Una Cosa Tengo Que Decirte. Pero Una Cosa Hago Una Cosa Sé

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Serie “El Evangelio según Juan”. Juan 9:1-41 Pastor Yaciel Toledo.
Transcripción de la presentación:

Una Cosa Tengo Que Decirte. Pero Una Cosa Hago Una Cosa Sé 1 Una Cosa Tengo Que Decirte. 2 Pero Una Cosa Hago 3 Una Cosa Sé 4 Una Cosa He Demandado A Jehová 5 Una Cosa Es Necesaria 6 Una Cosa Te Falta 7 De Ninguna Cosa Hago Caso 8 De Una Cosa Estoy Seguro

Una Cosa Tengo Que Decirte. 1 Sábado 23 de Abril Una Cosa Tengo Que Decirte. Índice

BASE BÍBLICA: Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. (Lucas 7:40). INTRODUCCIÓN. Hoy iniciamos con el tema titulado: ”Una cosa tengo que decirte”. Son palabras que Jesús dirigió a Simón el fariseo y leproso, con el propósito de dar paz para su vida. Te invito a que nos acompañes cada noche e invites a tus familiares, amigos, y vecinos para que juntos compartamos y experimentemos el gozo de una paz transformadora.

El profeta Isaías dijo: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías 26: 3). Lamentablemente, el pecado ha destruido nuestra paz. Pero no te olvides; Jesús quién aquietó la furiosa tormenta en el mar de Galilea, es el mismo que puede traer paz a tu alma. Sólo tú tienes que clamar: “Señor sálvame” y al momento encontrarás; liberación, gracia, reconciliación, amor, paz y descanso.

Jesús antes de dejar a sus discípulos los alentó diciendo: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. “(Juan 14: 27). La vida del Salvador sobre la tierra, aunque vivida en medio del conflicto, era una vida de paz. Así también el corazón que está en armonía con Dios es partícipe de la paz del Cielo, y difundirá su bendita influencia a su alrededor. Elena G. de White dice; El espíritu de paz descansará como rocío sobre los corazones cansados y cargados con la lucha mundanal. (Signs of the Times, 27 de diciembre de 1905).

UNA COSA TENGO QUE DECIRTE, PARA QUE TENGAS PAZ A TU VIDA UNA COSA TENGO QUE DECIRTE, PARA QUE TENGAS PAZ A TU VIDA. Jesús, siempre se acercó a las personas pero, de una manera especial se acercó a publicanos, rameras y pecadores. Aunque frecuentemente comía con ellos, no era cómplice de sus pecados, desafortunadamente se ganó el sobrenombre de “amigo de publicanos y pecadores” (Mat.11:19). Fue amigo de ellos porque los amó y les ayudo a traer paz a sus vidas.

Jesús, utilizó la palabra “amigo” para referirse a lo que hoy nosotros consideraríamos; un “camarada” un “socio” un “compañero”. Jesús le dijo “amigo” al hombre que entró a la fiesta de bodas sin la ropa apropiada (Mat. 22:12). Le dijo: “amigo” al hombre que se disgustó porque creía que el pago de su salario era injusto (Mat. 20:13).

Dijo nuestro “amigo” Lázaro duerme; más voy a despertarle (Juan 11:11) Dijo nuestro “amigo” Lázaro duerme; más voy a despertarle (Juan 11:11). Aun a Judas le dijo: “amigo”, cuando entregó a Jesús. En esta ocasión no mencionó por su nombre para guardar su identidad (Mat. 26:50). Jesús también dijo a sus discípulos; vosotros sois mis “amigos”……ya no les llamaré siervos, sino que os he llamado amigos (Juan 14:14,15).

Con mucho acierto el sabio dijo: “El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; “Y amigo hay más unido que un hermano.” (Prov. 18: 24.). Dando énfasis que el “amigo” siempre estará a tu lado y aun en las dificultades no nos abandonará. 1. Jesús en Capernaúm, en la casa de su amigo Leví. (Luc. 5:27- 33). Un día Jesús fue a Capernaúm (Mateo 9:9), al pasar por la puerta de la cuidad vio a un publicano (cobrador de impuestos),

cuando Jesús vio a Leví que estaba sentado al banco de los tributos públicos, lo primero que hizo fue amarlo, después se compadeció de él y luego lo llamó. Se dice que Levi era una persona educada porque conocía bien el griego y el arameo, además era una persona con cierto conocimiento académico por eso había sido contratado por Herodes Antipas. Lamentablemente por ser cobrador de impuestos, era odiado por la mayoría de los habitantes de Capernaúm, porque creían que Leví cobraba los impuestos de la tierra que pertenece a Jehová para entregarlo al imperio pagano.

Cuando el doctor Lucas dice; que Jesús vio a Leví, está usando el sinónimo de “contemplar”, “mirar con atención”. Cristo observó intensamente a Leví como si estuviera estudiando su carácter. Una vez que estudió su carácter, lo llamó por su nombre y le dijo; Leví, “sígueme”. Admiro la actitud de Levi; y dejándolo todo, se levantó y le siguió (Luc.5:28). Cuando Jesús llamó a Leví, este no puso ningún pretexto o excusa; al instante dejo todo y no volvió a su negoció.

Si Jesús te mirara y te llamara por tu nombre y te dijera “sígueme” ¿Cuál sería tu respuesta? Leví una vez que fue amado, llamado y aceptado, lo primero que se le ocurrió fue hacer una fiesta en honor a Jesús y sus discípulos. A ese banquete fueron invitados sus amigos, y los anteriores asociados cobradores de impuestos (publicanos), escribas y fariseos. (Mar. 2:14-17). En esa comida Leví dijo a los presentes: “Hoy dejo de ser cobrador de impuestos, y ahora me convertiré en seguidor de Jesús”

Esta decisión de seguir a Jesús fue muy criticada por los presentes, quienes murmuraban contra Levi diciendo; ¿cómo va a dejar su trabajo? ¿De qué va a mantener a su familia? Al ver que Leví estaba bien decidido, y que nada lo desanimaría, empezaron a criticar a Jesús diciendo; este no sabe a quién acepta como su seguidor. Para una persona inconforme nada le gusta y a todo le encuentra.

Hoy debemos agradecer a Jesús por el llamado que Jesús le hizo a Leví-Mateo, invitándolo a abandonar una vida de actividad comercial al servicio de Roma, porque así como llamó a Leví hoy también te puede llamar a ti. Gracias a ese llamado hoy tenemos el evangelio de Mateo, que habla de un hombre transformado por la gracia de Cristo Jesús. Gracias Jesús porque cuando viste a Leví Mateo y lo llamaste no miraste en él lo que era, sino lo que podía llegar a ser, una vez transformado por tu gracia.

Bien dijo el escritor alemán Goethe, “si usted trata a una persona como es, permanecerá como es; pero si se trata como debería y podría llegar a ser, se tornará en una persona más grande y mejor”. 2. Jesús en Jericó, en la casa de su amigo Zaqueo. (Lucas 19: 1-10) Un día, Jesús llegó a otra aldea llamada Jericó, allí vivía y trabajaba Zaqueo, quién también era jefe de los publicanos (cobradores de impuestos).

Este hombre además de ser jefe era muy rico (Luc. 19:1- 10) Este hombre además de ser jefe era muy rico (Luc. 19:1- 10). Jericó era conocida por sus cobradores de impuestos. Era un lugar donde cualquier judío podía convertirse en traidor de su propio pueblo, pasarse a los romanos y de esa forma gozar de una vida regalada. Jericó era un lugar donde el que quería rico, porque recibía una porción de los impuestos que recolectaba. Mientras más recolectaba, más grande era su porción, y si al calcular su parte era además fraudulento, mayor era el incremento de sus riquezas. De esa clase de hombres era Zaqueo.

La historia de Zaqueo es interesante, porque ilustra y establece la misión de Jesús. Zaqueo tenía el deseo intenso de ver a Jesús. Este publicano había oído que Jesús iba a venir a la ciudad. Y Antes de que Jesús fuera a Jericó el Señor ya había enviado a su Espíritu para que tocara el corazón de Zaqueo. El relato dice que Zaqueo deseaba ver quien era Jesús. No dice que deseaba ver lo que hacía o lo que decía. Deseaba ver quién era. Estaba interesado en llegar al corazón del asunto. Una cosa es saber algo acerca de lo que Jesús dijo; otra cosa es conocerlo.

Zaqueo al principio sólo quería mirar a Jesús de lejos, por temor a ser rechazado. Quiero decirte que el temor es normal en toda persona. Te acuerdas cuando prendieron a Jesús y le condujeron a la casa del sumo sacerdote. Y Pedro le seguía de lejos (Lucas 22:54), por falta de valor para manifestarse abiertamente como seguidor de Jesús. Cuando Jesús murió, a la distancia estaban allí muchas mujeres mirando de lejos (Mat. 27:55), también miraban sólo de lejos por temor. En el caso del hijo prodigo, cuando decidió ir a su padre; cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó (Luc. 15:20).

En el caso de Zaqueo al principio quería mirar solo de lejos, pero al final se dio cuenta que actuar de esa forma no funcionaba, porque se encontró con dos problemas. Primer problema. La multitud era su obstáculo. Curiosamente aquellos que querían ver a Jesús con entusiasmó y fervor eran los culpables de bloquear la visión de Zaqueo. Segundo problema. Provenía de él mismo, porque era pequeño de estatura. Así que buscó de una forma rápida y de forma creativa una solución. Averiguo porqué camino pasaría, entonces se adelantó rápidamente y se subió al sicómoro.

Como notamos, Zaqueo creyó que era el único que quería encontrarse y ver a Jesús, por lo tanto ignoró a los demás. Mientras Jesús iba por el camino parecía indiferente, pero al llegar debajo del árbol; Jesús miró hacia arriba lo vio, y lo llamo por su nombre. “Mirar hacia arriba” es una figura bíblica que significa mirar las cosas del cielo y de Dios. El apóstol Pablo nos invita a mirar hacia arriba para ver a “Cristo sentado a la diestra de Dios” (Col. 3:1). Porque mirar hacia arriba significa en primer lugar es buscar a Cristo para mantener una verdadera comunión.

Cuando Jesús llegó debajo del sicomoro miró hacia arriba Cuando Jesús llegó debajo del sicomoro miró hacia arriba. Le vio y le dijo: Zaqueo date prisa, desciende, porque hoy es necesario que yo pase la noche en tu casa. Al invitarse a la casa de Zaqueo. Jesús estaba implemente aceptando la invitación que ya la había hecho éste en su corazón. Entonces él descendió aprisa, y le recibió gozoso. Es importante destacar que Jesús le dice que era necesario ir a su casa (Luc. 19:10). Jesús le estaba facilitando la tarea de descender de su árbol; físico, material y espiritual.

Jesús sabía que un hombre rico de la posición de Zaqueo seguramente tenía amplias comodidades para recibir visitas, y Jesús sabía que Zaqueo no se sentiría molesto aunque las visitas le llegaran inesperadamente. Siendo que Zaqueo había deseado ardientemente tener la oportunidad de ver a Jesús (Luc. 19: 3), se sintió muy honrado y satisfecho al tener el privilegio de recibir en su casa al gran Maestro. Jesús fue a su casa de Zaqueo, con el propósito de instruirlo en el camino del reino, y que gozará del privilegio de la salvación (Luc. 19:9,10) y logró su objetivo.

En ese día estaban presentes muchos habitantes de Jericó a quienes Zaqueo o sus agentes les habían robado, y que lo consideraban como ladrón. “Al ver esto, todos murmuraban, diciendo que había entrado a posar con un hombre pecador” (Luc. 19:7). Las personas cada vez que usan la murmuración, lo hacen con la intención de desanimar a la persona, si no lo logran ahora dan el siguiente paso; gritan para callarlo, si no logran nada, ahora amenazan y están listos para golpear a la persona.

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús dijo a los presentes: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham (Luc. 19:8,9). Zaqueo había comenzado a devolver sus ganancias fraudulentas (Luc. 19:8);

y ahora se propuso restituir leal y sistemáticamente todo lo que había obtenido ilícitamente. Lo devolvería por cuadruplicado. Esta cantidad superaría lo que los sacerdotes, escribas y fariseos exigirían. El devolver cuatro veces lo robado era uno de los castigos extremos (Éxo. 22: 1). La suma que debía devolverse era, por lo general, el doble de lo robado, si la propiedad o el dinero robado se hallaban en poder del ladrón (Éxo. 22: 4, 7).

La cantidad que Zaqueo prometió devolver era la mejor evidencia posible de que su corazón había experimentado un cambio. ¿Qué estás dispuesto a devolver? Con la historia de Zaqueo podemos aprender cinco lecciones importantes: 1).Todos tenemos a un salvador personal, que en medio de toda la multitud se dirige a una persona y la llama por su nombre. 2). En Cristo tenemos un Salvador que siempre toma la iniciativa, que no espera ser invitado. 3). Cuando Jesús llega a tu hogar, siempre traerá gozo y felicidad. 4).

Cristo siempre transforma nuestras vidas y santifica nuestro ser Cristo siempre transforma nuestras vidas y santifica nuestro ser. Solo con la presencia de Cristo Zaqueo abandona su egoísmo. 5). En Cristo siempre tendremos un salvador poderoso. Haciendo lo imposible, pasando al camello publicano por el ojo de una aguja. 3. Jesús en Betania, la casa de su amigo Simón el leproso. Llegamos al personaje central de nuestro tema.

En esta ocasión, Jesús llegó a Betania seis días antes de la Pascua, y de acuerdo con su costumbre había buscado descanso en la casa de Lázaro. Pronto se difundió la noticia que pasaría el sábado en Betania. Muchos se dirigieron a Betania, algunos llevados por la simpatía para con Jesús, y otros por la curiosidad de ver a Lázaro al que había sido resucitado unos meses antes. Estando Jesús en Betania, es invitado por simón el fariseo quien había sido leproso. Simón físicamente era fácil de reconocerlo porque en su rostro llevaba las

cicatrices, visibles de la lepra y evidencias suficientes para no olvidar su pasado. cicatrices, visibles de la lepra y evidencias suficientes para no olvidar su pasado. Simón, preparó un banquete y decidió invitar a Jesús como su invitado de honor, dicha invitación era para expresar su gratitud por haberlo curado de su lepra (Mat. 26: 6; DTG. Pág. 511). Una vez estando en la casa de Simón, Jesús se sentó a la mesa (Mar 2: 15).

Esa tarde era muy especial Esa tarde era muy especial. Simón estaba a un lado de Jesús y Lázaro al otro para participar de la cena (DTG. Pág. 512). Mientras participaban de la cena, María de Betania, o también conocida María Magdalena vino discretamente trayendo un perfume “de nardo puro de mucho precio” (Mar 14: 3; Juan 12: 3), el regalo era tan valioso, digno de los reyes de la tierra, y que para María representaba un gran sacrificio personal (DTG 513, 517). María en esa tarde ungió, abrazó y besó los pies de Jesús con un perfume costoso (Luc.7: 38).

Abrazar y besar los pies de una persona era una demostración enteramente apropiada y respetable que significaba aprecio por una persona (Mat. 28: 9). Al ver que Jesús no dice nada y permitir que María lo tocará, Simón no podía creer lo que estaba mirando. Su orgullo de fariseo se había ofendido. Miró a su alrededor y pensó que muchos de sus huéspedes estaban mirando a Jesús con desconfianza y desagrado. Entonces, Simón llegó a la conclusión de que Jesús no podía ser el profeta, predicho por Moisés (Deut. 18: 15; Juan 1: 21), porque si lo fuera, pensaba él, Jesús sabría,

qué clase de mujer era María qué clase de mujer era María. Entonces le dio un sobrenombre; “esta es pecadora” (Luc.7:39). En silencio criticó a Jesús, Simón pensó; ¿por qué Jesús permite que esa mujer realice su acción de gratitud sin reprenderla? Jesús conocía bien las intenciones del corazón de María y de Simón. Lo que Simón no sabía es que Jesús conocía no sólo su pasado sino aun conocía lo que él estaba pensando en ese instante.

