“La fe de una mujer que no era judía” Mateo 15: 21-28
“Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito”. Romanos 8: 28 (Versión DHH)
Jesús La mujer Era idólatra, despreciada y odiada por los judíos. Estaba excluida de las ventajas que los judíos disfrutaban diariamente. Había buscado ayuda pero no la había obtenido. Oyó hablar de Jesús. Resolvió presentarle el caso de su hija a Jesús. Decidió no perder su única oportunidad. Ella anhelaba verle. No perdió su fe. Continuó suplicándole. Presentaba su caso con esmero y creciente fervor. Se postró a los pies de Jesús y clamó por ayuda. Se fue feliz por haber recibido lo que pidió Conocía la situación de la mujer. Se colocó en el camino de la mujer para ayudarla. Quería enseñarle una lección a los judíos. No respondió inmediatamente a la petición de la mujer. Actuaba como si no la hubiese oído. Probó su fe. Miró con compasión y amor a la mujer. Reconoció la fe de la mujer. Sanó a su hija.
En relación con el carácter: “El conocimiento propio lleva a la humildad y a confiar en Dios; pero no reemplaza el mejoramiento de uno mismo”. (White, consejos para los maestros, pág. 65) .
“Ruega que se le den las migajas que caen de la mesa del Maestro “Ruega que se le den las migajas que caen de la mesa del Maestro. Si puede tener el privilegio de un perro, está dispuesta a ser considerada como tal. No tiene prejuicio nacional ni religioso, ni orgullo alguno que influya en su conducta y reconoce inmediatamente a Jesús como el Redentor y capaz de cumplir todo lo que ella pide.” DTG. 365
“Con fe, la mujer de Fenicia se lanzó contra las barreras que habían sido acumuladas entre judíos y gentiles. A pesar del desaliento, sin prestar atención a las apariencias que podrían haberla inducido a dudar, confió en el amor del Salvador. Así es como Cristo desea que confiemos en él”. DTG 365.
¿Te conoces lo suficiente? ¿Te falta valor para enfrentarte a ti mismo? ¿ Hasta dónde estas dispuesto a luchar por los que amas?
Recuerda en todo momento: Dios te ama por sobre todas las cosas. Decídete a amarlo. Déjate amar por él, no te resistas y no te arrepentirás jamás.