Valentín Chau y pedro a. paz 1ª Profesora Elsa
2016 Año Santo de la Misericordia Durante la celebración penitencial en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco, se refirió a la Iglesia como la casa que recibe a todos y a ninguno rechaza. Este viernes por la tarde, rodeado de cientos de fieles que lo acompañaron también durante el segundo aniversario de su Pontificado, el Obispo de Roma recordó que las puertas de la Iglesia “permanecen abiertas, para que quienes son tocados por la gracia, puedan encontrar la certeza de su perdón”. El Papa Francisco contó que piensa frecuentemente en cómo la Iglesia puede hacer más evidente “su misión de ser testigo de su misericordia”, un camino -aseguró- que comienza con una conversión espiritual, y en este sentido anunció un Jubileo extraordinario que tenga en el centro la misericordia de Dios. “Será un Año Santo de la Misericordia”, puntualizó. Así este Año Santo, organizado por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización, comenzará la próxima solemnidad de la Inmaculada Concepción y finalizará el 20 de noviembre de 2016.
Palabras del Santo Padre: También este año, en las vísperas del Cuarto domingo de Cuaresma, nos hemos reunido para celebrar la liturgia penitencial. Estamos unidos a tantos cristianos que, hoy en cada parte del mundo, han recibido la invitación a vivir este momento como signo de la bondad del Señor. El Sacramento de la Reconciliación, de hecho, permite acercarnos con confianza al Padre por tener la certeza de su perdón. Él es verdaderamente “rico de misericordia” y la extiende con abundancia sobre aquellos que recurren a Él con corazón sincero. Estar aquí para tener la experiencia de su amor, es sobre todo fruto de su gracia.
Logo Significado
1. El estilo general: simbólico La imagen evidentemente no pretende ser una representación literal de Jesús (el volumen y los ángulos son todos estilizados, más que realistas). El estilo es profundamente simbólico, poético y metafórico. Esta es una elección consciente de la artista. Cada vez que tratamos de decir algo muy profundo, el lenguaje científico es insuficiente. Es necesaria la poesía. Lo mismo se aplica aquí: un enfoque más simbólico permite al artista transmitir realidades que van más allá de lo que cualquier representación realista podría aspirar a capturar. Su naturaleza simbólica implica un poco más de trabajo por nuestra parte. Su significado no es necesariamente tan claro a primera vista (como tantas veces ocurre en nuestro encuentro diario con Dios, ya sea en nuestra vida diaria, o en la liturgia). Acá la comprensión de la intención del autor es la clave. ¿Por qué utiliza ciertas formas y colores? Echemos un vistazo.
2. La forma de Almendra La escena se representa dentro una forma artística particular llamadamandorla (“tuerca de la almendra” en italiano). Es una forma oval formada por la superposición de dos círculos. Sirve como una especie de paréntesis dentro de un icono. Dentro de la mandorla, en este logotipo, vemos representada la encarnación de Cristo. La forma de almendra representa la unión de dos círculos, es decir, las dos naturalezas de Cristo: divina y humana. El almendro es también la primera planta en florecer cada año en Grecia y como tal, es un símbolo de la nueva vida y de la fertilidad.
3. Los Colores El rojo representa la sangre, la vida y sobre todo a Dios. El azul representa al hombre, la única criatura que sabe como aspirar al cielo. El Blanco tiene una variedad de significados: es el color del Espíritu Santo, ya que refleja la vida de la Trinidad y Cristo es blanco porque representa la luz que salva, la vida eterna del Hijo. La ropa de Adán (el hombre llevado por Jesús, del que hablaré más adelante) es de color verde (color de la humanidad), sin embargo, está tornándose oro (color de la divinidad) lo que representa el hecho de que Adán (y cada uno de nosotros) está participando en un proceso de divinización, es decir, llegar a ser como Dios a través de Jesucristo.
