TÓPICOS Y REALIDADES SOBRE INMIGRACIÓN ¿Escoger el tipo de inmigrante? Inmigrantes: ¿invasores o ciudadanos? Servicio jesuita a Migrantes - SJM

Se dice que vamos a “escoger” el tipo de inmigrantes que necesitamos, para no “sufrir” flujos migratorios indiscriminados. ¿Qué posibilidades de éxito tendría esta política y cuáles serían sus repercusiones sociales?

Hoy se da por sentada que la inmigración es necesaria para cubrir puestos de trabajo en sectores laborales con poca demanda y para aumentar una capacidad contributiva y consumidora afectada por la baja natalidad. Pero la prensa y los responsables políticos la siguen planteando como problema social

Se está muy lejos de considerar el derecho a la movilidad de personas que toman la durísima decisión de dejar a su familia y su tierra por una vida mejor.

Las instituciones políticas tienden a diseñar políticas de INMIGRACIÓN SELECTIVAS

Marco FRATTINI, Comisario europeo, propuso facilitar la inmigración de profesionales cualificados. Les anima a abandonar sus países, otorgándoles derechos que se les niega a los demás inmigrantes, como la famosa “tarjeta azul”. En tan solo treinta días: concesión permiso de trabajo para él y para su consorte, sueldos garantizados y el libre desplazamiento por todos los países comunitarios.

ES DECIR, que para seguir aumentando nuestra opulencia escogemos en el mercado globalizado de personas a los que más nos interesan (como en el mercado de esclavos) Esta actitud es hipócrita. Mandamos algo de dinero a esos “pobres del tercer Mundo” incapaces por si solos de salir adelante pero les pagamos miserablemente sus productos, les exigimos altos intereses por lo que les prestamos y encima ahora les queremos quitar sus recursos humanos.

Esta política constituye un verdadero expolio

Según la OCDE el 34,6% de los emigrantes tiene estudios superiores. En África no hay más que un 3% de licenciados y de éstos emigran el 42%. Según Intermón-Oxfam se han ido de Ghana el 60% de sus médicos (esto supuso a Gran Bretaña un ahorro de 103 millones de euros)

La Organización Internacional de Migraciones dice que en el periodo 1975-1984 se fueron de África 40.000 cualificados pero a partir de 1990 se van 20.000 cada año.

No podemos ni debemos impedir a los licenciados de estos países su libertad de movimiento pero sí podemos dejar de incentivar que personas cualificadas abandonen su país.

África no sabe cómo parar esta hemorragia devastadora. Antes al contrario: llevar a cabo proyectos de cooperación para que estas personas altamente calificadas tengan sueldos y oportunidades adecuados para quedarse allí y además compensar económicamente a los países por cada uno de los cualificados que emigra. Hacen falta políticas de cooperación que fomenten el ejercicio profesional de la población cualificada en sus propios países África no sabe cómo parar esta hemorragia devastadora.

Percusión de Tony MOUZAYEK. Baladi, Falahi e Malfuf Elaborado por la Fundación Ignacio Ellacuría www.centroellacuria.org Adaptación de algunas reflexiones del folleto “INMIGRANTES: ¿INVASORES O CIUDADANOS? del Servicio Jesuita a Migrantes - SJM