Salvación sólo por la fe El libro de Romanos Lección 2 El conflicto

En el pasado, la espada fue una herramienta de guerra, un instrumento de batalla, un símbolo de conflicto. Hoy quizás uno de los mayores problemas que la iglesia debe enfrentar sean los CONFLICTOS.

El conflicto Lección 2: Trataremos dos temas: El contexto de la carta a los Romanos

El contexto de la carta a los ROMANOS 1

Un elemento clave para entender la epístola de Pablo a los romanos es el conflicto que existía entre los judíos y los gentiles cristianos en Roma. A mediados del siglo I d. C., el registro histórico indica que la población judía en Roma era numerosa. El emperador Claudio «expulsó» a los judíos de Roma, debido a que «constantemente alteraban el orden público por instigación de Cresto», sin dudas, una referencia a Cristo.

Esa expulsión probablemente tuvo lugar en el año 49 d. C Esa expulsión probablemente tuvo lugar en el año 49 d. C., y al respecto tenemos una referencia en Hechos 18:2. El regreso de los judíos probablemente se produjo poco después de la muerte de Claudio, en el 54 d. C. Con el regreso de los cristianos judíos, la tensión entre los dos grupos, los judíos y los “gentiles”, se intensificó.

EL CONFLICTO 2

El problema entre judíos y gentiles en la iglesia de Roma aparece por primera vez en una cita que es determinante en el libro de Romanos 1:16, 17, cuando Pablo afirma que el evangelio… “es el poder de Dios para salvación de todo aquél que cree; primero al judío, y después al griego”. Aquí aparece por primera vez en la epístola la mención a este «todo» inclusivo que prepara el terreno para la secuencia teológica que se desarrolla a lo largo del libro de Romanos.

Pablo demuestra que todos, tanto judíos como gentlles, eran pecadores, y que por ello estaban sujetos a juicio (Romanos 2:6-16), a la ira de Dios (Romanos 2:5; 1:18), y a la muerte eterna (Romanos 6:23): “Pues todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3:23). Aquí entran en escena las buenas nuevas de la salvación (el evangelio). Todos estamos perdidos, pero igualmente todos podemos ser salvos por medio de la fe en la gracia de Dios, concretada en la Cruz.

Esto es una introducción al segundo segmento teológico de la carta, que se extiende desde Romanos 3:21 a Romanos 5:21 La «justicia de Dios mediante la fe en Jesucristo» es para todos los que crean. No hay distinción entre judíos y gentiles (Romanos 3:22). Así como «todos pecaron» (versículo 23), todos son justificados del mismo modo, a través de la fe, y no por la ley (versículo 20).

La tercera sección teológica de la carta (Romanos 6-8) trata acerca de la obediencia que nos santifica. Así como todos, judíos y gentiles, son justificados por la fe, todos andaremos en nueva vida (Romanos 6:1-14), somos redimidos de la esclavitud del pecado, y ahora somos esclavos de la justicia (versículos 15-22).

misericordia a todos. El gran anuncio de Romanos Este todo de Romanos alcanza su plenitud en Romanos 9-11, cuando Pablo destaca el hecho de que tanto judíos como gentiles están dentro del plan de Dios. La sección culmina con el gran anuncio de Romanos 11:32: Dios manifiesta su misericordia a todos.

El clímax de la epístola La epístola alcanza su punto culminante en Romanos 12:1-15:13, donde se afirma que todos los cristianos vivirán vidas «transformadas» por la renovación de los pensamientos, lo cual los conducirá a cumplir con la voluntad divina. Como consecuencia de esa renovación, comenzarán a vivir en armonía unos con otros (Romanos 12: 9-21).

Del mismo modo, los cristianos deben vivir en paz con todos (Romanos 12:18)

Aplicación: La Ley moral (o sea, los Diez Mandamientos) no fue eliminada en la práctica de los creyentes del Nuevo Pacto, sino que se relacionan con ella de manera diferente. A Ley nunca fue establecida como un medio de salvación, sino como un punto de referencia en la trayectoria cristiana. 1

Aplicación En la iglesia, la cooperación es fundamental, todos conformamos un solo cuerpo. La falta de armonía tiene lugar cuando cada uno actúa de manera independiente del cuerpo mayor. Pablo entendió esto y siempre estuvo dispuesto a trabajar con el cuerpo mayor de la iglesia. 2

Para reflexionar: Para que podamos ser verdaderamente cristianos, nuestra doctrina debe ser: Basada en la Biblia. Genuinamente espiritual, Éticamente confiable.

Si el fundamento de tu vida está en Cristo y en la Palabra de Dios, estarás seguro.

Texto: Pr. Edison Choque Diseño: Elkeane Aragão Adaptación gráfica & Textos en español: Rolando Chuquimia Distribución: Recursos Escuela Sabática © www.escuela-sabatica.com