Dios sale al encuentro del hombre: la Revelación 02
Compendio del Catecismo 6. ¿Qué revela Dios al hombre? Dios, en su bondad y sabiduría, se revela al hombre. Por medio de acontecimientos y palabras, se revela a sí mismo y el designio de benevolencia que él mismo ha preestablecido desde la eternidad en Cristo en favor de los hombres. Este designio consiste en hacer partícipes de la vida divina a todos los hombres, mediante la gracia del Espíritu Santo, para hacer de ellos hijos adoptivos en su Hijo Unigénito.
Introducción En Las Confesiones, San Agustín proclama: "Tú eres grande, Señor, y muy digno de alabanza: grande es tu poder, y tu sabiduría no tiene medida (...). Y el hombre, pequeña parte de tu creación, quiere alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos hiciste, Señor, para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti". BOTTICELLI, Sandro San Agustín en su celda Galleria degli Uffizi, Florencia
Ideas principales BLOEMAERT, Abraham Los discípulos de Emaús 1622 Musées Royaux des Beaux-Arts, Bruselas
1. El deseo de Dios en el corazón El deseo de Dios está inscrito en el corazón del hombre. Dios lo atrae hacia sí y sólo en Él el hombre encuentra la paz. El hombre es un ser religioso. En Dios nos movemos, existimos y somos (Hechos 18, 28) RAFFAELLO Sanzio Estudio de San Pablo predicando en Atenas Galleria degli Uffizi, Florencia
2. El olvido o negación de Dios El hombre puede olvidarse de Dios o incluso rechazarlo: Ignorancia, rebelión contra el mal, afán de riquezas, mal ejemplo, actitud de miedo del pecador. Ningún pretexto justifica el olvido o la negación de Dios. GOES, Hugo van der La caída Kunsthistorisches Museum, Viena
3. Se puede conocer la existencia de Dios por medio de la razón natural Se puede conocer la existencia de Dios por dos caminos: el camino sobrenatural y el camino natural. Camino natural: a partir de la creación. Con la razón, advertimos que nosotros y los seres que nos rodean no tenemos la razón de ser en nosotros mismos. Somos contingentes, seres creados y dependientes. Conocimiento de un Dios creador, ser necesario y eterno, causa primera y fin último de todo. MICHELANGELO Buonarroti Creación del sol, la luna y las plantas (detalle) 1511 Cappella Sistina, Vaticano
4. Dios sale al encuentro del hombre Dios se ha revelado al hombre. Le da respuesta a las preguntas sobre el sentido y el fin de la vida humana. Historia de la revelación: Adán y Eva, a quienes promete la salvación. Abrahán y elección de Israel. Envió a Jesucristo. CARAVAGGIO La vocación de Santo Tomás Contarelli Chapel, San Luigi dei Francesi, Roma
5. Jesucristo, Palabra del Padre Jesucristo: Hijo de Dios hecho hombre. Palabra única, perfecta y definitiva de Dios Padre. Jesucristo ha dicho ya todo lo que Dios quería decirnos a los hombres. No habrá otra Revelación después de Cristo. GRECO, El La adoración del nombre de Jesús (detalle) finales década National Gallery, Londres
6. Las fuentes de la Revelación: Sagrada Escritura y Tradición Son dos las fuentes de la Revelación: Sagrada Escritura y Tradición. Sagrada Escritura: palabra de Dios transmitida por escrito. La Biblia. Libros inspirados por Dios: 45 Antiguo Testamento + 27 Nuevo Testamento. Tradición: Revelación dada por Cristo y por el Espíritu Santo a los apóstoles, y transmitida de viva voz a la Iglesia. DÜRER, Albrecht Cristo entre los doctores 1506 Colección Thyssen-Bornemisza, Madrid
7. La Iglesia, custodia e intérprete del depósito de la fe Cristo confió a la Iglesia la Revelación de Dios Depósito de la fe: Sagrada Escritura y Tradición. ¿Para qué? Para que la Iglesia lo custodie, interprete, profese y predique a todo el mundo. Esta es la doctrina cristiana que la Iglesia no se cansa nunca de proclamar.
8. Conocer la Biblia Destacan los 4 evangelios, pues su centro es Cristo. Todo cristiano debe conocer la Sagrada Escritura, especialmente los evangelios: Leerla. Meditarla. Desconocer la Escritura es desconocer a Cristo (San Jerónimo) Miniaturista francés Biblia de Carlos V 1372 Rijksmuseum, La Haya
Propósitos de vida cristiana
Un propósito para avanzar Pensar esta frase de San Agustín: "Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti". Leer cada día algo de la Biblia, comenzando por los cuatro evangelios.