Lo mismo que todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo. Si el pie dijera: "No soy mano, luego no formo parte del cuerpo", ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? El ojo no puede decir a la mano: "No te necesito"; y la cabeza no puede decir a los pies: "No os necesito“. Cuando un miembro sufre, todos sufren con él; cuando un miembro es honrado, todos se felicitan.
(Mt 18, 15-20)
Criticar, ¡SÍ! Corregir, ¡NO! Una práctica corriente
Sin embargo, toda persona es capaz de salir de su pecado y volver a la razón y a la bondad.
Hay que ayudar a cada uno de los hermanos a caminar por la senda del evangelio.
Ante una gran epidemia, nadie suele permanecer indiferente. Todos nos sentimos implicados. Todos nos sentimos implicados. Ante una gran epidemia, nadie suele permanecer indiferente. Todos nos sentimos implicados. Todos nos sentimos implicados.
Si esto pasa con la salud del cuerpo, ¿no habrá que preocuparse también de la salud del espíritu?. - Pues parece que esa importa menos. Es como si hiciéramos un pacto silencioso para aceptar pasivamente cualquier situación negativa.
UNA PRESENCIA QUE SALVA El evangelio nos anuncia el regalo de la presencia del Señor en medio de nosotros:
La renovación de la Iglesia comienza siempre en dos o tres creyentes que se reúnen en el nombre de Jesús. A esto estamos llamados. Y los domingos…
La oración supone la superación del egoísmo. Y con los hermanos que oran, ora también el Señor, que está presente entre ellos.