4. Las bandas de azul Las bandas azules, que se van tornando más oscuras hacia el interior, reflejan lo que se llama el camino apofático para reflexionar sobre Dios. Esto significa que a menudo es más fácil hablar de Dios –Inefable, Infinito, El ser en sí– describiendo lo que no es. Esta es la razón por la que lamandorla que rodea a Cristo muestra bandas concéntricas de sombreado que son más oscuras hacia el centro, en lugar de más claras. Tenemos que pasar a través de las etapas de lo que parece aumentar el misterio y lo desconocido, con el fin de encontrar a Jesucristo. En un sentido misterioso, este punto de vista nos llama siempre hacia el interior en la reflexión. En esta imagen la profundidad de la sombra negra nos sugiere la impenetrabilidad del amor del Padre que perdona todo y los tres óvalos concéntricos, con colores progresivamente más claros a medida que avanzamos hacia el exterior, aluden al movimiento de Cristo que por su Encarnación lleva a la humanidad de la noche del pecado y de la muerte, a la luz de su amor y de su perdón.
5. El hombre en hombros de Jesús El logotipo nos muestra a Jesús llevando a un hombre sobre sus hombros. El Padre Rupnik nos dice que se trata de Jesús como el Buen Pastor llevando a Adán en sus hombros.Cuando Jesús encuentra a su “oveja perdida” reúne a sus amigos y vecinos y les dice:“Alégrense conmigo, porque he hallado mi oveja perdida” (Lucas 15: 5-6). Otros han ofrecido la parábola del buen samaritano como medio para reflexionar sobre el logotipo. Esta parábola nos recuerda al samaritano que se detiene para ayudar a un hombre en el camino. Jesús pide al oyente: “¿Cuál de estos tres, en su opinión, era vecino de la víctima de los ladrones” (Lucas 10: 36-37).
6. Una mirada compartida Una de las características más llamativas de la imagen es el hecho de queJesús y el hombre sobre sus hombros comparten un ojo (esto no tiene absolutamente nada que ver con la teoría del “tercer ojo”). Cristo ve con los ojos de Adán y Adán con los ojos de Cristo. Cada persona descubre en Cristo, el nuevo Adán, la propia humanidad y el propio futuro, contemplando en su mirada el amor del Padre. El Padre Rupnik explica que la mirada de Dios al hombre le permite comprenderse a sí mismo. Dio revela de tal manera que el hombre es capaz de ver. Solo en la mirada del Padre podemos realmente entender lo que somos, nuestra identidad: hijos e hijas de Dios Padre.
1. ¿Qué son las obras de misericordia 1. ¿Qué son las obras de misericordia? Las obras de misericordia son acciones caritativas mediante las cuales ayudamos a nuestro prójimo en sus necesidades corporales y espirituales. Instruir, aconsejar, consolar, confortar, son obras espirituales de misericordia, como también lo son perdonar y sufrir con paciencia. Las obras de misericordia corporales consisten especialmente en dar de comer al hambriento, dar techo a quien no lo tiene, vestir al desnudo, visitar a los enfermos y a los presos, enterrar a los muertos). Entre estas obras, la limosna hecha a los pobres es uno de los principales testimonios de la caridad fraterna; es también una práctica de justicia que agrada a Dios Catecismo de la Iglesia Católica, 2447 Es mi vivo deseo que el pueblo cristiano reflexione durante el Jubileo sobre las obras de misericordia corporales y espirituales. Será un modo para despertar nuestra conciencia, muchas veces aletargada ante el drama de la pobreza, y para entrar todavía más en el corazón del Evangelio, donde los pobres son los privilegiados de la misericordia divina. La predicación de Jesús nos presenta estas obras de misericordia para que podamos darnos cuenta si vivimos o no como discípulos suyos. Redescubramos las obras de misericordia corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, acoger al forastero, asistir los enfermos, visitar a los presos, enterrar a los muertos. Y no olvidemos las obras de misericordia espirituales: dar consejo al que lo necesita, enseñar al que no sabe, corregir al que yerra, consolar al triste, perdonar las ofensas, soportar con paciencia las personas molestas, rogar a Dios por los vivos y por los difuntos. Papa Francisco,
¿Cuáles son las obras de misericordia ¿Cuáles son las obras de misericordia? Hay catorce obras de misericordia: siete corporales y siete espirituales. Obras de misericordia corporales: 1) Visitar a los enfermos 2) Dar de comer al hambriento 3) Dar de beber al sediento 4) Dar posada al peregrino 5) Vestir al desnudo 6) Visitar a los presos 7) Enterrar a los difuntos Obras de misericordia espirituales: 1) Enseñar al que no sabe 2) Dar buen consejo al que lo necesita 3) Corregir al que se equivoca 4) Perdonar al que nos ofende 5) Consolar al triste 6) Sufrir con paciencia los defectos del prójimo 7) Rezar a Dios por los vivos y por los difuntos. Las obras de misericordia corporales, en su mayoría surgen de una lista hecha por Jesucristo en su descripción del Juicio Final. La lista de las obras de misericordia espirituales la ha tomado la Iglesia de otros textos que están a lo largo de la Biblia y de actitudes y enseñanzas del mismo Cristo: el perdón, la corrección fraterna, el consuelo, soportar el sufrimiento, etc.
