El cristianismo, ¿un mensaje universal? Tema 2

Índice Pablo y su época. Una Iglesia universal. El choque con el imperio. El arte de los primeros cristianos. Otros momentos de fuerte expansión. El cristianismo, ¿universal o local?

Pablo y su época Época: –Cuando nace el cristianismo, el Imperio romano domina todo el Mediterráneo. –El emperador Augusto unificó todos los países del Mediterráneo bajo un poder único. –El Imperio estaba dividido en provincias cuyos gobernadores son nombrados por Roma y se encargan de ejercer el poder local.

Las personas y las mercancías circulaban de un extremo a otro del Imperio. Los romanos tenían una importante red viaria. La lengua oficial era el latín aunque existían muchas lenguas locales. En cuanto a la religión, Augusto había instaurado un auténtico culto divino al emperador. Coexistía con la religión tradicional romana heredera de los dioses griegos y con múltiples escuelas filosóficas del momento.

Una Iglesia universal Las primeras comunidades cristianas nacen de una experiencia común. A partir de Pentecostés nace la comunidad cristiana: oran, celebran, se sienten hermanos y predican la buena noticia. En un primer momento todos eran judíos pero se fue extendiendo el cristianismo a los paganos (aquellos que no eran judíos) Por eso surgen las diferencias. Pablo fue el gran defensor de que el mensaje de Jesús era universal. Sólo salva la fe y el amor a Jesús. Este fue el tema del Concilio de Jerusalén (año 50)

Los primeros cristianos decían de la Iglesia: –Que es comunión: la fe en Jesús destruye las barreras Por la cruz, Jesús reconcilia y une a toda la humanidad. –Es una llamada a todos los hombres y mujeres. La misma palabra “iglesia” significa asamblea, convocación. –Que es Cuerpo de Cristo porque a Cristo presente en el mundo con toda su fuerza. Y porque todos sus miembros, en su diversidad, son imprescindibles y necesarios.

La experiencia de los primeros cristianos, narrada en los Hechos, es una prueba de esa fe en la Iglesia como lugar de convocación. Primero fueron a Samaría, a Antioquía y desde allí a Asía Menor, a Grecia y a Roma. La forma era siempre la misma: iban a la colonia de judíos, a la sinagoga. Esta evangelización del siglo I tuvo lugar por iniciativa de los apóstoles y del mismo Pablo.

En esta época aparece el fenómeno de las persecuciones. Al principio de los mismos judíos y después de los romanos. Nerón, en el año 64, les acusó de incendiar Roma. En ésta época fueron martirizados Pedro y Pablo. La vida de los cristianos tenía lugar en las casas. El centro era la celebración de la eucaristía. Tras la muerte de Pedro, en cada ciudad se nombra un obispo que es el que preside la comunidad, ayudado de los presbíteros y diáconos.

El choque con el Imperio A finales del s. I, el cristianismo estaba ya presente en todo el Imperio romano. No fue fácil abrirse paso en esta sociedad porque: –Estaban las sospechas del poder político. Los cristianos se negaban a dar culto al emperador y aparecían como causantes de cualquier revuelta política. Eran acusados de no comportase como buenos ciudadanos. –Eran rechazados por los intelectuales, para ellos el cristianismo iba en contra de la razón. –Los cristianos procedían de las clases más bajas y ponía entredicho la soberanía de los poderosos.

Frente a estas acusaciones, los cristianos iniciaron una reflexión para explicar a la sociedad quiénes eran. Así nace la reflexión teológica: un esfuerzo por razonar la fe que tenían y hacerla comprensible a la sociedad. Destacan los “padres apostólicos” (san Clemente de Roma, san Ignacio de Antioquía). Poco más tarde surgen los “apologetas” (Orígenes, san Ireneo) que hacen apología, defensa del cristianismo. Son los llamados Padres de la Iglesia. Durante los siglos II y III los cristianos sufren numerosas persecuciones, siendo la más cruel la del s. III.

