Ferronatto Traducción: José Luis Uranga, CMF http://www.buscandonovasaguas. https://www.youtube.com/user/MeuDomingo/videos