Primer Domingo de Cuaresma Las Tentaciones Mateo 4, 1-11 “El Espíritu lo fue llevando por el desierto, mientras era tentado”.

Señor Jesús, quiero entrar contigo en el desierto, dejar un poco de lado mis distracciones y regalarte algo más de mi tiempo y de mi vida. Purifícame, Jesús, libérame de todo lo que me estorba para que pueda trabajar contigo en la construcción de tu Reino.

“Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán Segundo de Cuaresma La Transfiguración Mateo 17, 1-9 “Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder”.

Te doy gracias Señor, por los signos de tu gloria que me regalas en medio de las asperezas de esta vida. Pero no dejes que me evada en las experiencias bellas y dame la fortaleza y la luz para bajar de la montaña con el deseo de entregar mi vida.

Tercer Domingo de Cuaresma El Encuentro con la Samaritana Juan 4, 5-42 “Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice: «Dame de beber», tú misma se lo hubieras pedido, y él te habría dado agua viva”.

Dame a beber de Ti, para que nunca más tenga sed, Señor, habla a mi corazón, siéntate junto a mi pozo y sedúceme con tu Palabra. Tengo sed de Ti Señor, y solo tu agua viva puede saciar la intensa sed que hay en mi interior. Dame a beber de Ti, para que nunca más tenga sed,

Cuarto Domingo de Cuaresma Jesús devuelve la vista al Ciego de Nacimiento Juan 9, 1-41 “«Ve a lavarte a la piscina de Siloé», que significa "Enviado". El ciego fue, se lavó y, al regresar, ya veía. ”.

toca mi mirada interior y devuélveme la luz. Señor, Tú que eres la luz de mi vida, el que puede disipar mis peores oscuridades, toca mi mirada interior y devuélveme la luz. Haz que te vea Señor, y que vea lo que quieres para mi. Ilumina mi camino y sana mis cegueras.

Quinto Domingo de Cuaresma Jesús Resucita a Lázaro Juan 11, 1-45 Jesús le dijo: «Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá: y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás».

renueva mi ser, mata al hombre viejo que llevo dentro Señor, Tú que eres la Resurrección y la Vida, lléname de la Vida nueva de tu gracia, renueva mi ser, mata al hombre viejo que llevo dentro e inúndame con la vida del hombre nuevo que eres Tú. Jesús Resucitado.

Oraciones de Víctor M. Fernández. Tomadas del libro “El Evangelio de cada día”. Ediciones San Pablo Dibujos: Fano

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