(CONVOCACIÓN - COMUNIÓN - MISIÓN) EN EL MUNDO PARA EL MUNDO ARTICULACIONES DE LA ACCIÓN EVANGELIZADORA DE LA IGLESIA COMO SACRAMENTO UNIVERSAL DE SALVACIÓN (CONVOCACIÓN - COMUNIÓN - MISIÓN) 1. TAREA FUNDAMENTAL Y OBJETIVO FINAL de la acción eclesial 2. FUNCIONES O MEDIACIONES ECLESIALES “signos evangelizadores” EN EL MUNDO PARA EL MUNDO AL SERVICIO DEL REINO EL PROYECTO DEL REINO EN SU VISIBILIDAD ECLESIAL Se realiza Se vive Se proclama Se celebra DIACONÍA Amor-caridad Servicio Promoción Educación Liberación Solidaridad KOINONÍA Comunión Fraternidad Reconciliación Unidad Comunicación Comunidad MARTYRÍA Anuncio Testimonio Profecía CATEQUESIS Predicación LITURGIA Eucaristía Sacramentos Celebración Fiestas Devociones Oración
ESTRUCTURAS - INSTITUCIONES - SERVICIOS Se realiza Se vive Se proclama Se celebra 3. ÁMBITOS PRINCIPALES DE LA ACCIÓN eclesial “proceso evangelizador” 4. AGENTES Y CONDICIONES personales e institucionales de la acción eclesial ACCIÓN MISIONERA “ad extra” Presencia Servicio Diálogo Testimonio Primer anuncio ACCIÓN CATECUMENAL Acogida Acompañamiento CATEQUESIS Iniciación Mistagogia ACCIÓN PASTORAL “ad intra” Caridad - servicio Predicación CATEQUESIS Vida de comunidad Culto - celebración PRESENCIA EN EL MUNDO Testimonio Promoción Participación Acción cultural Acción socio-política ESTRUCTURAS - INSTITUCIONES - SERVICIOS
VES LA TRINIDAD VES LA TRINIDAD SI VES EL AMOR VES LA TRINIDAD SI VES EL AMOR El AMOR es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales de los hombres.(Deus Caritas Est,19)
En la comunidad de los creyentes no debe haber una forma de pobreza en la que se niegue a alguien los bienes necesarios para una vida decorosa. (Deus Caritas Est, 20)
Esta función de los diáconos no era sólo de distribución: “debían ser hombres llenos de Espíritu y de Sabiduría” (Hch 6,1-6). Lo cual significa que el servicio social, siendo muy concreto era también, al mismo tiempo, espiritual. Era pues, un verdadero oficio espiritual, que realizaba un cometido esencial de la Iglesia, precisamente el del amor bien ordenado al prójimo (Deus Caritas est, 21).