Enseñar al que no sabe. Es importante que cooperemos con nuestros hermanos, pero es mas importante enseñarles a realizar por ellos mismos aquello que no saben. Por ello, enseñémosle a orar, a perdonar, a perdonarse, a compartir, etc.
2. Dar buen consejo al que lo necesita. Para dar buen consejo es necesario que nosotros mismos hayamos sido aconsejados por un director espiritual, que nos ayude a orar a Dios Padre, para que nos envíe su Santo Espíritu y nos regale el don de consejo. Así, bajo la guía del Señor, tanto nuestras palabras como nuestro actuar, serán un constante aconsejar a los que lo necesitan.
3. Corregir al que se equivoca. Muchas veces nos enojamos o reímos cuando vemos a algún hermano equivocarse, olvidándosenos que no somos perfectos e inevitablemente nos equivocaremos también. Pensemos, ¿nos gustaría que se rieran de nosotros?, definitivamente NO, así que, cuando alguien se equivoque corrijámoslo con amor fraternal para que no lo vuelva a hacer.
4. Perdonar al que nos ofende. ¡Que difícil!, tanto que Jesús nos dice que debemos perdonar 70 veces 7, es decir, SIEMPRE. Además en el Padre Nuestro, nos pone la condición de PERDONAR NUESTROS OFENSAS, COMO NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN. Así que, a perdonar, perdonar, perdonar....
5. Consolar al triste. Jesús nos ha dicho: "Dichosos los que lloran porque serán consolados". El consuelo de Dios, por medio de su Espíritu Santo, nos consuela. Pero, además, Dios se vale de nosotros para consolar a los demás. No se trata de decir: no llore, sino de buscar en las Escrituras, las palabras que mejor se adecúen a la situación. En los salmos podremos encontrar esa palabra de consuelo que requerimos, por eso, es conveniente recitarlos y meditarlos constantemente.
6. Sufrir con paciencia los defectos del prójimo. ¡Que fácil es ver la paja en el ojo del prójimo y no vemos la viga en el nuestro!. Cuando seamos capaces de disimular los defectos de nuestro hermano, estaremos colaborando en la construcción del Reino del Señor. Tengamos paciencia con los ancianos, los niños, el vecino, el compañero de trabajo y ellos la tendran con nosotros, en nuestros defectos.
7. Rogar a Dios por los vivos y los difuntos. Cuando escucho a mis hijos orar pidiendo a Diosito por nosotros, por sus hermanos, por sus compañeros de escuela y por sus abuelitos ya fallecidos, me siento agradecido de saber que muchos elevan una oración al Creador por mi y por mis familiares o amigos que se me adelantaron a la casa del Padre. Cada oración es una intercesión, y el Señor nos pide que oremos unos por otros para mantenernos firmes en la fe, así como El oró por Pedro para que una vez confirmado, le ayudara a sus hermanos.