El evangelio de Juan registra que Jesús: “No tiene necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre, pues él sabe todas las cosas” (Juan 2:25). “Y él sabe todas las cosas” (Juan 3:20). “A Dios le es manifiesto lo que somos” (2 Cor. 5:11). Jesús, entonces llamando la atención a Simón le dice: “Una cosa tengo que decirte”. Y él le dijo: Di, Maestro. Simón pensaba que Jesús le iba a agradecer o felicitar por la invitación que le hizo, por eso respondió prestamente diciendo: Di, maestro. Pero Jesús va a responder a una pregunta que Simón se hacía en silencio.

Jesús le presenta la parábola del prestamista y los dos deudores (Luc Jesús le presenta la parábola del prestamista y los dos deudores (Luc. 7: 41-43). Uno debía quinientos denarios (1.947,5 Kg de plata) en moneda romana. Recordemos que el salario de un jornalero era un denario por día (Mat. 20: 2). Por lo tanto la deuda era enorme, y difícil de pagar. El otro debía cincuenta denarios, pero como los dos no tienen para pagar la única alternativa era venderlos como esclavos (Mat.18:25) para pagar su deuda, pero el prestamista sin dudar les perdonó la deuda a los dos.

Los dos deudores de esta parábola representan a Simón y la María Los dos deudores de esta parábola representan a Simón y la María. Cada uno tenía una deuda de gratitud que nunca podrían pagar. En ese momento Simón se sentía más justo que María, y Jesús deseaba que viese cuán grande era realmente su culpa. Jesús deseaba mostrarle que su pecado superaba al de María en la medida en que la deuda de quinientos denarios excedía a la de cincuenta (DTG Pág.520-521). Entonces Jesús le pregunta ¿cuál de ellos le amará más? Jesús ama a los dos, pero hay uno que le ama más.

Sin dudar Simón respondió: pienso que le va amar más al que le perdonó más (Luc. 7:42). Y Jesús le dijo: Rectamente has juzgado. Con esta respuesta, Simón dictó su propia sentencia. Simón ahora empezó a verse a sí mismo. Cristo había leído el corazón. Apenado de vergüenza, comprendió que estaba en la presencia de uno que era superior a él. Entonces, Simón fue conmovido por la bondad, agradeció a Jesús al no censurarle abiertamente delante de los huéspedes, porque sabía que era culpable del pecado de la mujer a quien ahora despreciaba.

Y Jesús vuelto a la mujer le dijo a Simón: ¿ves esta mujer Y Jesús vuelto a la mujer le dijo a Simón: ¿ves esta mujer? Ahora Cristo enumeró tres oportunidades que Simón había tenido, desde que Jesús llegó a su hogar pero creyendo que no era necesario, lo pasó por alto. 1. No me diste agua (Luc.7:44). Pero María ha lavado mis pies con lágrimas y lo ha secado con sus cabellos. 2. No me diste beso (Luc 7:45). Pero María, a la que tú desprecias, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies.

3. No me diste aceite (Luc. 7: 46) 3. No me diste aceite (Luc.7: 46). Simón tú no has gastado ni siquiera en el aceite de oliva común usado en palestina para ungir mi cabeza, pero María ha derramado del perfume o ungüento más caro y lo ha derramado no en mi cabeza, sino a mis pies (Luc.7:37). Jesús dijo; María no ha cesado. Lo que ella hace lo hace de una manera constantemente. Simón tu hospitalidad es insignificante en comparación con la ilimitada gratitud de María. Simón fue hospitalario, pero podría haber hecho más de lo que hizo.

Jesús le dijo que hay una gran diferencia en el motivo de hacer las cosas. Este contraste reflejaba la actitud del corazón de cada uno. María ejecutó su acto de gratitud no como una obligación, sino como expresión de un corazón desbordante de amor y gratitud. LLAMADO Apreciado hermano, es probable que en algún momento de tu vida has actuado como Simón, pero hoy damos gracias a Dios porque Jesús te ofrece el perdón. En este día el Señor también te está mirando y te está llamando por tu nombre y te dice; “Una cosa quiero decirte” para que tengas paz en tu vida.

A Leví Mateo le dijo: “sígueme” este levantándose le siguió, para no volver jamás al mismo lugar. ¿Actuaras como lo hizo Leví Mateo? Jesús en esta hora te dice; “Una cosa quiero decirte” “desciende hoy me quiero hospedar en tu casa” ¿actuaras como lo hizo Zaqueo”. Entonces descendió a prisa y le recibió gozoso. O te iras triste a tu casa como se fue el joven rico.

Jesús en esta hora te dice; “Una cosa quiero decirte” ¿Estás dispuesto a responder como Simón el fariseo? Di Señor. Pregúntate en esta hora ¿Qué te quiere decir el Señor? Recuerda el Señor conoce lo que pensamos y sentimos a cada momento. Él ya sabe tu decisión, pero los que estamos aquí presentes no lo sabemos, por eso es necesario invitar, y llamar a las personas.

Simón al invitar a Jesús a una cena, nunca se imaginó que en ese día su vida sería transformada y en esa hora llegará la paz para su vida. Aunque Simón se consideraba un discípulo de Jesús, pero hasta ese momento no le había aceptado como Salvador personal. Como consecuencia su carácter no había sido transformado; y sus principios no habían cambiado (DTG. Pág. 512).

Es probable que tú ya vienes a la iglesia con regularidad, convives con la hermandad, prácticas algunos principios. Quiero decirle has tomado la mejor decisión. Pero en esta hora el Señor te mira y te llama por tu nombre y te dice: “Una cosa quiero decirte” Te invito a que le digas al Señor: Señor, Hoy quiero decirte; seré diferente. Señor, hoy quiero decirte; seré feliz. Señor, hoy quiero entregar mi vida a ti. Señor, hoy quiero bautizarme.

Jesús dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame” (Mat. 16: 24). Aunque esta palabras fueron dirigidas a los discípulos (Luc. 9: 23). También hoy se aplican a nosotros. Entonces debes tomar tu cruz, es decir, asumo la responsabilidad que acompañan al discipulado, La cruz no era un instrumento judío, sino romano, que servía para ejecutar a los criminales. En los días de Cristo la cruz era bien conocida en Palestina. Un criminal condenado a morir crucificado, tomaba literalmente la cruz en la

que sería crucificado, que llevaba hasta el lugar de la ejecución que sería crucificado, que llevaba hasta el lugar de la ejecución. Jesús se está refiriendo a esta costumbre. La persona debe estar dispuesto a hacer frente a la misma muerte (Mat.16: 21-22). En el evangelio de Lucas, Cristo presentó la idea de que los discípulos debían tomar su cruz “cada día” (Luc. 9: 23), es decir debían consagrarse a la vida de servicio a la cual habían sido llamados. El evangelio de Mateo dice; “Y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí” (Mateo 10:38).

¿Quieres ser un discípulo de Jesús ¿Quieres ser un discípulo de Jesús? entonces hoy debes hacer dos cosas; tomar la cruz de Cristo y seguir a Jesús, porque el que no hace esto no es seguidor de Jesús. Hay personas que buscan a Jesús, lo encuentran, y hallan la satisfacción suprema de la vida. Pero lamentablemente hay quienes lo buscan, lo encuentran y no lo siguen.

En esta hora el Señor te dice: Una cosa tengo que decirte y podrás responder; ¡Di Maestro! Deseo orar por las visitas aquí, vengan por favor. Si hay un hermano que también desea reconsagrar su vida al Señor no lo dudes ven a Jesús. - ORAC I Ó N -

2 Domingo 24 de Abril Pero Una Cosa Hago Índice

BASE BÍBLICA: “Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta.” (Fil. 3: 13, 14). INTRODUCCIÓN. La Biblia presenta a Cristo como el “Príncipe de paz”, y su misión es devolver al cielo y a la tierra la paz destruida por el pecado. Pablo dijo: “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por nuestro de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5: 1). Quien consienta en renunciar al pecado y abra el corazón al amor de Cristo participará de esta paz celestial.

No hay otro fundamento para la paz No hay otro fundamento para la paz. La gracia de Cristo, aceptada en el corazón, vence la enemistad, apacigua la lucha y llena el alma de amor. El corazón que está de acuerdo con Dios participa de la paz del cielo y esparcirá a su alrededor una influencia bendita. El espíritu de paz se asentará como rocío sobre los corazones cansados y turbados por las vicisitudes de la vida.

Muchos líderes bíblicos salieron victoriosos y gozaron de paz en su vida porque tenían su visión y su misión bien definida. La visión te muestra dónde quieres llegar, y la misión te muestra el camino y las herramientas para llegar. Alguien dijo: Esfuerzo sin visión es simplemente una práctica y una visión sin esfuerzo es simplemente un sueño.

David, cuando fue ante Goliat él dijo: “Tu vienes a mí con lanza y jabalina; más yo voy a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos” (1 Sam.16:45). Jehová te entregará hoy en mi mano y yo te venceré; y te cortaré la cabeza. Escucha los verbos que utiliza; entregar, vencer, cortar. Nehemías, cuando estaba reconstruyendo las murallas de Jerusalén, sus adversarios lo enviaron a llamar con la intención de distraerlo del trabajo de reconstrucción.

Él no quiso ir, solamente les envió un mensaje diciendo: “Yo hago una gran obra, y no puedo ir; porque cesaría la obra, dejándola yo para ir a vosotros” (Neh.6:3). Nehemías estaba seguro de su visión y misión, por eso ningún evento o circunstancia lo hizo cambiar de parecer. Pedro, le dijo al Paralítico. “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy; en el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda. Y tomándole por la mano derecha le levantó;

y al momento se le afirmaron los pies y tobillos; y saltando, se puso en pie y anduvo; y entró con ellos en el templo, andando, y saltando, y alabando a Dios” (Hec.3:6- 8). Josué, cuando estaba cerca de Jericó alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Josué yendo hacia él, le dijo: ¿eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? (Josué 5:13). Gracias a esa decisión, Josué descubrió que era Dios mismo que se presentó para animarlo y darle confianza.

Pablo, para animar y motivar a los cristianos, dijo: “Pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está adelante, prosigo a la meta.” (Fil. 3: 13, 14). El apóstol pablo, tenía bien claro su visión y su misión. Para él todas las cosas eran necesarias, pero había cosas más importantes e indispensables. Su visión y misión era; predicar el evangelio, a los judíos y a los gentiles por eso dijo: “Una cosa hago”.

Todo creyente emprendedor, debe pensar que perderá la vida eterna si fracasa en su visión y misión. Nadie debe permitir que nada lo desvíe de la senda que se propuso. Nosotros de la misma manera debemos poner a un lado todo obstáculo, para poder seguir avanzando hasta lograr nuestro objetivo. Séneca dijo: si un hombre no sabe a qué puerto quiere llegar, cualquier viento le es contrario.

Siendo que toda persona debe tener bien claro cuál es su visión y su misión, porque sólo así tendrá paz para su vida y salir victorioso. Entonces hay que olvidar tres cosas. 1. OLVIDA TUS ÉXITOS. (Juec. 13-14). a. El cristiano debe olvidar sus éxitos. Se dice que las personas son más vulnerables en el éxito. Hay personas que planean; pensando que nada malo les sucederá.

“Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá un año, y traficaremos, y ganaremos” (Sant. 4:13). Siempre hay que tomar en cuenta a Dios en nuestras actividades diarias porque nos podemos llevar sorpresas. El sabio dijo: “No te jactes del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.” (Prov.27:1). b. ¡Cuidado! Con la confianza y la seguridad en uno mismo. Se dice que con frecuencia la gente puede ser más vulnerable, cuando parece tener éxito.

Así ocurrió con Salomón cuando Dios le dio la “Anchura de corazón” (1 Reyes 4:29), que es la capacidad de comprender los principios que rigen las emociones y la conducta humana. c. Cuando Salomón, consideró sus puntos fuertes como un patrimonio seguro, y los manejó como si él los hubiera creado, y lo descuido como si fueran posesiones indestructibles, entonces fue más susceptibles a los ataques de satanás. Y lo que Dios le había dado como una bendición se convirtió en una maldición.

d. Lo mismo sucedió con la experiencia de Sansón al fracasar (Jueces 13-14). El pueblo de Israel se había olvidado del verdadero Dios e hicieron lo malo y como consecuencia cayeron en manos de los filisteos y fueron oprimidos por cuarenta años. En su aflicción clamaron a Dios. Cierto día un ángel se aparece a la esposa de Manoa y le dice que va a quedar embarazada (Juec.13:3). Él ángel le dice; desde que sabes esta noticia no bebas vino ni sidra, ni comas cosa inmunda, porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar a Israel de mano de los filisteos.

e. Después de transcurrir algún tiempo e. Después de transcurrir algún tiempo. Sansón se calmó y estuvo dispuesto a volver a Dalila. Esta vez Dalila le dice: tú no me revelas el secreto de tu fuerza, porque no me amas sólo te estas burlando de mí. Y así fue venciendo para revelar la verdad acerca de su gran fuerza. f. El relato bíblico revela que Sansón era increíblemente insensato. En cualquier momento pudo haber puesto fin a las averiguaciones de Dalila con sólo dejarla y volverse a su casa.

Pero el principal defecto de Sansón no era tanto su necedad como su apasionamiento sensual, de esta forma poco a poco, lo llevó a perder el milagroso don divino de la fuerza sobrenatural. g. ¡Cuidado! tus éxitos del pasado te pueden llevar al fracaso en el presente. Recuerda lo que ya dijimos, cuando una persona tiene éxito se vuelve más vulnerable. Porque cuando experimenta algún éxito muchas veces lo interpreta como una aprobación divina. Cuando sucede eso en su ser ya no queda nada para controlar su ambicioso ego.

h. Porque cuando todo va bien la persona tiene la idea equivocada de que puede manejar las cosas por su propia fuerza y se olvida de la dependencia de Dios. Se dice que mil personas pueden manejar la adversidad, pero sólo uno puede manejar el éxito. 2. OLVIDA TUS FRACASOS. (2 Samuel 16). a. Para el ser humano fracasar no es agradable, aun la palabra fracaso; lleva una connotación negativa, pero quiero decirte que no todos los fracasos son negativos.

Se dice que el fracaso no significa que Dios no está contigo; sólo significa que Dios tiene un mejor propósito para ti. Fracaso no significa no has tratado de triunfar; significa que tú no has probado todo todavía. Fracaso no significa que es tiempo de retirarse del juego; solo significa que el triunfo vendrá en otro momento. Fracaso no significa; que no sentiremos vergüenza en algún momento; solo significa que nos atrevimos hacerlo.

Fracaso no significa que Dios no estaba contigo; solo significa que Dios tiene un mejor propósito para tu vida. Recuerda el fracaso es temporal y puede llevarnos al triunfo permanente. b. Existe una diferencia entre fracaso y derrota. El fracaso se acepta como una lección por asimilar, un pequeño pasó más hacia la meta final.

Los fracasos nos muestran el camino equivocado para no caer en la misma trampa. En cambio la derrota es la decisión de no volver a intentar, es renunciar ante los obstáculos, es resignarse a la posibilidad de convertir el fracaso en éxito. c. Dentro de los fracasos se dice que existe un fracaso creativo. Ejemplo; Tomas Alva Edison asistió a la escuela tres meses pero sus maestros lo declararon inepto para el estudio.

Por lo cual dejo de asistir a clases Por lo cual dejo de asistir a clases. En el sótano de su casa estableció un laboratorio y se puso a realizar experimentos, y cuando tenía 31 años; anuncio que había descubierto la bombilla eléctrica. Fracasó ciento de veces, pero cada vez que fracasaba; decía a sus ayudantes “ahora sabemos lo que no da resultado; vamos a descubrir lo que sirve” d. El fracaso creativo consiste en tropezar y caer, pero el fracaso por sí mismo no constituye un problema.

El problema consiste en no querer levantarse después de haber caído, y en no aprender nada del fracaso. Dios no busca gente que jamás haya fracasado, la mejor muestra es que te busca a ti y a mí. e. ¿Por qué tanto odio? ¿Por qué llamar sanguinario y perverso a David? Estas palabras explican la verdadera razón del odio y la virulencia de Simei. Estaba amargado porque la corona de Israel, fue quitada de la casa de Saúl, su tío, y había pasado a la de David.

f. El Señor había advertido al rey que debido a su pecado contra Betsabé y Urías, le vendrían castigos (2 Sam 12: 10-12). David sabía que merecía este castigo, y tan sólo se maravillaba que la bondad y misericordia de Dios lo hubieran demorado por tanto tiempo. Pero conociendo tanto la bondad y misericordia de Dios como su justicia, David no se desesperó sino miró hacia el porvenir cuando Dios intervendría otra vez y le restauraría el reino. 3. OLVIDA EL PASADO (Luc. 9:62). a. Hay personas se quitan la vida por tres motivos. Primer motivo. Tienen un falso concepto de sí mismos.