En el interior de la Iglesia también surgen dificultades. En ese proceso de razonar sobre la fe aparecen algunas herejías. Así nace el dogma, definición del contenido de la fe cristiana. Durante los siglos II y III se siguen reuniendo en las casas y, en el siglo III, aparecen los lugares de culto. No existe el bautismo de niños sino de adultos, en la noche de pascua y, es en este momento, cuando pueden participar en la Eucaristía.

El arte de los primeros cristianos: arte paleocristiano. Dos dificultades retrasaron las manifestaciones artísticas: –En la tradición judía estaban rigurosamente prohibidas las imágenes de Dios y los cristianos mantuvieron esta idea también por no caer en la exuberancia de los griegos y romanos que representaban a todos sus dioses. –Por la falta de aceptación dentro del mundo romano.

Por esto las primeras manifestaciones tuvieron dos características: –Estaban en lugares ocultos como catacumbas. –Y un fuerte carácter simbólico para que no pudiera ser reconocido más que por cristianos. Las catacumbas fueron cementerios de cristianos y, en momentos de fuerte persecución, eran lugar de celebración. En el siglo III están manifestaciones artísticas empezaron a ser mayores (sarcófagos con bajorrelieve cristianos y edificios propios).

Sarcófago de San Juan Casiano. Abadía de San Víctor, Marsella (Francia) 529 d. C.

Fuente:

Otros momentos de fuerte expansión Este proceso de adaptación y enfrentamiento a la cultura dominante, el cristianismo lo ha tenido siempre, pero ha habido dos momentos muy especiales: –La llegada del cristianismo a América, junto con los conquistadores españoles y portugueses. –La actividad misionera de la Iglesia en el siglo XIX acompañando a la gran expansión colonial.

El viaje de Colón a América llevó a España y a Portugal a aquellas tierras. Junto a esos conquistadores, viajaban misioneros con el objetivo de convertir a aquellas gentes al cristianismo. La evangelización se entendió como una eliminación de toda la cultura anterior y se cometieron auténticos genocidios culturales. Los misioneros iban acompañando a los conquistadores por lo que eran más visto como eso, que como misioneros. Pronto surgieron entre los misioneros auténticos defensores de los indios, como el caso de Bartolomé de las Casas y los Jesuitas en el Paraguay.

En el s. XIX, existía una atracción por relatos de tierras exóticas, proliferaban los viajes por tierras lejanas que luego se plasmaban en libros de éxito. La aparición de la máquina de vapor acortaba las distancias. En este contexto, surge en la Iglesia un nuevo impulso misionero por el Papa Gregorio XVI: condena la esclavitud y trabaja por crear iglesias locales y favorecer al clero indígena. Es el momento de la evangelización en Oceanía y África.

El cristianismo, ¿universal o local? El cristianismo que nació en el ámbito judío y creció en el Imperio romano, optó por ser universal. Aunque Jesús era judío, su mensaje no fue sólo para los judíos. Dios quiere reunir a todas las naciones en torno a Cristo resucitado. Pablo comprendió muy bien este mensaje y abrió el cristianismo a la cultura griega y romana de su tiempo.

La Iglesia ha ido trasformando la visión que tiene de su universalidad y hoy, especialmente a partir del Vaticano II, ha asumido que: –El cristianismo nació en una cultura, pero que no está ligado a ninguna. –Cuando el cristianismo llega a una cultura, encuentra elementos con los que se siente en sintonía y los potencia. –También encuentra otros elementos que son contrarios a la fe en Jesús e intenta hacerlos evolucionar. –En todas las culturas del mundo existen elementos capaces de sintonizar con el evangelio. –La fe cambia las culturas desde dentro.

Características de la Iglesia: –Una: en la unidad del espíritu que Jesús pidió a sus discípulos en la última cena. –Santa: porque a través de ella se accede al mensaje de Jesús y a su fuerza salvadora. –Católica: es decir, universal, abierta a todos como mensaje de salvación y unidad para todos los pueblos. –Apostólica: porque está unida a la misma tradición de los apóstoles.