EL CARNAVAL DE LOS POLVOS NI LOS DE RIO, NI LOS DE LAS PALMAS, NI LOS DE TENERIFE, EN EL CARNAVAL QUE SE ECHAN MAS POLVOS ES EN EL DE LA PALMA, SINO TE LO CREES, PASA Y MIRA…
El Desembarco y el gran desfile de los empolvados concentró ayer en las calles de la capital palmera a más de personas cautivadas por el espíritu del indiano recién llegado de Las Américas. No cabe la menor duda de que la fiesta cobra cada año mayor trascendencia y nuevos adeptos llegados desde todos los rincones de la Isla, el Archipiélago y la Península para vivir la gran apoteosis del Carnaval palmero, que llenó las calles de la ciudad de jolgorio, pero también de la pasión de las gentes que ataviadas con sombreros de paja, guayaberas y trajes blancos de lino, dan forma a la esencia indiana, esa que lleva a mujeres y hombres de toda condición y edad a dejarse llevar por los ritmos caribeños durante horas, desde el mediodía hasta la madrugada y auspiciados, al menos en esta nueva edición de la parodia blanca, por una climatología amable. Ya en medio del jolgorio del acto de La Espera, con la actuación estelar de la imprescindible Negra Tomasa, las previsiones oficiales en cuanto a asistencia se desbordaban. Miles de personas tomaron el atrio, la plaza de España y buena parte de la calle Real desde mediodía para vivir un desenfreno que se extendió a bares, restaurantes, kioscos y casas particulares, en una fiesta que lleva a trabajadores de bancos, tiendas y demás establecimientos comerciales de la capital a trabajar ataviados con la indumentaria blanca e imbuidos por la tradición popular del empolve general. Toneladas de polvos blancos cubrieron ayer una ciudad que vivió la eclosión indiana que emanó alegría, júbilo y regocijo con los ritmos cubanos más bailables. DIARIO DE AVISOS