No sirvo para nada. Segundo motivo No sirvo para nada. Segundo motivo. Tienen un falso concepto de las personas que les rodean. Nadie me quiere todos me odian. Tercer motivo. Tienen un falso concepto del futuro. Piensan que son tan pecadores que no se salvarán. Pensando así. Entonces dicen no vale la pena vivir. La persona que “mira hacia atrás” no se está concentrando en la tarea que tiene a mano. Jesús nunca miró hacia atrás. Aunque sabía que le esperaba la muerte en la cruz, afirmó “su rostro para ir a Jerusalén” (Luc. 9: 51), si deseas seguirle, es indispensable ser firme en tu decisión (Juan 11: 16).

c. La Biblia hace fuerte énfasis que no debemos retroceder c. La Biblia hace fuerte énfasis que no debemos retroceder. “Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea que perezcas” (Gén.19:17). Jesús dijo: Acordaos de la mujer de Lot. (Luc. 17: 32). Cuando la esposa de Lot se atrevió a mirar hacia atrás, se quedó como una estatua de sal, por su apego a las cosas materiales de esta vida. Su deseo de aferrarse a las cosas que acababa de dejar en Sodoma le causó su muerte (Gén. 19: 26).

LLAMADO. Apreciado hermano, es necesario dejar el pasado, para vivir y disfrutar el presente a plenitud, y para disfrutar el posible futuro. Es cierto que el perdón no cambia el pasado, pero sí cambia el presente y abre una puerta de esperanza para el futuro. Con mucho acierto el profeta Isaías dijo: No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas (Isaías 43:18).

Hoy, te invito a hacer tres cosas: olvidar tus éxitos, olvidar tus fracasos, y olvidar tu pasado. Extiéndete a lo que esta adelante. Fija tus ojos en la meta, de la vida eterna. Porque “El ideal que Dios tiene para sus hijos está por encima del alcance del más elevado pensamiento humano. El blanco a alcanzarse es la piedad, la semejanza de Dios” (La Educ. Pág.16). Entonces, prosigue a la meta, no sólo tomes en cuenta el buen propósito que quieres triunfar.

Porque en esta vida, tener buenas intenciones no es suficiente Porque en esta vida, tener buenas intenciones no es suficiente. Si en algún momento sientes que has fracasado, levántate con una nueva esperanza, y aférrate a la fuerza salvadora de Cristo Jesús (Mat. 11: 28). Entonces el Señor nos considerara justo y completará en nosotros la obra que comenzó (Fil. 1: 6; Heb. 12: 2). El sabio Salomón dijo: “Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse; más los impíos caerán en el mal.” (Prov. 24: 16).

El termino “caer” equivale a cuando “sufras alguna calamidad”, entonces cada vez que el justo sufre una calamidad, Dios interviene para salvarlo. En el sentido espiritual, cuando el cristiano que lucha y se siente desanimado por no poder resistir el pecado, entonces cada vez que cae, Dios lo levanta. Pero el pecador cuando es “derribado por la calamidad” se esfuerza en vano y no puede volver a levantarse (Sal. 34: 19; Miq. 7: 8).

Elena G. de White dice: Tanto el deseo de llegar a ser justo como la fuerza para cumplir ese deseo provienen de Dios (Fil. 2: 13). Por eso nadie debe desesperarse por débil que se considere, siempre que esté dispuesto a que Dios le dé el deseo de hacer lo recto (DMJ 120, 121). Te invito a que en esta hora digas; “Una cosa hago, me olvido lo que queda atrás, y me extiendo a lo que está adelante.

Porque solo olvidando el pasado gozaremos de paz en nuestra vida Porque solo olvidando el pasado gozaremos de paz en nuestra vida. con mucho acierto, Jesús dijo: “Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios”. Porque sólo el espíritu de paz es prueba de su relación con el Cielo.

Recuerda el olvidar es una decisión, es una actitud, es un proceso, y un estilo de vida. Deseo orar por ti para que Dios y juntos gocemos de paz en nuestra vida, para ser más que vencedores. - ORACIÓN -

3 Lunes 25 de Abril Una Cosa Sé Índice

BASE BÍBLICA. Entonces él respondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora veo. (Juan 9:25). INTRODUCCIÓN El apóstol Pablo frecuentemente decía; Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo (Col. 1: 2.). “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.” (Fil. 4: 7).

“El Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”(Rom. 15: 13). “Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. “(1 Tes. 5: 23). Pablo siempre exhortó a sus hermanos a que trataran a alcanzar una norma posible de lograr; siempre oró para que pudieran recibir bendiciones que Dios estaba dispuesto a dar.

Sabía que todos los que estuvieran en condiciones de actuar en paz y salir al encuentro de Jesús, deberían poseer un carácter puro y santo. UNA COSA SE, Y AHORA TENGO PAZ EN MI VIDA. En esta hora vamos hablar de lo que sabemos. Y el mejor ejemplo es el apóstol Juan quién dijo: Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo. (1 Juan 4: 14). “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes a vosotros que a Dios; porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído” (Hech. 4: 19, 20).

Juan como testigo de Cristo, no entró en controversias ni en fastidiosas disputas. Declaró lo que sabía, lo que había visto y oído. Porque Juan estuvo asociado íntimamente con Cristo, oyó sus enseñanzas y fue testigo de sus poderosos milagros. Pocos pudieron ver las bellezas del carácter de Cristo como Juan las vio. Para él las tinieblas habían pasado; sobre él brillaba la luz verdadera. Su testimonio acerca de la vida y la muerte del Señor era claro y eficaz. Hablaba con un corazón que rebosaba de amor hacia su Salvador; y ningún poder podía detener sus palabras.

Aunque en esta vida hay algunas incongruencias; hay personas que hablan de lo que no vieron, ni experimentaron porque no saben dónde se encuentran, ni cómo sucedieron. Pero algunas personas que sí saben dónde están y cómo sucedieron. El peligro es cuando decimos; “no sé”, cuando en realidad mentimos, porque sí sabemos, y muchas veces mentimos para no ser involucrados. Cuando Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. Y añadió;

¿Soy yo acaso guarda de mi hermano. (Gén. 4:9) ¿Soy yo acaso guarda de mi hermano? (Gén. 4:9). Cuando Caín dijo: “no sé”, en realidad estaba mintiendo. Caín temerariamente estaba negando su culpa. Fue su desobediencia que lo llevó al asesinato; al asesinato añadió ahora la mentira y a la mentira oposición obstinada, pensando ciegamente que iba a ocultar su crimen. Entonces Dios tomó la iniciativa en buscar a Caín.

Jacob también dijo: “No sé”, y ese “no sé” era una verdad, porque él no sabía cuándo la muerte lo sorprendería. “He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte” (Gén.27:2). Hoy hablaremos del ciego que fue sanado en Jerusalén. Este ciego primero dijo; “no se” y después dijo; “pero una cosa se”. Primero haremos referencia de otros incidentes relacionados con ciegos para no confundirlos. 1. EL CIEGO DE BETSAIDA (Mar. 8:22-26). Este ciego no era de Betsaida, fue traído a Betsaida. Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a Betsaida unas

personas de otra aldea lo traen a Jesús para que lo cure personas de otra aldea lo traen a Jesús para que lo cure. Hay algo curioso en este relato. La fe es de la gente, no del ciego, pero el milagro tenía que ser realizado en el ciego, no en la gente. Cuando las personas que trajeron al ciego piden a Jesús que lo sane, Jesús lo tomo de la mano y lo saco fuera de la aldea de Betsaida y estando solos fuera del alcance del grupo. Jesús escupió en sus ojos y le puso su mano encima y le pregunta si veía algo.

El ciego respondió; miró a los hombres como árboles, pero como árboles que caminan. Jesús entonces toca nuevamente sus ojos y sucede el milagro. Ahora el ciego puede ver de lejos y bien a todos. Y le dijo no entres en la aldea, ni lo digas a nadie de la aldea, vete a tu casa. A este ciego Jesús no le permite que lo acompañe lo envía a su casa. 2. EL CIEGO BARTIMEO DE JERICÓ. (Mar.10:46-52). Este milagro sucedió un año y medio más tarde después del ciego de Betsaida.

Este ciego no conocía a Jesús, pero había oído hablar de él Este ciego no conocía a Jesús, pero había oído hablar de él. Jesús llegó a la ciudad de Jericó, mientras camina por las calles de la ciudad. Se encuentra con un ciego llamado Bartimeo, que su nombre significa; Timeo “hijo de bendición” o “Bendito”. Bartimeo no era ciego de nacimiento, por alguna razón, que desconocemos perdió la vista. Un día despertó y no podía ver. Eso fue el inicio de una vida miserable.

Fue marcado por la gente como el maldito de Dios Fue marcado por la gente como el maldito de Dios. Fue rechazado por sus amigos y su familia, por eso tenía que salir fuera de la ciudad y mendigar para poder vivir. No sabemos cuánto tiempo estuvo ciego, pero lo que sí sabemos es que un día cuando estaba sentado junto al camino, percibió que sucedía algo diferente en el ambiente. Entonces preguntó ¿Qué sucede?

Le dijeron que pasaba Jesús Nazareno. Entonces decidió gritar “¡Jesús Le dijeron que pasaba Jesús Nazareno. Entonces decidió gritar “¡Jesús! hijo de David, ten misericordia de mí” Este ciego decide recobrar la vista, por eso empieza a dar voces diciendo: Jesús hijo de David ten misericordia de mí. Los discípulos en esta ocasión guardan silencio, ahora es la multitud la que le dicen que no grite, era mejor que guarde silencio. Pero el sigue gritando y lo hace por tres ocasiones y cada vez más fuerte.

El ciego Bartimeo grita tres veces El ciego Bartimeo grita tres veces. Entonces Jesús hizo tres cosas: Uno, Se detiene. Dos, Pide que lo traigan a su presencia. Tres, Le pregunta ¿qué quieres que haga por ti? Cuando los discípulos van por él y le dicen él maestro te llama. Cuando el escuchó que el maestro lo llamaba tira su capa. Te pregunto apreciado hermano ¿qué capa traes y que te impide ir a Jesús? trabajo, hábitos, intereses.

Decide tirar esa capa que te impide ir a Jesús Decide tirar esa capa que te impide ir a Jesús. Cuando Bartimeo llegó ante Jesús, él le dice ¿Qué quieres que te haga? Y él dijo que recobre la vista. Y Jesús le dijo vete tu fe te ha salvado y enseguida recobró la vista y le seguía a Jesús en su camino. A Bartimeo no se le impide estar con Jesús. Jesús lo sana, lo salva y lo acepta como un seguidor.

3. EL CIEGO DE JERUSALÉN. (Juan 9: 14) 3. EL CIEGO DE JERUSALÉN. (Juan 9: 14). Juan habla del hombre ciego de nacimiento del cual es la base principal del tema de este día. Este milagro sucedió durante la visita que Jesús hizo a Jerusalén. El milagro sucedió un día sábado. Probablemente un sábado después de la fiesta de los tabernáculos. Este ciego era diferente a los antes mencionado. No solo era ciego, sino también mendigo. No todos los ciegos eran mendigos, ni todos los mendigos eran ciegos, pero éste era ambas cosas. Ciego y mendigo.

En esa cultura y en ese tiempo, los fariseos enseñaban al pueblo que había por lo menos tres condiciones en las cuales se manifestaba el desagrado de Dios sobre los seres humanos. La lepra, la esterilidad, y la ceguera. Así lo enseñaban y el pueblo lo creía. Así los leprosos, las estériles, y los ciegos llevaban una vida marcada, siendo que la misma familia los rechazaba, porque eran la vergüenza para el buen nombre de cualquier hogar judío.

Lo interesante de este ciego, es que está sentado Lo interesante de este ciego, es que está sentado. No pide recobrar la vista, son los discípulos quienes preguntaron a Jesús:Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? La pregunta de los discípulos es; ¿Quién pecó? Era una pregunta lógica de reflejaba los pensamientos y preconceptos que los judíos tenían en ese tiempo.

Ellos enseñaban que los sufrimientos de esta vida eran castigos divinos por los pecados. Su base era “la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que” aborrecen a Dios. (Éxodo 20:5). Recordemos que frecuentemente, los hijos sufren las consecuencias de las iniquidades de sus padres, pero no son castigados por las culpas de sus padres (Eze. 18: 1- 2). Pero los padres no morirán por los hijos, ni los hijos por los padres; cada uno morirá por su pecado (Deut.24:16).

La pregunta es; ¿quién pecó. ¿Pecó, éste o sus padres La pregunta es; ¿quién pecó? ¿Pecó, éste o sus padres? Los discípulos estaban ansiosos lo que Jesús tenía que decir al respecto. Jesús le respondió a una enseñanza directa al concepto popular de los judíos. Jesús respondió: Ni este hombre pecó, ni sus padres; pero como resultado de su sufrimiento las obras de Dios serán manifestadas en él.

El ciego no pide recobrar la vista, el sólo está oyendo lo que está sucediendo. Pero lo maravilloso de este pasaje es que Jesús ve al ciego y se detiene. La iniciativa fue de Jesús y no del ciego. Recordemos Dios va a en busca de Adán cuando este se escondía detrás de los árboles. Dios Siguió a Jacob cuando este estaba huyendo. Dios siguió a Jonás cuando deliberadamente se apartó del camino que se le había señalado. Dios siguió a Saulo cuando Salió de Jerusalén y se fue rumbo a Damasco.

Volvamos al caso de ciego. Entonces Jesús escupió en tierra Volvamos al caso de ciego. Entonces Jesús escupió en tierra. ¿Por qué Jesús tuvo que hacer lodo con su saliva? Los antiguos creían que la saliva contenía virtudes curativas. Sin embargo, es difícil que Jesús haya usado la saliva por su supuesta propiedad curativa. Es posible que lo haya hecho simplemente para robustecer la fe del hombre. En otros dos milagros también se menciona que Jesús uso de saliva (Mar. 7: 33; 8: 23). En esta ocasión; Jesús escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego.

Jesús le dijo; ve a lavarte en el estanque de Siloé Jesús le dijo; ve a lavarte en el estanque de Siloé. Fue entonces, se lavó y regresó viendo. Parece fácil de hacer, pero difícil de creer. Jesús dijo: “al que cree todo es posible” (Juan 9:24). El ciego no pide nada, pero tuvo que actuar por fe. Porque la orden se lo dio un desconocido, uno que nunca había visto ni escuchado. La orden fue fácil, pero extraña. Pero la fe lo mueve para que a tientas llegue hasta el estanque de Siloé.

La fe lo lleva hasta el agua La fe lo lleva hasta el agua. La fe lo ayuda a colocar sus manos sobre su rostro. La fe lo motiva a lavarse la cara. La fe lo motiva a limpiarse los ojos. La fe lo sana. Fue la fe y el poder de Dios la que le abrió los ojos. Sucedió un cambio había sido ciego ahora ya no lo era. Cuando regreso del estanque de Siloé el ex ciego, la gente no lo reconocía. Unos decían él es. Otros decían se parece, pero él decía yo soy. (Juan 9:9). Los hechos son más fuertes que las opiniones de las personas. Ahora el ex ciego tiene que responder y explicar por siete ocasiones lo que sucedió.

Primera pregunta: Unos le dijeron ¿cómo fueron abiertos tus ojos Primera pregunta: Unos le dijeron ¿cómo fueron abiertos tus ojos? (Juan 9:10). Respuesta: Aquel hombre que se llama Jesús: hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: ve lávate en el estanque de Siloé; y fui me lavé y recibí la vista. Nuestra arma más poderosa para el testimonio es el hecho de que algo ha sucedido. Cuando Jesús desee abrirte los ojos lo hará. No es el predicador, el cantante , es Jesús.

