que era preciso orar siempre sin desfallecer. “Había en aquella ciudad

Presentación del tema: "que era preciso orar siempre sin desfallecer. “Había en aquella ciudad"— Transcripción de la presentación:

1 que era preciso orar siempre sin desfallecer. “Había en aquella ciudad
29º Domingo Tiempo Ordinario- Ciclo C Les decía Jesús una parábola para inculcarles que era preciso orar siempre sin desfallecer. “Había en aquella ciudad una viuda que, acudiendo Jesús, le dijo: -¡ Hazme justicia contra mi adversario!- (Lc 18,1-8)

2 “Hemos orado unos días y hemos dejado de hacer oración otros muchos;
Cuando nos movió el fervor fuimos asiduos en la oración; Cuando nos faltaron los consuelos la dejamos; Cuando nos era más necesaria desfallecimos”. ( San Pedro Poveda)

3 La de la viuda importuna.
San Lucas nos recuerda tres parábolas sobre la oración: La del amigo importuno. La de la viuda importuna. La del fariseo y el publicano.

4 Hay un juez que no teme a Dios ni le importan los hombres.
Y una viuda que acude a constantemente a él rogándole que le haga justicia.

5 la prepotencia egoísta
Representa la prepotencia egoísta que ignora a los débiles y la humildad y pobreza de los marginados que no logran hacerse oír en la sociedad.

6 Todas las viudas que menciona Lucas componen el icono
de la pobreza desvalida y humillada, pero generosa y creyente.

7 El juez terminará por prestar atención a la mujer.
Si no lo hace por amor a la justicia y por responsabilidad profesional, lo hará para que la viuda lo deje en paz.

8 La parábola es una lección sobre el Dios que escucha
Si el juez termina por atender a la viuda, ¿No hará Dios justicia a sus elegidos que le gritan día y noche? La parábola es una lección sobre el Dios que escucha y sobre el creyente que lo invoca.

9 “Hay que orar siempre sin desanimarse”
Ora quien agradece y reconoce la misericordia de Dios. Orar es un signo de nuestra confianza en el Dios que nos ama. A pesar de las noches del sentido y del espíritu, el creyente confía y ora al Dios del amor.

10 Reconoce el amor de Dios a sus hijos, la suerte de sus hermanos.
“Hay que orar siempre sin desanimarse” La oración da sentido a la vida del creyente. Mediante ella: Reconoce el amor de Dios a sus hijos, Se alimenta el amor que éstos le tienen, Se manifiesta la preocupación por la suerte de sus hermanos.

11 Señor Jesús, que tu espíritu suscite
y aliente nuestra fidelidad en la oración para que vivamos en la fe, la esperanza y la caridad que de Dios vienen y a Dios nos orientan. Amén.

12 José Román Flecha Andrés
Palabra del Señor, Salamanca , Editorial.Secretariado Trinitario,2007 Presentación: Antonia Castro Panero