El frío es una temperatura mucho más inferior a la que se puede percibir en el ambiente. Es considerado un fenómeno derivado del calor o consecuencia del calor, por lo que no se considera un suceso independiente.
Provocando enfermedades directamente ligadas con el frío, como congelaciones y cuadros de hipotermia. Favoreciendo la aparición de enfermedades como la gripe, bronquitis, neumonías y agravando enfermedades crónicas. Facilitando los accidentes, tanto de tráfico como laboral. Aumentando el riesgo de incendio y de intoxicación por monóxido de carbono a partir de chimeneas, estufas de gas, braseros, etc.
Los alimentos proporcionan calor a a nuestro cuerpo. El frío hace que aumenten las necesidades calóricas y, por tanto, el consumo de alimentos. Conviene hacer comidas calientes, como las legumbres o sopas de pasta, que aporten la energía necesaria y proporcionen además sensación de calor, sin renunciar a una alimentación variada que incluya el resto de alimentos, especialmente frutas y verduras ricas en vitaminas A y C, y pescado, carne, huevos, etc. No olvidar aumentar el consumo de agua. En las épocas de frío, al igual que en las de calor se produce una mayor pérdida de líquidos que debemos reponer.
Para protegerse de los efectos del frío es fundamental llevar ropa de abrigo adecuada: varias capas de prendas aislantes frente al frío, el viento y la humedad; con tejido que permita la transpiración; y ligera (peso y volumen) para no entorpecer el trabajo. Es muy importante proteger las partes más sensibles del cuerpo: cabeza, cuello, tobillos, pies y manos. Proteger las extremidades con guantes contra el frío, calcetines, botas, etc. Reducir la exposición al viento empleando ropas y pantallas anti viento. Utilizar tejidos ligeros, flexibles y con diseños que permitan la adopción de posturas forzadas con cierta comodidad.
Evitar lugares fríos. Usar ropa térmica si estarás expuesto a corrientes de aire o por un largo tiempo en el frio. Consumir muchos líquidos. Consumir de 100 a 300 mg diario de vitamina C. Consumir alimentos ricos en vitaminas, frutas, verduras, carne, leche, etc. Si alguien está enfermo en casa, tirar en una bolsa los pañuelos desechables y tirarlos de inmediato a la basura. Mantener nuestro hogar ventilado, para permitir que entre el sol. No compartir cubiertos o vasos. Lavarnos frecuentemente las manos. Sobre todo en procesos de alimentos.
Para prevenir enfermedades respiratorias tales como la gripe, la bronquitis y la neumonía, entre otras infecciones es importante tomar las medidas necesarias para el cuidado de la salud.
Es una infección de uno o los dos pulmones. Muchos gérmenes, como bacterias, virus u hongos, pueden causarla. También se puede desarrollar al inhalar líquidos o químicos. Las personas con mayor riesgo son las mayores de 65 años o menores de dos años o aquellas personas que tienen otros problemas de salud.
Tiene fiebre alta Tiene escalofríos Tiene tos con flema que no mejora o empeora Le falta la respiración al hacer sus tareas diarias Le duele el pecho al respirar o toser Se siente peor después de un resfrío o gripe
Es mejor prevenir la neumonía que tratarla. Hay vacunas disponibles para prevenir la neumonía neumológica y la gripe. Otras medidas preventivas incluyen lavarse las manos con frecuencia y no fumar.
Es una enfermedad del sistema respiratorio que consiste en la inflamación de los espacios alveolares de los pulmones.
Tos Fiebre Dificultad para respirar Escalofríos Dolor de pecho Dolor de cabeza Ritmo acelerado del corazón Cansancio Náusea Debilidad Vómitos Diarrea Transpiración Dolor muscular Fatiga
Estos patógenos encuentran la entrada en el cuerpo a través de los alimentos o el aire contaminado que respiramos. Cuando una persona respira estos agentes causantes de la neumonía, el sistema inmune falla para prevenir su entrada y llegan a los pulmones de la persona directamente. Bacterias Virus Hongos
Es la hinchazón e inflamación de las vías aéreas principales que llevan aire hacia los pulmones. Esta hinchazón estrecha las vías respiratorias, lo cual dificulta la respiración.
Molestia en el pecho Tos que produce flema; puede ser transparente o verde amarillento Fatiga Fiebre, usualmente baja Dificultad respiratoria que empeora con la actividad Sibilancias, en personas con asma.
alguien que no se haya lavado las manos. La exposición al humo del cigarrillo contaminación del aire polvo y gases
1.- Proteger a los grupos más vulnerables (niños menores de 5 años y adultos mayores de 60 años). 2.- Evitar lo más posible exponerse a cambios bruscos de temperatura. 3.- Beber una mayor cantidad de agua. 4.- Consumir alimentos ricos en Vitamina “C” (frutas naranja, limón, toronja, guayaba y verduras). 5.- Evitar fumar el lugares cerrados o donde se encuentran niños, adultos mayores y mujeres embarazadas. 6.- Vacunarse contra la influenza (niños mayores de 6 meses a menores de 5 años de edad, adultos mayores de 60 años, embarazadas, personal de salud, personas con VIH/SIDA, Diabetes, Obesidad Mórbida, Cáncer, cardiopatías, Asma y otras enfermedades pulmonares crónicas).