Segunda pregunta: ¿dónde está él. (Juan 9:12). Respuesta: No sé Segunda pregunta: ¿dónde está él? (Juan 9:12). Respuesta: No sé. No necesitamos saber mucho para testificar. El ciego con los ojos abiertos era un sermón poderoso ante los fariseos y los presentes. Nunca conoceremos todos los misterios del Señor. Solo necesitas conocer a Jesús

Tercer pregunta: Cómo recibiste la vista. (Juan 9:15) Tercer pregunta: Cómo recibiste la vista. (Juan 9:15). Respuesta: Me puso lodo sobre mis ojos y me lavé, y ahora veo. Él no sabía detalle a detalle de todo lo que había ocurrido, pero si sabía que algo sí había pasado. Lo que Jesús hizo es algo tan sencillo, puso lodo sobre mis ojos. Para ver solo necesitas lodo, agua y deseo de lavarte.

Cuarta pregunta: ¿Qué dices del que te abrió los ojos. (Juan 9:17) Cuarta pregunta: ¿Qué dices del que te abrió los ojos? (Juan 9:17). Respuesta: Que es un profeta. Porque nadie ha hecho lo que a mí me ha sucedido. El ex ciego dio una afirmación de fe. Ante la evidencia no hay dudas. Quinta pregunta: (Juan 9:19). Siendo que no creían llamaron a sus padres les hicieron tres preguntas para confundir a los padres: Primer pregunta. ¿Es éste vuestro hijo? Segunda pregunta. ¿Decís que nació ciego? Tercer pregunta. ¿Cómo explican que ahora ve?

Respuesta: Los padres no discuten y respondieron: Sabemos que es nuestro hijo. Sabemos que nació ciego. Sabemos que ahora mira. Lo que nosotros no sabemos quién le abrió los ojos. Este milagro le ocurrió a él y no a nosotros, por eso dijeron pero edad tiene, pregúntenle (Juan 9:21). La religión y la fe de nuestros padres no nos salvan. Ante las evidencias no vale la pena discutir.

Sexta pregunta: (Juan 9:24). Volvieron a llamar al que había sido ciego. Y le dijeron da gloria. Los fariseos le dijeron confiesa públicamente tu culpabilidad. Son las mismas palabras que le dijeron a Acán (Jos. 7: 19). Porque nosotros sabemos que ese hombre es pecador. Esto decían porque lo había sanado en sábado. Los judíos procuraron conseguir la declaración de que no había sido Jesús quien había curado al hombre.

Respuesta: Si es pecador no lo sé Respuesta: Si es pecador no lo sé. No estaba tan seguro como los judíos, que afirmaban; sabemos, sin embargo no tenían las pruebas suficientes, ni habían resuelto de cómo un pecador podía realizar milagros (Juan 9:16). Entonces dice: Pero una cosa sé. El que había sido sanado manifestó mucho discernimiento. Rehusó apelar a astucias en cuanto a si Jesús era pecador. No discutió con ellos. Basó su testimonio en una evidencia indiscutible. Yo era ciego ahora veo.

Séptima pregunta: (Juan 9:26). ¿Qué te hizo. ¿Cómo te abrió los ojos Séptima pregunta: (Juan 9:26). ¿Qué te hizo? ¿Cómo te abrió los ojos? Este nuevo interrogatorio tenía el propósito de presionar y confundir al que había sido ciego. Esperaban hallar algún defecto o alguna contradicción en su testimonio. Respuesta: Ya os lo dicho, y no habéis querido oír. El ex ciego desafío a los líderes (Juan 9: 27,30-33). ¿Porque no aceptan mi testimonio? Mírenme yo era ciego ahora veo. Ahora él les pregunta.

¿Por qué lo queréis oír otra vez ¿Por qué lo queréis oír otra vez? ¿Acaso vosotros también queréis ser sus discípulos?” El Espíritu Santo capacitó a este ex ciego que no conocía a Jesús, para que hiciera esa valiente defensa ante los fariseos (Mat. 10: 19). Al escuchar si ellos también querían ser sus discípulos se molestaron, y dijeron: Tú eres su discípulo; pero nosotros, discípulos de Moisés somos. Nosotros sabemos que Dios ha hablado a Moisés; pero respecto a ése, no sabemos de dónde sea.

Respondió el hombre, y les dijo: Pues esto es lo maravilloso, que vosotros no sepáis de dónde sea, y a mí me abrió los ojos. Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye. Desde el principio no se ha oído decir que alguno abriese los ojos a uno que nació ciego. Si éste no viniera de Dios, nada podría hacer. Respondieron y le dijeron: Tú naciste del todo en pecado, ¿y nos enseñas a nosotros? Y le expulsaron.

Lo expulsaron porque ellos mismos habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el mesías, debía ser expulsado (Juan 9:27-34). LLAMADO Apreciado hermano ¿que no sabes? y que ¿si sabes? Es posible que no sepas que tienes una necesidad urgente de un encuentro con Jesús para librarte de tu problema físico, emocional, económico, y espiritual.

En nuestro cuerpo físico, todos tenemos un punto ciego en el ojo En nuestro cuerpo físico, todos tenemos un punto ciego en el ojo. El punto ciego es la zona de la retina donde se encuentra el nervio óptico, ese nervio carece de las células sensibles a la luz. Por eso la ley de tránsito recomienda que antes de cambiar de carril a la derecha o izquierda, es recomendable girar la cabeza para asegurarse que no viene un automóvil en el punto ciego.

Se puede comprobar. Toma una hoja de papel dibuja una cruz a la izquierda y pon un punto negro del lado derecho. Cierra el ojo izquierdo y fije el ojo derecho en la cruz. Ahora acerca lentamente el papel a su rostro, podrá observar que a cierta distancia el punto negro desaparecerá, por entrar en el área sin sensibilidad óptica. Al acercar más el papel, el punto volverá a aparecer.

La lección que podemos aprender de este relato, siempre encontraremos a dos grupos de personas. Primer grupo. Los ciegos que creen en Jesús, quién los ilumina, les devuelve la vista, y deciden abandonar su pecado, para recibir la liberación. Segundo grupo. Los que rechazan a Jesús y deciden no creer y deciden permanecer en su pecado.

El que rechaza a Jesús se ata a sí mismo a su pecado El que rechaza a Jesús se ata a sí mismo a su pecado. El que decide aceptarlo recibe la liberación. El ciego del relató decide aceptar a Jesús, creer en él y decide adorarlo. Dicho relato es una obra en tres actos. Primer acto. La curación fue realizada gracias a la intervención milagrosa. El ciego dijo; me sanó aquel hombre se llama Jesús (Juan 9:11). El hombre que me sanó es un profeta (Juan 9:17).

Segundo acto. Los fariseos quieren negar el milagro y también quieren negar a Cristo, por eso llamaron a sus padres (Juan 9:19). Pero al exhibir la ceguera lo único que estaban haciendo era reconocer el milagro y aceptar que dicho milagro fue realizado por Jesús el maestro de Galilea.

Tercer acto. Jesús aborda el tema de la ceguera espiritual Tercer acto. Jesús aborda el tema de la ceguera espiritual. Jesús interviene desde el inició abriendo los ojos del ciego y al final cuando encuentra al hombre recuperado para abrirle los ojos a las verdades eternas. Al encontrarlo le dijo: ¿Crees tú en el Hijo de Dios? Respondió él y dijo: ¿Quién es, Señor, para que crea en él?

Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es Le dijo Jesús: Pues le has visto, y el que habla contigo, él es. Y él dijo: Creo, Señor; y le adoró. (Juan 9:35-39). Ahora, por primera vez, contempla rostro de Jesús. ¡Qué contraste con las ásperas caras de los fariseos! El ex ciego pagó un precio; fue expulsado de la sinagoga por creer en Jesús. Es probable que por aceptar a Jesús tú también serás expulsado o despreciado por tu propia familia y tus amistades. Pero recordemos cuando alguien nos destituye de su círculo,

Jesús siempre se acerca a nosotros para darnos una nueva y mayor revelación. Oyó Jesús que le habían expulsado (Juan 9:35). El oír y auxiliar es una virtud de Dios. Todo lo que nos sucede en esta vida, ten la seguridad que Dios nos oye, ve y actúa. • Oyó la aflicción de Ismael. Gén. 21:17 • Oyó el deseo de Lea y tuvo su quinto hijo. Gén. 30:17 • Oyó el gemido de un pueblo. Éxodo 2:24

• Oyó la voz de Manoa. Jueces 13:9 • Oyó a Ezequías y sanó a todo el pueblo. 2 Cron. 30:20. • Oyó Jesús que le habían expulsado (Juan 9:35). Jesús fue en busca del ex ciego y lo halló. Cada persona halla lo que busca. Te acuerdas de la oveja que estaba perdida, pero no sabe cómo volver. (Luc. 15:2-8). Con esta historia Jesús aclara que la salvación no depende de nuestra búsqueda de Dios, sino de que Dios nos busque a nosotros.

Es posible que nos sepamos que estamos perdidos; sin embargo, Dios nos sigue buscando. Apreciado hermano; hoy tienes que saber, que tú también antes eras ciego espiritual, y cuando estabas ciego, alguien te trajo a Jesús y le pidió que te tocará y te sanara, y él lo hizo. O es probable que al escuchar el murmullo de la gente, te preguntaste que sucedía y al saber que Jesús pasaba, y por tu propia iniciativa empezaste a gritar y Jesús se detuvo. O Probablemente tú no querías recobrar la vista, pero aunque no pediste el Señor se detuvo y te sanó.

¿Crees que debes dar gracias a Dios ¿Crees que debes dar gracias a Dios? Quiero decirte; Jesús en este día también se ha detenido, te ha amado, te ha mirado, te ha llamado y te dice: ¿Qué quieres que haga por ti? Piensa en tu matrimonio, tu familia, tu trabajo, tu salud, tus hijos. Jesús te dice: ¿qué quieres que haga por ti? Para que goces de paz en tu vida. Jesús ya conoce tu necesidad, pero te pregunta;

porque él desea que tú aprendas a confiar en él porque él desea que tú aprendas a confiar en él. Recuerda; Dios nos acepta como somos. No espera que hagamos cambios positivos para aceptarnos. Recuerda el padre del hijo prodigo. Cuando el hijo decidió, planeo salir y perderse. El padre todos los días lo esperaba. Por medio de esta parábola Jesús demuestra la bondad y su benignidad. - ORACIÓN -

Una Cosa He Demandado A Jehová 4 Martes 26 de Abril Una Cosa He Demandado A Jehová Índice

BASE BÍBLICA: “Una cosa he demandado a Jehová”, esta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.” Sal. 27: 4. INTRODUCCIÓN. Años atrás conocí un hermano que gozaba de buena posición económica, era un buen cristiano, fiel a sus principios.

Un día lamentablemente se le diagnosticó cáncer en el estómago, enfermedad de la que murió. Un día cuando ya su enfermedad había avanzado, platiqué con él, durante la platica me dijo: yo he prometido a Dios que si el me levanta de esta enfermedad voy a dedicar toda mi vida a predicar el evangelio a otros, dedicaré mis bienes que he adquirido para la obra misionera. Creo que el hermano tenía buenas intenciones, con el deseo que su salud sea devuelta los bienes materiales era lo de menos.

El demandó al Señor un deseo El demandó al Señor un deseo. Deseo que a la vista del hombre no se cumplió. Primero dejemos en claro todos los sinónimos de la palabra demandar, significa: suplicar, pedir, rogar, solicitar, implorar, exigir, emplazar, reclamar. En la Biblia encontramos varios personajes que hicieron su demanda. Agur, nombre Alegórico de Salomón, presenta a Dios dos demandas que desea que se cumplan durante su vida. La primer demanda.

Que Dios lo aparte de la mentira. La segunda demanda Que Dios lo aparte de la mentira. La segunda demanda. Que no le de pobreza, ni riqueza, es decir que mantenga en un término medio. (Prov.30: 7- 9). En nuestro tiempo, Demandar algo a alguien se escucha como una exigencia absoluta. Pero como dijimos antes; demandar es sinónimo de; pedir, solicitar, implorar, exigir o reclamar. Son términos más entendibles.

Notemos estas palabras en (Esther 5:6-8) “Y dijo el rey a Ester en el banquete, mientras bebían vino: ¿Cuál es tu petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te será concedida. Entonces respondió Ester y dijo: Mi petición y mi demanda es esta: Si he hallado gracia ante los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi petición y conceder mi demanda, que venga el rey con Amán a otro banquete que les prepararé; y mañana haré conforme a lo que el rey ha mandado.

Que privilegio es hallar gracia ante los ojos de una persona o de Dios Que privilegio es hallar gracia ante los ojos de una persona o de Dios. Esta expresión se usaba con frecuencia para hablar con alguien que se deseaba honrar particularmente. El apostol Pablo nos invita a que Lleguemos pues confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia, y “hallar gracia para el oportuno socorro” (Heb.4:16).

Volvamos a la palabra demandar, que es la que nos interesa Volvamos a la palabra demandar, que es la que nos interesa. Daniel dijo: Porque el asunto que el rey demanda es difícil, y no hay quien lo pueda declarar al rey, salvo los dioses cuya morada no es con la carne (Dan. 2:11). Jesús dijo: Porque a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará; y al que mucho se le haya confiado, más se le pedirá. (Luc. 12:48).

UNA COSA HE DEMANDADO A JEHOVÁ, PARA ESTAR EN PAZ CON ÉL UNA COSA HE DEMANDADO A JEHOVÁ, PARA ESTAR EN PAZ CON ÉL. David después de pasar por unos momentos muy difíciles dijo: “Una cosa he demandado a Jehová”. Cuando era joven mostró gran fortaleza. Controlándose ante el acoso constante del rey Saúl. Cuando él llegó a ser rey demostró mucha paciencia con la gente, en particular con Is-boset hijo de Saúl que se quiso revelar contra él (2 Sam. 2:8).

David, siempre busco la dirección de Dios David, siempre busco la dirección de Dios. Siempre trató de cumplir sus votos que prometió a Dios, en gratitud a su amabilidad recibida. Mostró su carácter firme hacia la preocupación de sus padres. Tuvo mucha habilidad para transformar un grupo de afligidos, endeudados y amargados en una gran nación (1 Sam. 22:2). Lamentablemente en su vida adulta cometió adulterio con Betsabé. (2 Sam. 11). Práctico el engañó. Trato de engañar a Urías para para ocultar su pecado, lo incitó hasta embriagarlo para que fuera a dormir con su mujer a su casa, pero al fracasar fue responsable del asesinato.

Trató de ocultar su pecado, pero cada día que pasaba no encontraba la paz interior hasta que Dios provocó en él, un deseo de buscar arrepentimiento y una plegaria pidiendo perdón. Con el corazón quebrantado al comprender su gran pecado contra Urías. Abrumado por el peso de su culpa, David clama a Dios implorando misericordia. En este ruego no hay ninguna excusa, ningún intento de justificarse, ninguna queja contra la justicia de la ley que lo condenaba.

Con verdadera humildad, David sólo se culpa a sí mismo Con verdadera humildad, David sólo se culpa a sí mismo. Allí está la diferencia David no le echó la culpa a otro, reconoció que él era el único responsable. Una vez que David dio una mirada hacia su interior pudo decir: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, Y límpiame de mi pecado. Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí. Contra ti, contra ti solo he pecado (Salmo 51:1-4). Hazme oír gozo (Sal.52:8). David anhelaba escuchar las dulces palabras del perdón divino.

El apostol Pablo dice lo mismo, cuando miró dentro de sí mismo El apostol Pablo dice lo mismo, cuando miró dentro de sí mismo. Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? (Rom.7:18-24).

Una vez que David confesó su pecado dijo: Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. Mientras callé, se envejecieron mis huesos. En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; y tú perdonaste la maldad de mi pecado. (Sal.32:1-5).

Una vez que David acepto su pecado, y lo confesó a Dios Una vez que David acepto su pecado, y lo confesó a Dios. Entonces escribió el Salmo 51 (Leer). Una vez que quedo en paz con Dios y con él mismo. Ahora escribe el Salmo 32 (Leer), que se considera un Salmo penitencial o de arrepentimiento, donde muestra cuánta bendición trae el perdón de los pecados. También David escribe el Salmo 27 base de nuestro estudio de este día. Inicia dando las razones por las cuales no necesita temer, y presenta tres escudos para defenderse: “Luz, Salvación, Fortaleza”.

El salmo comienza con una expresión de absoluto no tengo temor, porque el temor ha desaparecido por la confianza que tiene en Dios. 1) Jehová es mi luz. Dios es luz, y desde el principio no permitió que este mundo permaneciera en tinieblas; por eso dijo “sea la luz; y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas (Gen.1:3,4). “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.” (Juan 8: 12).

El ser humano le tiene mucho miedo a la oscuridad y se siente impotente cuando en la oscuridad no puede ver nada de lo que está a su alrededor. El salmista no necesita temer porque Dios es su luz. En el Antiguo Testamento cuando se habla de la luz, se hace en relación a Dios mismo, quién ilumina las tinieblas y alumbra el camino del cristiano. “Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti” (Núm.6:25).

La palabra luz, es muy frecuente en el Nuevo Testamento La palabra luz, es muy frecuente en el Nuevo Testamento. “Éste vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz”…… aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo (Juan 1: 7-9). Dios es luz y no hay ninguna tiniebla en él (1 Juan 1: 5). David sabía que el Señor iba adelante de los israelitas mientras viajaban a la tierra prometida.

“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche” (Éxodo 13:21). El Salmo 36:9 David reconoce a Dios como la fuente de toda luz verdadera: “en tu luz veremos la luz”.

Años más tarde el profeta Isaías dijo: “Venid, oh casa de Jacob, y caminaremos a la luz de Jehová” (Isaías 2:5). “No se pondrá jamás tu sol, ni menguará tu luna; porque Jehová te será por luz perpetua, y los días de tu luto serán acabados. (Isaías 60:20). Jesús estando en esta tierra anunció: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12).

“Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ninguna tiniebla en él. Pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.” (1 Juan 1:5,7). Como cristianos tenemos el privilegio de caminar en la luz. Entonces entendemos de ¿dónde venimos?, ¿porque estamos aquí? Y hacia donde nos dirigimos. Cuando conocemos esta verdad, y la verdad es liberadora.

2) Jehová es mi Salvación 2) Jehová es mi Salvación. David estaba en territorio enemigo, pero el reconoce que Jehová ha hecho provisión para su liberación. “Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará; Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían” (Salmo 44:6,7). David sabía que no era su valentía, ni su habilidad las que lo salvarán de sus enemigos; era el Señor mismo.

Dios nos salvará de nuestras dificultades cuando pongamos nuestra confianza en él. Sólo entonces podremos decir: “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador (Salmo 18:2). “Él solamente es mi roca y mi salvación” (Salmo 62: 2). Nada puede hacernos temer. 3) Jehová es mi fortaleza. La palabra fortaleza viene del hebreo “Tsur” que significa “roca grande”.

(Deut. 32:4, 15, 18, 30, 31) en Deuteronomio se usa cinco veces la palabra fortaleza para describir directamente a Dios. Para David Dios es una fortaleza para su vida, y esa es una razón para no temer. En el Nuevo Testamento encontramos el antídoto del temor. Jesús dijo: no temáis manada pequeña (Luc.12:32). En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor hecha fuera el temor (1 Juan 4:18).

David dijo: Si Jehová es mi luz, mi salvación, y mi fortaleza; ¿de quién he de atemorizarme? Cuando se juntaron contra mí mis enemigos muchas veces tropezaron y cayeron. Fracasaron en lo que se proponían. Entonces aunque un ejército acampe contra mí. Yo estaré confiado. David ya no está preocupado. No tiene miedo. Está confiado porque Dios está allí dispuesto a darle toda la protección que necesita.

David, después de mencionar las palabras de reconocimiento, ahora presenta las palabras de promesa: “Una cosa he demandado a Jehová, esta buscaré; que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.” (Sal. 27: 4). Con estas palabras convincentes, David expresa su anhelo de participar continuamente en el servicio de Dios y de ser huésped perpetuo y Anfitrión celestial (Sal. 15, 23 y 65). Expresa: “Una cosa le pido a Jehová”, es uno de unidad, no uno de cantidad y está dispuesto a buscar a cualquier precio.

1. Que esté en la casa de Dios por el resto de mi vida. 2 1. Que esté en la casa de Dios por el resto de mi vida. 2. Para disfrutar del placer de estar cerca de Dios. 3. y gozar a Dios diariamente en su templo. El no desea ser grande, ni hacer grandes cosas. Sólo quiere permanecer siempre en la presencia de Dios, para hacer las cosas que son agradables para Dios.

Hay otro personaje llamado Agur, que demanda dos cosas a Dios y pide que no se le niegue antes que muera. Él desea que se cumplan durante su vida. Primer demanda. Señor aparta de mí la vanidad y la palabra mentirosa. Segunda demanda. No me des pobreza, ni riqueza. Mantenme del pan necesario (Prov. 30:7,8). Porque el que es pobre se siente muy inclinado a pensar que Dios no se preocupa de él, y su escasez económica puede impulsarlo a emplear medios pecaminosos para suplir sus necesidades (Isa. 8: 21).

No me des riquezas porque el mayor peligro de las riquezas es que tienden a hacer creer al rico que no necesita de la bondad de Dios, lo cual lo induce a separarse de la única Fuente de la verdadera riqueza (Job 21: 13-15; Sal. 73: 12). Entonces Agur hace una plegaria a Dios para que lo mantenga en un término medio. Mantenme con el pan necesario, no sea que me sacie y te niegue. Solamente así, tanto pobres y ricos, deben mantener la convicción de que dependen del Padre celestial.

Apreciado hermano, este reconocimiento y promesas puede ser para nosotros hoy. La respuesta depende de nosotros y de nuestras decisiones. Jesús dijo: El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta (Juan 7:17). En otras palabras, Dios no nos deja en la oscuridad en relación con lo que deberíamos hacer. Él nos muestra el camino con claridad, y está en nosotros seguir sus indicaciones. Nuestras vidas pueden ser cortas, pero el propósito de Dios es que disfrutemos las bendiciones por la eternidad.

Pero mientras estemos en esta tierra el Señor te dice: 1 Pero mientras estemos en esta tierra el Señor te dice: 1. Cuando estés en peligro, Yo te protegeré en tu casa. 2. Yo te esconderé bajo mi techo. 3. Yo te llevaré a un lugar seguro. 4. Yo te ayudaré a derrotar a tus enemigos. Ahora David, presenta su petición con cuatro No. 1. Señor, No escondas tu rostro de mí. (Salmo 27:9). David ora para que su relación con Dios continúe siempre.

2. Señor, No apartes con ira a tu siervo (Salmo 27:9) 2. Señor, No apartes con ira a tu siervo (Salmo 27:9). David cree que las bendiciones recibidas en lo pasado siempre son una razón para esperar bendiciones futuras. 3. Señor, No me dejes, ni me desampares (Salmo 27:9 Ahora David introduce una especie de proverbio. Hay padres que abandonan a sus hijos, pero Dios nunca desampara a los suyos (Isa. 49: 14, 15; 63: 16).).

4. Señor, No me entregues a la voluntad de mis enemigos (Salmo 27:12) 4. Señor, No me entregues a la voluntad de mis enemigos (Salmo 27:12). Con frecuencia David había sido objeto de falsas acusaciones (Sal. 7: 3; 1 Sam. 24: 12; 26: 18). Sus enemigos regularmente respiran crueldad que eran amenazas de muerte. LLAMADO Apreciado hermano ¿Qué demandas?, ¿Qué pides?, ¿Qué suplicas, en este día al Señor?

Recuerda esta suplica es personal Recuerda esta suplica es personal. El apóstol Juan dijo: Si demandáremos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquier cosa que pidamos (1 Juan 5: 14, 15.). Cuando Jehová se le apareció a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.

Y Salomón dijo: Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo. Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto. Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio (1 Reyes 3:5-11).

Cuando Eliseo acompañaba al profeta Elías en Gilgal, Betel y Jericó Cuando Eliseo acompañaba al profeta Elías en Gilgal, Betel y Jericó. En estos tres lugares, el profeta lo invitó a que se volviera atrás, Pero Eliseo no iba a dejarse desviar de su propósito. Y Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieres que haga por ti, antes que sea quitado de contigo. Eliseo dijo: te ruego que se me dé una doble porción de tu espíritu (2 Rey.2:7-9).

Cuando Artajerjes le preguntó a Nehemías ¿Qué cosa pides Cuando Artajerjes le preguntó a Nehemías ¿Qué cosa pides? Este espontáneamente pensó en ayudar a otros. Nehemías le pidió al rey que le permitiera ir a su tierra, que le proporcionara madera para construir y que le diera cartas para que se los mostrara a los funcionarios de los lugares que visitaría para que le dejaran pasar libremente. Todo le fue otorgado, porque su corazón se aferró a aquel que puede ayudar.

¿Qué pides tú hermano en esta hora. ¿Cuál es el deseo de tu corazón ¿Qué pides tú hermano en esta hora? ¿Cuál es el deseo de tu corazón? Allí en silencio abre tu corazón al Señor. Piensa en tu vida personal, ¿cómo está tu salud?, ¿cómo está tu economía?, ¿cómo está tu vida espiritual? Piensa en tu matrimonio, tu hogar, tu familia. Recuerda, Jesús dijo: Al que te pida, dale; y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúses (Mat.5:42). Dediquemos unos minutos para pensar ¿Cuál es tu necesidad en este momento? - O R AC I Ó N -

5 Miércoles 27 de Abril Una Cosa Es Necesaria Índice

BASE BÍBLICA: “ Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada. “ (Lucas 10:42). INTRODUCCIÓN. Jesús siempre ofreció paz para nuestra vida. “Entonces Jesús les dijo otra vez: paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío. “(Juan 20:21).

La única forma de obtener paz y gozo es tener una relación viviente con Aquel que dio su vida por nosotros, que murió para que pudiéramos vivir, y que vive para unir su poder con los esfuerzos de los que luchan por vencer. Se recomienda cuando trabajamos hacer siempre lo más importante, no necesariamente lo más urgente. Martín Luther King dijo: “Tengo tanto que hacer hoy que debo dedicar cuatro horas a orar”

Jesús, después de hacer el recorrido por toda la región de Galilea; visitando las aldeas, ciudades, predicando y anunciando el evangelio del reino, decidió ir a Betania a la casa de Marta, María y Lázaro para encontrar un poco de tranquilidad, ternura, cortesía y afecto (Luc. 10: 38-42). Además porque era en los hogares donde Jesús no necesitaba hablar en parábolas a sus amigos. Fue más de una vez que Jesús visitó dicho hogar (Juan 11: 17; 12: 1- 3), aunque solo se registran tres veces.

UNA COSA ES NECESARIA, PARA ESTAR EN PAZ CON DIOS UNA COSA ES NECESARIA, PARA ESTAR EN PAZ CON DIOS. Marta, afanada por las cosas materiales. Un día Jesús y sus discípulos regresaron a Betania después de un largo viaje. Marta pensó que sería una buena idea invitarlos a cenar, porque así podrían tener la oportunidad de conocerse mejor. Todos conocemos la historia. Hemos escuchado más sermones de Marta porque la consideramos descuidada, diferente María y Lázaro. Porque una vez que Marta, recibió a Jesús, decidió ocuparse en la preparación de la comida.

Quiero decirte que Marta era una persona amable y bondadosa, si viviera en nuestro medio diríamos que era una buena cristiana. En la aldea de Betania las personas la respetaban. Muchas veces juzgamos mal a Marta, aunque ella estaba haciendo lo que creía que era urgente, pero no lo importante. Pero por favor no la juzguemos así, Marta tenía buenas cualidades; era una mujer organizada, ahorrativa, seria, respetable y respetuosa.

En esa ocasión lo único que quería hacer es la comida saludable para que Jesús y sus discípulos. Comida como para veinte personas. En esta ocasión el problema no era la comida. Nunca lo ha sido. El problema está cuando nos olvidamos de la eternidad, y llevamos al exceso esas cosas innecesarias. Jesús después de predicar a cinco mil personas y cuando el sol estaba por ocultarse, entonces se acercaron a él sus discípulos, diciendo:

El lugar es desierto, y la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas y compren de comer. Jesús les dijo: No tienen necesidad de irse; “dadles vosotros de comer” (Mateo 14: 15, 16). Toda persona con la que nos relacionamos y especialmente con la que viene a la iglesia es nuestro deber suplir su necesidad, ya sea; física, emocional, social, y espiritual. Recuerda un vaso de agua puede hacer la diferencia.

El evangelio de Lucas, presenta una breve descripción del carácter de Marta. • Marta era la hermana mayor. • Era de naturaleza práctica. • Era la que tenía una lista de cosas que hacer. • Era la que se quedaba siempre en casa • Era la que administraba la casa. • Marta, es la que recibió a Jesús en su primera visita y lo invitó a su hogar. (Luc. 10:38).

• Marta es la que salió a recibir a Jesús cuando su hermano Lázaro murió cuando Jesús aún estaba fuera de la ciudad, Marta dejó a las plañideras y salió a su encuentro (Juan 11:20,30). • Marta es la que fue a llamar a María cuando se encontraba en casa, le hablo en privado y le dijo: el Maestro te llama (Juan11:28,29). • Marta, recibió la orden de Jesús; “Quiten la piedra” (Juan 11:39). Marta obedeció y Lázaro resucitó.

• Marta tenía fe sólo en lo que podía ver • Marta tenía fe sólo en lo que podía ver. • Marta, fue la que le quito la venda a Lázaro. Fue privilegio grande de Marta recibir a Jesús un día en la puerta de la ciudad. Fue privilegio de Marta recibir a Jesús en la puerta de su casa. Hoy también nosotros debemos recibir a Jesús si queremos ser hijos de Dios y formar parte de su reino. “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios” (Juan 1:12). No olvides, Jesús te da poder para llegar a ser.

Pero nuestro compromiso es todo tiempo, no sólo es recibir a Jesús, como lo hizo Marta, es necesario dejarse guiar por él. “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” (Rom. 8:14). Elena G. de White dice: Esta conducción del Espíritu no significa un impulso momentáneo sino una influencia constante y habitual. No son hijos de Dios aquellos cuyos corazones son conmovidos de vez en cuando por el Espíritu, o aquellos que de cuando en cuando se rinden a su poder. Dios reconoce como hijos suyos solamente a quienes continuamente son conducidos por su Espíritu.

María, afanada por las cosas espirituales María, afanada por las cosas espirituales. Ahora hablemos un poco de María. En la aldea de Betania vivían dos mujeres Marta y María con su hermano Lázaro. Quien evidentemente era el que sostenía la familia. Ambos padres deben haber fallecido para ese tiempo. Un día, un dirigente de la iglesia, llamado Simón, empezó a observar a María de forma especial, hasta que la hizo caer en pecado.

Ese error no pudo ocultarlo, y pronto se supo que María era una mujer que vivía en pecado. Era tanta la crítica que un día María empaca sus pocas pertenencias y se fue a Magdala, con la intención de olvidar su pasado, pero cada día que pasaba la aflicción era más intensa, pues no tenía paz interior. Se dice que cuando surge un problema, este se debe solucionar en el lugar donde surgió. Transportarlo a otro lado es solo agrandarlo. Un día llegó Magdala un predicador y dijo “Venid a mí todos los que están trabajados y cansados, y yo os haré descansar”

en ese día escuchó que este predicador aceptaba a los publicanos, las rameras, y los ladrones. Fue a un encuentro con él. Le abrió su corazón y le habló de su pesar, y Jesús la acepto. Allí se convirtió María, en ese mismo día su carga de pecado y su culpa la dejó. La conversión de María vino cuando ella estaba desesperada. La Biblia dice que Jesús expulso siete demonios de ella, sólo para indicar que María fue aceptada, quebrantada y renovada.

Después de esa expulsión de demonios, Jesús muchas veces obró en su favor. Al final María comprendió que el secreto para vencer es sentarse a los pies de Jesús. Porque cuando Jesús entra, el pecado sale. No vale la pena que tratemos de expulsarlo nosotros solos. Solo lograremos la paz en nuestra vida, si Jesús entra en nuestra vida, porque su poder suple nuestras debilidades.

María aprendió que en lugar de dedicarse en sus fallas y pecados, debía concentrar su atención en el amor de Dios. Un día las cosas fueron bien para María estando en Magdala, donde estaba viviendo, que comenzó a alentar nuevas esperanzas para ir nuevamente a Betania. Empaco nuevamente sus cosas y se dirigió a su ciudad natal. Después de algunos días de haber estado en Betania, Jesús también llegó y María al verlo se sentó a sus pies para escucharlo.

Mientras Cristo hablaba, ella le escuchaba con reverencia y devoción Mientras Cristo hablaba, ella le escuchaba con reverencia y devoción. En María se cumplió el dicho: “Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia” (Mat. 6:33). Sentarse a los pies de una persona se refiere tanto a la posición física como al hecho de aprender de esa persona, aunque en este caso pueden estar comprendidas ambas ideas (Hech. 22: 3; Deut. 33: 3). Esta actitud fue tomada en cuenta. Jesús felicitó a María porque vio en ella aptitudes para lo bueno. Vio los rasgos mejores de su carácter. Sigamos el ejemplo de María.

• Desde que Jesús llegó la primera vez a su hogar, ella se sentó a sus pies de para escuchar lo que decía (Luc. 10:39). Por eso se dice hay que escuchar más y hablar menos. Dios dice: escucha la voz de mis palabras (Job 34:16). El sabio recomienda; Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez (Prov. 19:20). • María escogió la buena parte, la cual no le será quitada (Luc. 10:4:2).

• María atesoraba en su mente las preciosas palabras que caían de los labios del Salvador, palabras que eran más preciosas para ella que las joyas más costosas de esta tierra. • María estaba acumulando su inagotable “tesoro en los cielos”, “donde ladrón no llega, ni polilla destruye” (Luc. 12: 33; Mat. 6: 19-21).

• María, se arrodilló ante Jesús cuando lo encontró fuera de la ciudad, después de la muerte de su hermano Lázaro (Juan 11:32). • María, lloró y por el llanto de ella, Jesús se conmovió y también lloró (Juan 11:33-35). • María, permaneció en casa cuando supo que Jesús había llegado, después que Lázaro había muerto (Juan 11:21).

• María, se levantó prestamente cuando marta en privado le dice: el maestro está aquí y te manda a llamar (Juan.11:28,29). • María, es la que derramó sobre su cabeza de Jesús el precioso ungüento, y bañó sus pies con sus lágrimas. • María, es la que estuvo junto a la cruz y le siguió hasta el sepulcro.

• María, fue la primera en ir a la tumba después de la resurrección de Jesús. • María fue la primera en proclamar al Salvador resucitado. Veamos el caso de Marta porque de ella podemos aprender varias lecciones.

• Marta era diligente, exacta y enérgica (DTG. Pág. 483) • Marta era diligente, exacta y enérgica (DTG. Pág. 483). • Marta anhelaba proveer comodidad para sus invitados, y en su ansiedad se olvidó de la cortesía debida a su huésped. • Marta estaba “atareada” y molesta por la presión de los muchos detalles de la atención de sus invitados.

• Era la que “se preocupaba” por las necesidades materiales de la casa (Mat. 6: 25- 34). Escucha las siguientes características, pueden parecerte conocidas. • Marta se creía buena, porque no le hace mal a nadie. • Marta quería la amistad de Jesús, pero sin compromiso.

• Marta le permite entrar en su casa, pero no en su corazón • Marta está dispuesta a servirle, pero no a creerle. • Marta acepta la amistad de Jesús, pero está negando la salvación. • Marta le gusta escuchar de Jesús, pero no quiere practicar lo que Jesús predica.

• Marta le gusta saber que Jesús perdona, pero ella no desea confesar sus pecados. • Marta quiere tener de cerca a Jesús, pero no quiere caminar con Él. • Marta quiere algo que se adapte a sus prioridades, sin que tenga que hacer un cambio drástico. • Marta quiere seguir practicando su religión de buenas obras, aunque su corazón este lleno de enojo.

• Marta se impacienta porque nadie le ofrece ayuda • Marta se impacienta porque nadie le ofrece ayuda. • Marta, perpleja por el afán de preparar la comida, apeló a Cristo diciendo: “Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile, pues, que me ayude”. • Marta no sólo culpó a María en su ruego a Jesús, sino que indirectamente censuró a Jesús. Insinuó que el verdadero problema era que a Jesús no le importaba la situación y no tenía intención de hacer nada al respecto, que le complacía más que María lo escuchara a él antes que ayudar a su hermana a preparar la comida.

• Marta sabía que Jesús tenía mucha influencia sobre María • Marta sabía que Jesús tenía mucha influencia sobre María. Por eso apelo a Jesús para conseguir con María lo que ella no podía lograr. Después de perder la calma a Marta se olvidó de los presentes, salió de la cocina, cruzó la pequeña sala y va directo a Jesús, entonces dijo; “Señor, ¿no tienes cuidado que mi hermana me deja servir sola? Dile, pues, que me ayude”. Entonces Jesús le contestó con palabras llenas de mansedumbre y paciencia:

“Marta, Marta, cuidadosa estás, y con las muchas cosas estás turbada: empero una cosa es necesaria; y María escogió la buena parte, la cual no le será quitada” (Luc. 10:42). Mediante esta declaración Jesús resumió la sustancia, el comienzo, el medio y el fin concerniente al evangelio. Hay una cosa necesaria en la vida cristiana. ¡Siéntate a los pies de Jesús! Cuando Jesús dice: Marta, Marta (Luc. 10:41,42). Jesús repite el nombre de Marta para indicar: ternura y compasión.

Cuando Dios vio que Moisés se acercaba a mirar la zarza le dijo; Moisés, Moisés fue para llamar la atención y para prevenirlo (Exo.3:2-4). Cuando dijo; Samuel, Samuel fue para indicar que Dios le estaba hablando con un mensaje directo (1 Sam.3:4). Cuando Jesús dijo; Saulo, Saulo fue para indicar que Pablo estaba ante la presencia del Dios vivo. Cuando Jesús dijo: Simón, Simón La repetición del nombre para dar mayor énfasis a lo que Jesús está por decir.

Entonces cuando Jesús le dice Marta, Marta, lo hace para tratarla con afecto, y mucha preocupación por ella. Notemos en primer lugar que Jesús no se enojó con ella. En la voz suave de Jesús no había rasgo alguno de irritación. Jesús dijo; Marta, tu preocupación y tu conducta exterior es sólo un reflejo de tus sentimientos íntimos e internos. Interiormente estas “afanada” y como resultado, externamente “turbada”. Yo no te exijo preparativos complicados, una sencilla hospitalidad es suficiente. Entonces le dijo: “Una cosa es necesaria”.

• Marta, “Una cosa es necesaria” necesitas tener un espíritu de calma y devoción, necesitas un deseo más profundo por el conocimiento referente a la vida futura. • Marta, “Una cosa es necesaria” necesitas menos preocupación por las cosas pasajeras y más por las cosas que perduran para siempre. • Marta, “Una cosa es necesaria” necesitas buscar primero el reino de Dios (Mat. 6: 33). Por qué las cosas materiales un día se te quitarán (Luc.12: 13-21; Luc. 16: 25-26).

• Marta, “Una cosa es necesaria” necesitas dejar tus preocupaciones y esfuerzos personales y posponer las cosas materiales a un segundo plano. • Marta, “Una cosa es necesaria” necesitas aprender mucho de tu hermana María de la buena parte que no le será quitada.

• Marta, “Una cosa es necesaria” tú debes ser un ejemplo para todo creyente ansioso, porque ellos creen, pero no confían lo suficiente cuando pasan por dificultades. • Marta, “Una cosa es necesaria” tú necesitas confiar en las promesas divinas. Porque tú no desconfías en el Señor, ni cuestionas la veracidad de lo que digo, sin embargo te preguntas ¿cómo será?

• Marta, “Una cosa es necesaria” tú necesitas creer que Jesús, es el hijo de Dios. Porque al creer verás la grandeza y las maravillas de Dios. LLAMADO Apreciado amigo; ¿con quién te identificas? Con Marta o María.

A). Hay personas que se identifican con Marta, porque no tienen tiempo para sentarse a los pies de Jesús ahora. Porque hay una gran cantidad de cosas necesarias: buenas obras, la obediencia, normas de la iglesia. Pero todas ellas son el resultado de esta única cosa necesaria; sentarse a los pies de Jesús, que es la base de toda la experiencia cristiana.

B). Otros se identifican con María porque se dan cuenta de su necesidad, de esa buena parte que no será quitada. Y deciden sentarse a los pies de Jesús, dale tu corazón y tu voluntad. El sentarse a los piés de Jesús es sinónimo de; confianza, seguridad exaltación, triunfo y autoridad. Recordemos también que el sentarse será privilegio únicamente de los vencedores. Jesús dijo:

“Al vencedor, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. (Apoc. 3: 21). En el libro de hebreos hace mención al sentarse de Jesús: 1. “Se sentó a la diestra de la majestad de las alturas” (Heb.1:3). 2. Dios le dijo a Jesús; “siéntate a mi diestra” (Heb.1:13).

3. “El cual se sentó a la diestra del trono de la majestad en los cielos” (Heb. 8:1). 4. “Se ha sentado a la diestra de Dios” (Heb.10:12). 5. “Y se sentó a la diestra del trono de Dios” (Heb.12:2).

Apreciado amigo en esta hora te invito a sentarse a los pies de Jesús para escuchar sus indicaciones, porque aun dentro de las múltiples actividades Jesús te dice; “Una cosa es necesaria” ¡siéntate a los pies de Jesús! Aprendamos cada día a sentarse a los pies de Jesús. ¡No crees que es un privilegio sentarse por un momento! A los pies de Jesús, ahora.

· Hoy puedes venir a él y saber que Él tiene mejores planes para ti · Hoy puedes venir a él y saber que Él tiene mejores planes para ti. · Decide hoy abrirle tu corazón y Él llenará tu vida de paz y felicidad. - O R AC I Ó N -

6 Jueves 28 de Abril Una Cosa Te Falta Índice

BASE BÍBLICA: Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. (Marcos 10:21). INTRODUCCIÓN La Biblia presenta a varias personas anónimas que hicieron grandes hazañas y libraron vidas de personas.

Tal es el criado de Nabal Tal es el criado de Nabal. “Pero uno de los criados dio aviso a Abigail mujer de Nabal, diciendo: He aquí David envió mensajeros del desierto que saludasen a nuestro amo, y él los ha burlado” (1 Sam.25:14). Cuando más de cuarenta hombres querían matar a Pablo gracias a su sobrino un joven anónimo lo salvo de la muerte.

“Más el hijo de la hermana de Pablo, oyendo hablar de la celada, fue y entró en la fortaleza, y dio aviso a Pablo. Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle. El entonces tomándole, le llevó” (Hech. 23:16-18). Hoy hablaremos de una figura solitaria que también no sabemos el nombre de este joven, en lo personal me hubiera gustado conocer su nombre. Mateo dice que era joven (Mateo.19:16-30).

Es probable que el joven tenía unos 30 años Es probable que el joven tenía unos 30 años. Lucas dice que era un gobernante o principal (Lucas 18:18-30). Marcos dice que era rico. (Mar. 10:17-31). Después de estas características podemos decir este hombre; era muy joven para ser muy prospero. El joven era estimable y de carácter ejemplar. También era muy religioso, pues conocía gran parte del Antiguo Testamento y lo practicaba. Cierto día vio que Jesús tomaba a los niños en sus brazos y les daba de su bendición (Mat.19: 13-15).

Miró el rostro de los discípulos que rechazaban a los niños, pero en el rostro de Jesús irradiaba sólo amor. Esta actitud de Jesús hizo que el joven sintiera una fuerte atracción hacia Él. Decidió ser su discípulo. Mientras tomaba esta decisión, miraba como Jesús y sus discípulos se retiraban de la ciudad (Mar. 10: 17).

Para no perderlos de vista, el joven mostrando la impaciencia de la juventud, decide correr. Una vez que lo alcanzó cayó de rodillas. El hecho de arrodillarse demostraba que era sincero (Mar. 10: 17). Estando de rodillas le dijo: Maestro; ¿Qué debo hacer para obtener la vida eterna? Esta pregunta refleja el típico concepto de los fariseos de la justificación por las obras como pasaporte para la vida eterna (Mateo 19: 17). Jesús notó su interés en

los asuntos espirituales, vio en este joven ser prometedor porque tenía una personalidad con futuro. Jesús vio en este joven una actitud diferente a la de los fariseos quienes días atrás se habían acercado a Jesús y lo hicieron sólo para tentarlo (Mat. 19: 3). UNA COSA TE FALTA, PARA QUE TENGAS PAZ EN TU VIDA. El joven rico pregunta ¿Qué debo hacer para obtener la vida eterna? Antes de preguntar el joven;

sentía que había cumplido concienzudamente con todos los requisitos de la ley (PVGM. Pág. 322), porque había hecho todo lo que mandaban los rabinos, aunque estaba consciente de que algo le faltaba. Jesús responde; ¿Por qué me llamas bueno? Puesto que el joven tenía una buena posición y al parecer gozaba de la confianza de su pueblo (Mat. 19: 16),

puede decirse que no llamó “Maestro bueno” a Jesús por ignorancia o descuido. Era obvio que tenía alguna razón para hacerlo, y Jesús esperó que el joven expresará públicamente esa razón. Cuando Jesús dijo que sólo Dios era bueno, estaba procurando ayudar al joven a comprender claramente el significado de su saludo. Siendo que Jesús reconoció la sinceridad y el discernimiento del joven, entonces quiso fortalecer su fe haciéndole presentar una declaración aún más clara.

La pregunta es ¿qué bien haré para tener la vida eterna La pregunta es ¿qué bien haré para tener la vida eterna? La respuesta es; guarda los mandamientos. A todos se nos pide algo diferente, porque cada persona tiene una necesidad, según la circunstancia, y el tiempo. 1. A este joven rico, Jesús dijo: “Si me amas” “guardad mis mandamientos” (Juan 14: 15). Es decir; saca el egoísmo de tu corazón.

2. A los discípulos se les dijo; si quieren ser salvos entren por la puerta. (Juan 10:9). La puerta es Cristo. Jesús dijo: Yo soy la puerta de las ovejas (Juan 10:7). Es decir acepten a Cristo como su salvador personal. 3. Al intérprete de la ley que fue a Jesús se le dijo ama a tu Dios y a tu prójimo. Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle:

Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? El le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? (Luc.10:25.29).

3. Pedro predicó a los varones israelitas 3. Pedro predicó a los varones israelitas. Después de haber escuchado su sermón ellos preguntaron ¿Qué haremos? Pedro respondió: Arrepentíos y bautícense cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo (Hechos 2:37,38). 4. Cuando el carcelero de Filipos pregunto a Pablo ¿Qué debo hacer para ser salvo? (Hechos 16.30, 31). La respuesta fue: cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa.

5. A los cristianos romanos se les dijo: serás salvo, si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios se levantó de los muertos (Romanos 10:9). 6. Cuando el etíope preguntó a Felipe; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe le dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes (Hechos 8.36, 37).

7. Jesús le dijo a María; ¿Crees esto. Ella respondió: ¡Si Señor 7. Jesús le dijo a María; ¿Crees esto? Ella respondió: ¡Si Señor! Creo que tú eres el Cristo, el hijo de Dios. (Juan 11:26,27). El joven rico hace una segunda pregunta. La respuesta de Jesús al joven rico fue: “si me amas guarda los mandamientos” (Juan 14: 15). ¿Cuáles? sin duda, a la vista de los hombres el joven rico era honrado; pero a la vista de Dios, que lee el corazón, este joven en realidad no se preocupaba por los intereses de sus prójimos, sólo estaba pensando en si mismo.

Jesús por segunda vez responde al joven y le recuerda en el siguiente orden seis mandamientos que se refieren a la relación de la persona con su prójimo: El sexto. No matarás. El séptimo. No adulteraras. El octavo. No hurtaras. Noveno. No dirás falso testimonio. Ahora regresa al Quinto. Honra a tu padre y a tu madre: y amaras a tú prójimo como a ti mismo. Este quinto mandamiento era en realidad el problema del joven.

Aunque el joven aún no comprendía estos preceptos de conducta, la respuesta de Jesús estaba llegando hasta el mismo corazón de su problema. El Joven no amaba a otros tanto como se amaba a sí mismo. Sin embargo, creía que había guardado “todo esto”. Había guardado la ley según su letra, pero no con el debido espíritu, y sin embargo consideraba que estaba viviendo en armonía con sus principios.

Jesús intentó abrir los ojos del joven para que comprendiera que los principios de la ley deben aplicarse concienzudamente a todas las relaciones prácticas de la vida. El Joven estaba descuidando su responsabilidad como hijo con su deber hacia sus padres. En ese tiempo cuando alguien consagraba su vida a Dios no estaba comprometido a ayudar a su padres económicamente,

Ni visitarlos físicamente y su riquezas no era deber compartirlo con otros. (Mat. 15:1-9). El joven hace una tercera pregunta. Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? El joven rico creía sinceramente que había guardado todos los mandamientos y no se daba cuenta de ninguna imperfección (DTG. Pág. 478).

El joven rico, confiaba en que estaba apenas un paso para llegar a la perfección. Sin embargo, a pesar de que con toda diligencia había obedecido la letra de la ley, todavía le parecía que le faltaba algo y que su obediencia no era suficiente. Pero no sabía lo que le faltaba. Su vida había sido pura, honrada y veraz. El joven no había robado los bienes a nadie, no había levantado falso testimonio contra ellos, ni les había quitado la mujer o la vida. No basta dejar de odiar o herir a nuestros prójimos;

El Evangelio nos pide que los amemos y les ayudemos como nos amamos a nosotros mismos. A este joven le faltaba el amor de Dios en el corazón (DTG. Pág. 478), sin el cual su observancia de “todo esto” carecía de valor real a la vista del cielo. El joven siguió diciendo; ¿que más me falta? Su pregunta era sincera y salía del corazón. El joven había tenido como ideal llegar a la perfección. Pero, como lo señala Pablo, no se puede alcanzar la perfección por medio de las obras (Gál. 2: 21; Heb. 7: 11).

UNA COSA TE FALTA. Después de un breve intercambio de miradas e ideas con respecto a los mandamientos, vino la respuesta a la pregunta del joven. Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. (Marcos 10:21).

El joven se anticipó a cualquier respuesta, pero no esperaba escuchar de Jesús; vender lo que apreciaba y darlo a los pobres (Lucas 18:22). En ese tiempo se creía que tener riquezas era una señal de bienestar espiritual. Porque si una persona tenía una buena relación con Dios, él podía bendecir con bendiciones materiales y espirituales. Por lo tanto mientras más rica era la persona, mayor era la evidencia de estar viviendo cerca de Dios. Tomaban como base bíblica el proverbio que dice: “Honra a Jehová con tus bienes, y con tus primicias de todos tus frutos;

y serán llenos tus graneros con abundancia, y tus lagares rebosarán de mosto” (Prov. 3:9-10). “La bendición de Jehová es la que enriquece” (Prov. 10:22). “el alma generosa será prosperada; y el que saciare, él también será saciado” (Prov.11:25). Los pobres por el contrario se creía que eran pobres porque tenían pecados ocultos y dichos pecados no permitían que Dios les bendijera.

Mientras más pobre era la persona, mayor evidencia era que estaba viviendo en pecado, y dichos pecados bloqueaban las bendiciones divinas. Su base bíblica era; “la iniquidad alcanzará a los impíos” (Prov.10:3). “El mal perseguirá a los pecadores, más los justos serán premiados con el bien” (Prov.13:21). El joven rico no entendió ¿por qué?, Jesús le pide que venda sus bienes y que se lo diera a los pobres.

Ahora necesitaba un poco más de tiempo para pensar en esta orden muy extraña. Se dio la vuelta, confuso y triste. El defecto que aún quedaba en el Joven rico era el egoísmo; este defecto es muy serio, porque el egoísmo, a menos que se eliminara la devastadora influencia el joven rico no podía progresar hacia la perfección. Recuerda las riquezas nunca deben ser un problema para estar a cuentas con Dios. En la Biblia encontramos varias promesas para

aquellos que son fieles (Deut. 28:1-14) aquellos que son fieles (Deut. 28:1-14). Recordemos que Dios es quién da las habilidades para hacer riquezas (Deut. 8:18). Ejemplos: A. Abrahán era “riquísimo” (Gén. 13: 2) y a la vez fue llamado “amigo de Dios” (Sant. 2: 23). B. Zaqueo era rico y Jesús lo elogio, cuando puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. (Luc. 19:8). La ley decía:

Si el impío restituyere la prenda, devolviere lo que hubiere robado, y caminare en los estatutos de la vida, no haciendo iniquidad, vivirá ciertamente y no morirá. (Ezequiel 33:15). C. Nicodemo era rico, y Jesús no lo rechazó por ser rico, se desveló con él toda la noche (Juan 3). Tiempo después fue a Jesús trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras para ungir su cuerpo, que son unos 33 Kilos de mirra. (Juan 19:39).

La mirra, se obtenía de un árbol oriundo de Arabia y del África oriental, era resina aromática muy cotizada en tiempos antiguos; tenía un gusto amargo. Se empleaba en la fabricación del aceite sagrado (Éxo. 30: 23-25) y para hacer perfume (Est. 2: 12; Sal. 45: 8; Prov. 7: 17). También se lo empleaba para embalsamar (Mat.2:11; Juan 19: 39). El “Aloe”, también era una resina aromática de un árbol. Este producto se menciona sólo aquí en el NT, y en el AT en Núm. 24: 6; Sal. 45: 8; Cant. 4: 14).

Estos productos sin duda fueron compradas a un costo elevado, que sólo los ricos tenían ese privilegio. D. José de Arimatea era rico, y Jesús no le insistió que se deshiciera de sus riquezas. “José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. (Juan 19:38). E. Judas guardaba el dinero, y Jesús lo reprendió (Juan 12:1-8). Porque era ladrón.

F. Pablo lo perdió todo “para ganar a Cristo” (Fil. 3: 7-10) F. Pablo lo perdió todo “para ganar a Cristo” (Fil. 3: 7-10). A fin de posesionarse del tesoro celestial o comprar la perla de gran precio (Mat. 13: 44-46), uno debe estar dispuesto a deshacerse de todo lo que tiene. Pero el joven rico no estaba listo para hacer esto. Aquí estaba su cruz, pero se negaba a tomarla. El joven rico que vino a Jesús fracasó porque vino preguntando ¿Qué debo hacer? Su enfoque era salvación por obras. (Ilustración)

Se cuenta una historia de un hombre que llegó a la puerta del cielo, lo recibe San Pedro y le dice para entrar a la gloria debes contar con mil puntos. Excelente respondió el hombre. A). He vivido con una mujer de mal modo por cuarenta años, tiempo suficiente para probar mi carácter. Te felicito le dijo Pedro te has ganado siete puntos. ¡Que! dijo el hombre. Pedro le contestó guarda cordura el Señor te puede quitar los puntos.

B). Toda mi vida he sido vegetariano, nunca he comido ni bebido cosas inmundas. ¡Felicidades! Le dijo Pedro, tienes cuatro puntos ¡qué! Dijo, eso es injusto. Tranquilízate que el Señor te puede quitar los puntos por contradecir el plan de alimentación. C). Bueno pues he llevado por muchos años responsabilidades cuantos puntos he ganado, Pedro le contesta dos puntos. Bueno dijo el hombre con ese plan sólo podemos ser salvos por gracia. Pedro le dijo: Bienvenido a la gloria te has ganado mil puntos.

La pregunta correcta es Señor ¿Qué debo ser La pregunta correcta es Señor ¿Qué debo ser? ¿Cómo debería ser mi relación con Dios y mis semejantes? Puesto que la enfermedad varía de persona a persona, también varía el remedio. La Biblia dice que el amor al dinero es la raíz de todos los males (1Tim.6:10). Para el que tiene su corazón puesto en las riquezas, es difícil entrar en el reino de los cielos.

Su alegría con la cual se había acercado corriendo a Jesús, se transformó en tristeza y pena. El precio de la “vida eterna”, era mayor que el que estaba dispuesto a pagar. (DTG. Pág. 479). El joven rico se fue, demostrando que no era rico sincero de estar interesado por su prójimo. Si se hubiera quedado hubiera demostrado su fe genuina de que ahora padecía. Una vez, que el joven rico se fue, Jesús y sus discípulos siguieron su camino. Jesús no se complicó la vida una vez que el joven rico se fue, él siguió su camino.

Se acuerdan del etíope después de haber encontrado a Jesús y ser bautizado. “siguió gozoso su camino” (Hechos 8:39). LLAMADO Apreciado hermano; ¿sabes lo que te falta? Y si Jesús te dijera ¿Una cosa te falta? ¿Qué responderías? Piensa por un momento ¿No será que el Señor también te dirá: “Una cosa te falta”? Posiblemente el Señor te diga.

Una cosa te falta, confía en Dios Una cosa te falta, confía en Dios. Una cosa te falta, reconcíliate con tus padres, esposo, esposa. Una cosa te falta, deja de mentir. Una cosa te falta, deja de pensar mal. Una cosa te falta, regresa a la iglesia. Una cosa te falta, debes asistir a la iglesia. Una cosa te falta, se fiel con los diezmos al Señor. Una cosa te falta, trata bien a tu esposa, esposo hijos., Una cosa te falta, sé honrado.

Una cosa te falta, comparte las bendiciones que Dios te da Una cosa te falta, comparte las bendiciones que Dios te da. Una cosa te falta, aprende a perdonar. Una cosa te falta, hoy debes bautizarte. Cuando el Señor te dice; Una cosa te falta, es porque nada escapa de su mirada, porque él conoce sabe lo que sentimos y pensamos. Un día Jesús entró a Capernaúm entonces le trajeron un paralitico, los presentes murmuraban en su corazones entonces Jesús les dijo: ¿Por qué caviláis así en vuestros corazones? (Mar. 2:8).

Jesús nunca fue tomado por sorpresa Jesús nunca fue tomado por sorpresa. Cuando sus espías lo seguían, Jesús no tenía ninguna dificultad en conocer la tendencia del pensamiento de ellos en relación con cualquier cosa que él pudiera hacer. Digamos hoy al Señor como el salmista David dijo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno.” (Sal. 139:23- 24).

Entonces te invito para que en esta hora te pongas a cuenta con Jesús de lo que te hace falta. Te invito a que aprendas a confiar en el Señor, para que puedas seguir tu camino gozoso como el etíope (Hechos 8:39). Apreciado hermano, en este día Jesús te habla por tu nombre y te dice felicidades eres un buen cristiano; Pero una cosa te falta, ¿sabes que falta?

Entonces porque no le dices al Señor, ¿Qué me falta Entonces porque no le dices al Señor, ¿Qué me falta? Es mejor saberlo para poder arreglarlo. Hoy cuando hay vida, hoy cuando hay fuerzas, hoy que podemos oír, hablar, caminar, sentir, experimentar. Tú decides, irte a casa triste como el joven rico o irte a casa gozoso como el etíope por estar a cuentas con Dios. Yo quiero orar por ti ven al frente. - O R AC I Ó N -

De Ninguna Cosa Hago Caso 7 Viernes 29 de Abril De Ninguna Cosa Hago Caso Índice

BASE BÍBLICA: Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios (Hechos 20:24). INTRODUCCIÓN Muchas veces me he preguntado, ¿Por qué? Las noticias negativas aunque no sean confirmadas las personas las aceptan como verdaderas, pero las noticias que son reales o verdaderas, lo primero que las personas hacen es dudar y no las aceptan fácilmente.

En (Génesis 37: 32,34), dice: los hermanos de José enviaron la túnica de colores y la trajeron a su padre, y dijeron: Esto hemos hallado; reconoce ahora si es la túnica de tu hijo, o no. Y él la reconoció, y dijo: La túnica de mi hijo es; alguna mala bestia lo devoró; José ha sido despedazado. Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso cilicio sobre sus lomos, y guardó luto por su hijo muchos días. Jacob estaba en Hebrón cuando sus hijos le enviaron la noticia de la supuesta muerte de José, Jacob creyó fácilmente su mentira. Esta noticia era falsa y José la creyó como verdadera.

En (Gén.45:25,26). Dice que los hijos de Jacob regresaron de Egipto, y llegaron a Hebrón, a la tierra de Canaán a Jacob su padre. Y le dieron las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda la tierra de Egipto. Y el corazón de Jacob se afligió, porque no les creía. Ahora que vinieron a decirle la verdad. La noticia es: José vive y es gobernante de todo Egipto, y Jacob se desmayó. Jacob no les creía en absoluto. Tan sólo los costosos regalos y los carros egipcios finalmente lo convencieron de la verdad de su relato.

DE NINGUNA COSA HAGO CASO, PORQUE QUIERO ESTAR EN PAZ CON DIOS DE NINGUNA COSA HAGO CASO, PORQUE QUIERO ESTAR EN PAZ CON DIOS. Volvamos al caso de Pablo, quien nos presenta siete puntos mediante los cuales se debe manifestar la unidad en la iglesia de Dios. 1. Un cuerpo. Los cristianos pertenecemos a la familia de Dios. 2. Un Espíritu. Todos los dones y las gracias de la vida cristiana provienen del Espíritu Santo.

3. Una esperanza. La bienaventurada esperanza del regreso de Cristo Jesús. 4. Un Señor. Que nos ama y que es el principal objeto de nuestra lealtad. 5. Una fe. Por medio de la cual aceptamos la salvación provista por Jesús. 6. Un bautismo. El símbolo exterior de nuestra unión con Cristo. 7. Un Dios y Padre de todos. La fuente de nuestra unidad. Así como Dios es uno, nosotros también debemos ser uno.

Ahora pablo les relata cuatro puntos sobresalientes Ahora pablo les relata cuatro puntos sobresalientes. No era una queja, eran palabras para animar a los cristianos para que no se desaminaran ante los problemas que les acontecieran. A. He tenido muchas pruebas y asechanzas por los judíos. B. No he renunciado a enseñar el evangelio. C. He testificado a judíos y gentiles. D. La gente dice; que me esperan prisiones y tribulaciones, y voy a Jerusalén sin saber lo que haya me sucederá.

Jesús mismo paso por momentos difíciles Jesús mismo paso por momentos difíciles. Cuando se cumplió el tiempo en que él había de ser recibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén (Luc. 9:51). Faltaban como seis meses para la crucifixión, muerte y ascensión de Cristo. Afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Antes Jesús, había dicho que su hora no había llegado (Juan 2: 4; 7: 6, 8). Lo había repetido justamente antes de la reciente fiesta de los tabernáculos (Juan 7: 6), Jesús habló del momento cuando debía ir a Jerusalén y ser recibido arriba. En su último viaje desde Galilea, Jesús estaba consciente del propósito de llegar hasta la cruz (Mar. 10: 32).

Jesús sabía lo que estaba delante de él, pero no hizo ningún esfuerzo por evitarlo ni postergarlo. Un espíritu similar impulsó a Pablo en su último viaje a Jerusalén (Hech. 20: 22-24; 2 Tim. 4: 6-8). Llegamos al punto clave de esta hora. Pablo dice: “Pero de ninguna cosa hago caso” (Hechos 20:24). Pablo no vaciló nunca en su lealtad al Salvador a pesar de las dificultades. Recordemos, el cristianismo no nos promete quitar el dolor.

Porque, “Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios” (Hech. 14:22). En seis tribulaciones te librará, y en la séptima no te tocará el mal” (Job 5: 17: 19.). Todos en algún momento de nuestra vida; hemos tenido, tenemos, o tendremos problemas; físico, emocional, económico, social y espiritual.

Estos problemas tratarán de desanimarnos, pero nosotros debemos decir: “De ninguna cosa hago caso”. Recuerda el desánimo es una de las trampas más eficaces del enemigo, para acabar con nuestro objetivo de vida. Te presento algunas cosas de las cuales no debemos hacer caso: 1) No hagas caso cuando te digan; no te entregues a Cristo. “Porque Jesús dice: “En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salvación te he socorrido. He aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salvación” (2Cort. 6:2).

“Porque si primero hay la voluntad dispuesta, será acepta según lo que uno tiene, no según lo que no tiene” (2 Cort. 8:12). “Así dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que heredes asoladas heredades” (Isa. 49:8). 2) No hagas caso a los que te dicen: No te bautices. Porque Jesús dijo: “El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado” (Marcos 16:16).

3) No hagas caso a los que te dicen: Regrésate a donde estabas 3) No hagas caso a los que te dicen: Regrésate a donde estabas. Porque “Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios. “(Luc. 9: 62). 4) No hagas caso cuando te dicen: No podrás vencer. Porque la Biblia dice; “Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó” (Rom. 8:37).

5) No hagas caso cuando te dicen: Tus familiares te rechazarán 5) No hagas caso cuando te dicen: Tus familiares te rechazarán. Jesús dijo: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mí. “(Mat. 10: 37, 38). 6) No hagas caso cuando te ofendan. El sabio dice: “La cordura del hombre detiene su furor, y su honra es pasar por alto la ofensa”( Proverbios 19:11).

Hay un maravilloso poder en el silencio Hay un maravilloso poder en el silencio. Cuando le dicen palabras impacientes, no se vengue. Las palabras pronunciadas como réplica a alguien que está airado generalmente actúan como un látigo, azotando. Cuando la ira que se enfrenta con el silencio rápidamente se desvanece. 7) No hagas caso ante la injusticia de la vida. No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierva verde se secarán (Sal.37:1,2).

Pablo, después de hablar con los ancianos de Mileto, y les predice lo que le sobrevendrá; les encomienda el rebaño del Señor, los amonesta contra los falsos maestros, los encomienda a Dios, ora con ellos, y se marcha con la seguridad que nada pasara que Dios no lo permita. LLAMADO Apreciado hermano, ante los problemas y las dificultades, di como Pablo dijo: “De ninguna cosa hago caso”. Recuerda; Jesús no obliga a nadie a seguirle.

Dios dice “Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor” (Sal Dios dice “Con cuerdas humanas los traje, con cuerdas de amor” (Sal. 77: 20; Jer. 31:3; Ose. 11: 4). Elena G. de White dijo: No es el temor al castigo, o la esperanza de la recompensa eterna, lo que induce a los discípulos de Cristo a seguirle. Es contemplando el amor incomparable del Salvador, revelado en su peregrinación en la tierra, desde el pesebre de Belén hasta la cruz del Calvario, y la visión del Salvador es lo que atrae, enternece y subyuga el alma.

El amor se despierta en el corazón de los que lo contemplan El amor se despierta en el corazón de los que lo contemplan. Ellos oyen su voz, y le siguen. Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano” (Juan 10:27,28). “El que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8: 12). Cuando avanzamos por fe, nos acostumbramos a seguir adelante. Recuerda el sendero de la vida resplandece con un brillo cada vez mayor hasta que el día es perfecto (Prov.4:18).

Cristo no nos garantiza que por seguirle no tendremos experiencias desagradables. En esta vida pasaremos por pruebas y dolores. Pero Dios dice; cuando pasares por las aguas yo estaré contigo; y si por los ríos no te anegaran. Cuando pases por el fuego, no te quemaras, ni la llama arderá en ti (Isa. 43:2). David dijo aunque ande en valle de sombra de muerte; no temeré mal alguno porque tú estarás conmigo (Sal.23:4).

Jesús mismo no se salvó del dolor y sufrimiento Jesús mismo no se salvó del dolor y sufrimiento. Cuando estaba en el huerto de Getsemaní por tres veces dijo; Padre si es posible que pase de mi esta copa; pero no se haga mi voluntad sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle (Luc. 22:42,43). No permitamos que los sentimientos nos controlen, ni que caigamos en la envidia, en la irritación, en la crítica, los celos y la vanidad. Decidamos seguir a Cristo, cueste lo que cueste. Nuestra única seguridad consiste en rendir obediencia a todos los requerimientos cueste lo que cueste.

Por esa razón: • Cuando cantes; “Anhelo ser limpio” Por esa razón: • Cuando cantes; “Anhelo ser limpio”. Cree el Señor te puede limpiar. • Cuando cantes; “Hay un mundo feliz más allá” Cree hay un lugar reservado para ti. • Cuando cantes; “Cuando suene la trompeta”. Cree que los justos tienen su recompensa. • Cuando cantes; “Dulce oración”. No te contentes con orar cinco o diez minutos.

• Cuando cantes; “Firmes y adelante” • Cuando cantes; “Firmes y adelante”. No te quedes, esperando que el Señor te empuje. Marcha y veras milagros. • Cuando cantes; “Lluvias de gracia”. Asiste y participa de la iglesia aunque esté lloviendo a cantaros. • Cuando cantes; “Yo quiero trabajar por el Señor”. No dudes en hacer algo en el bien del Señor y del prójimo. • Cuando cantes; “Soy peregrino aquí. No te aferres a las cosas de este mundo. Recuerda hay un cielo que ganar.

• Cuando cantes “Tuyo soy Jesús”. No te entregues a medias • Cuando cantes “Tuyo soy Jesús”. No te entregues a medias. Entrega tu ser entero. Amigo, termino diciendo en esta hora. No hagas caso de lo que veas. No hagas caso de los dichos de la gente. Confía en Jesús, confía en la Biblia, confía en la Iglesia. Recuerda que Jesús te habla por medio de la Biblia y te escucha por medio de la oración.

Recuerda para mirar son seguridad hacia el futuro, primero debemos mirar con fe hacia el pasado. La tranquilidad de nuestro encuentro con Cristo en las nubes del cielo, depende de nuestro encuentro previo con Él a los pies de la cruz.

No te guíes por tus sentimientos, déjate guiar por fe No te guíes por tus sentimientos, déjate guiar por fe. Cuando sientas el deseo de mirar el pasado, hazlo, pero ve a la cruz de Cristo, mira su vida justa y su muerte injusta que nos permite ver la solución que Dios ofrece para los problemas que el pecado ha traído para nosotros; que es la condenación eterna, y la separación de la vida eterna. - ORACIÓN -

De Una Cosa Estoy Seguro 8 Sábado 30 de Abril De Una Cosa Estoy Seguro Índice

BASE BÍBLICA: “Por lo cual de una cosa estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (Rom. 8: 38, 39). INTRODUCCIÓN Las cosas más reales del mundo son a menudo las cosas más difíciles de representar. Por ejemplo ¿cómo describir el amor?

Sólo podemos compararlo con las cosas que ya conocemos Sólo podemos compararlo con las cosas que ya conocemos. Muchas veces decimos; mira cuanto ama esa madre a su hijo, porque miramos que le da un abrazo cálido, o un toque suave. El amor es hermoso pero necesita de Jesús. Porque “únicamente donde reina Cristo puede haber amor profundo, verdadero y abnegado. En toda familia donde Cristo more se manifestará tierno interés y amor mutuo; no un amor variable, sino un amor profundo y permanente” (HC. Pág. 81).

Juan dice; “ Dios es amor” (1 Juan 4: 16). Es una aseveración positiva Juan dice; “ Dios es amor” (1 Juan 4: 16). Es una aseveración positiva. Entonces siempre que nos mantenemos dentro de la atmósfera del amor, actuamos, naturalmente, en la presencia de Dios; y porque permanecemos en amor, permanecemos en Dios, quien es amor. Pablo dice que el amor no hace mal al prójimo (Rom. 13:10). Porque el amor de Dios siempre se dirige hacia afuera.

El apóstol Pablo dijo; que estaba seguro que ninguna cosa creada lo podrá separar del amor de Dios. Cuando en la Biblia usa la palabra amor se refiere a tres palabras. a). EROS. Amor erótico. b). FILEO. Amor filial. c). AGAPE. Amor supremo.

Aunque los tres tipos de amor tienen su lugar en la Biblia, se da más énfasis del amor AGAPE, porque no depende de los sentimientos, depende de la reciprocidad, depende de un principio. Es lamentable decir que este tipo de amor está escaseando. Porque el amor AGAPE tiene un precio.

Pablo habla de su seguridad que tiene en el amor de Dios Pablo habla de su seguridad que tiene en el amor de Dios. Es como decir; no tengo duda de lo que estoy diciendo. (Ilustración). Cierto químico decidió enseñar a su trabajador desde su primer día de trabajo. Entonces le dio al joven un poco de un material bloco que él sabía que era (cemento blanco), y le dijo examina este material y al final del día le dijera que sustancia era. Durante todo el día el joven lo estuvo analizando y al final de día dijo:

Químico este material “parece que es cemento blanco” Químico este material “parece que es cemento blanco”. Al segundo día el químico le dio el mismo material para que lo analizara nuevamente, al final día dijo: Químico, “Creo que es cemento blanco”. Al tercer día le dio el mismo material, el joven un poco intrigado lo analizó minuciosamente y al final del día fue ante el químico y dijo: Químico “este material “Es cemento blanco”. No es lo mismo; parece, creo y es.

Pablo dijo no dudo, porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra (Sant. 1:6), Es decir; pide “Sin vacilar”; “sin titubear” El que pide “con fe”, no vacilará como si no estuviera seguro de que Dios oirá y contestará su petición. Cuando Santiago habla del que duda o el que vacila, no se está refiriendo a dudas intelectuales, sino de inestabilidad espiritual.

El que duda es; semejante a la onda de la mar que está inquieta y agitada como el océano; no tiene estabilidad propia; pues se halla completamente sujeta a la fuerza del viento. Se levanta y cae a medida que el viento la impulsa en una u otra dirección. El viento representa las circunstancias o problemas que pueden influir para que el cristiano dude y sea llevada de una parte a otra. Pero el que está convencido de que Dios está dispuesto a atender sus necesidades aunque lo arrastren los problemas, permanece firme.

La duda es normal en nosotros los humanos La duda es normal en nosotros los humanos. “Jesús, extendiendo la mano, asió la mano de Pedro y le dijo: ¡Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste? (Ma.14:31). Cuando Jesús se presentó ante los discípulos ese primer día de la semana algunos le adoraron; pero algunos dudaban (Mat. 28:17). Contrario a la duda, el apóstol Pablo siempre habló que estaba seguro en lo que creía, sentía y decía. Pablo cuando le escribe a los hermanos de la iglesia de Roma les dice:

Pero estoy seguro de que ustedes están llenos de bondad y de todo conocimiento. Pero estoy seguro de vosotros hermanos míos, de que vosotros mismos estáis llenos de bondad, llenos de todo conocimiento, de tal manera que podéis amonestaros los unos a los otros (Rom. 15:14). DE UNA COSA ESTOY SEGURO, PORQUE QUIERO ESTAR EN PAZ CON DIOS. En el pasaje de esta hora, se encuentra en (Romanos 8:38,39). Pablo expresa ahora su propia convicción personal diciendo:

“Estoy seguro” o “estoy convencido” de que ningún poder celestial o terrenal en el tiempo o en la eternidad, puede separarnos del amor divino (Rom. 8:38,39). Era tal la convicción de Pablo que al final de su ministerio dijo: Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día. (2 Tim. 1: 12). El apóstol [Pablo] contemplaba el gran más allá, no con temor e incertidumbre, sino con gozosa esperanza y anhelosa expectación. Al llegar al paraje del martirio, no vio la espada sino que a través del sereno cielo de aquel día estival, miraba el trono del Eterno.

Qué bendición es estar seguro en lo que decimos y hacemos porque eso nos da la seguridad de que estamos en lo correcto. Lo que una persona demuestra externamente es sólo una realidad de lo que lleva adentro, sin importar la envoltura. “Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro del corazón saca malas cosas. Más yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mat. 12: 34-37).

En Romanos 8:38,39. Pablo pregunta ¿Puede alguien poner una distancia entre nosotros y el amor de Cristo? ¿Puede hacer alguien que Cristo deje de amarnos? Evidentemente él está hablando del amor de Cristo por nosotros y no nuestro amor por él. Pablo tiene autoridad para hablar de la tribulación debido a sus propias vicisitudes (1 Cor. 4: 10-13; 2 Cor. 11: 23-33). Pablo enumera diez cosas que no harán que disminuya en lo más mínimo el amor con que nos ama Cristo.

1) La muerte. David dice; que la muerte, es como un valle oscuro, como una sombra que está sobre nosotros (Salmo 23:4). Todos sabremos que tendremos valles oscuros en nuestra vida. No debemos temer, porque Jesús comparó la muerte con el sueño (Juan 11:11-14). Aunque la muerte oculta a los seres humanos de la vista física, Cristo ha señalado que un día esos sepulcros se abrirán y los justos recibirán la vida eterna. (1 Tes. 4:13- 17). Juan el revelador dice: oí una voz que desde el cielo me decía: escribe, bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor (Apoc.14:13).

2) La vida. “pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos” (Rom. 14: 8). 3) Los ángeles. Los ángeles son envidos para ministrar (Heb. 1: 14), nunca para apartar los cristianos de su Salvador (Gál. 1: 8), y que aunque los ángeles buenos intentaran desviar a los creyentes del amor de Cristo ¡no tendrían éxito!

4) Los principados. Se refiere a gobernantes civiles como a los poderes sobrenaturales que tratan de ejercer un dominio para mal sobre los hombres (Efe. 6: 12). Algunos comentadores sugieren que la referencia de Pablo a “ángeles”, “principados” y “potestades” podría reflejar la forma en que los judíos designaban las diferentes jerarquías de ángeles (1 Cor. 15: 24; Efe. 1: 21; 3: 10; Col. 1: 16; 2: 10, 15).

5) Las potestades. Se mencionan “potestades”, “ángeles” y “autoridades” que se sujetaron a Cristo cuando él ascendió al cielo (1 Ped. 3: 22). 6) Lo presente. Las vicisitudes de este mundo ya eran prueba suficiente para Pablo y los primeros cristianos (Rom. 8: 18, 23), Sin embargo, no son comparables a toda la gloria venidera. La confianza de Pablo permanecía inconmovible.

7) Lo porvenir. Aunque se desconoce el porvenir que nos espera 7) Lo porvenir. Aunque se desconoce el porvenir que nos espera. Aun en lo porvenir hay esperanza. “ Y los hijos volverán a su propia tierra.” (Jer. 31: 16, 17). 8) Lo alto. Cuando se habla de alto y profundo es una referencia de dimensiones de tiempo y espacio. Pablo dice ni el ti empo, ni el espacio me separará de Cristo.

9) Lo profundo. Se refiere a la universalidad. “ 9) Lo profundo. Se refiere a la universalidad. “. “La anchura, la longitud, la profundidad y la altura” “ del amor de Cristo (Efe. 3: 18-19). 10) Ni, ninguna otra creada (Rom.8: 19, 22). Pablo ahora está incluyendo cualquier detalle que pudiera haberse omitido después de mencionar los nueve puntos anteriores. Nada, ni nadie podrá sepáranos del amor de Dios.

Cuando una persona está segura en lo que cree, permanece firme aun en las dificultades de la vida diaria. Porque su decisión y su voluntad está firme, y nada ni nadie puede arrancarlo de los brazos de Cristo (Juan 10: 28). Esto no quiere decir que es imposible que un creyente caiga, se aparte y se pierda (Col. 1: 23; 1 Cor. 9: 27). EL Salmo 61 es la plegaria de un exiliado que anhela que se le devuelva el gozo de participar en los servicios del santuario de Dios.

Este salmo lo compuso David mientras estaba en el exilio durante la rebelión de Absalón. Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre; Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah (salmo 61:4). Se dice que esta hermosa plegaria en verso se cantaba diariamente en el culto matutino en los primeros tiempos de la iglesia cristiana. El salmo 91 contiene un mensaje de consuelo para todos los que pasan por momentos de angustia, especialmente para “el pueblo de Dios que observa los mandamientos divinos” (Test. Tomo 8. Pág. 120). “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad” (Salmo 91:4).

LLAMADO. Apreciado hermano ¿de que estas seguro LLAMADO. Apreciado hermano ¿de que estas seguro? o ¿de que estas convencido? 1. ¿Estás seguro que tu vida está de acuerdo con la voluntad de Dios? Entonces, Ora al Señor para que nos haga apto en toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo él en vosotros lo que es agradable delante de él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. (Heb. 13:20,21).

2. ¿Estás seguro de la paz y la tranquilidad de tu corazón 2. ¿Estás seguro de la paz y la tranquilidad de tu corazón? Entonces ora a Dios. “Y el mismo Señor de paz os dé siempre paz en toda manera” (2 Tes. 3:16). 3. Ora al Señor. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; mas el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna. No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos” (Gál. 6:7-9).

4. ¿Estás seguro que estas luchando para conquistar 4. ¿Estás seguro que estas luchando para conquistar? Entonces; “Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad” (2 Tim.2:5). 5. ¿Estás seguro que debes correr para ganar? ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio?

Corred de tal manera que lo obtengáis Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una incorruptible. Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Cor. 9: 24-27).

6. ¿Estás seguro que debes alcanzar para ganar 6. ¿Estás seguro que debes alcanzar para ganar? “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Fil. 3:13,14). 7. ¿Estás seguro que tienes que crecer para lograr? “sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo” (Ef. 4:15).

8. ¿Estás seguro que tienes que luchar para conquistar 8. ¿Estás seguro que tienes que luchar para conquistar? “Y también el que lucha como atleta, no es coronado si no lucha legítimamente” (2 Tim. 2:5). - O R A C I Ó N -