Tanto Madre Emilia como Padre Machado tuvieron la suerte de pertenecer a familias profundamente cristianas. De sus padres cada uno de ellos aprendió con naturalidad: La alegría de vivir sintiéndose profundamente alegría de vivir sintiéndose profundamente La sencillez, la libertad, la acogida cariñosa y el respetoLa sencillez, la libertad, la acogida cariñosa y el respeto La solidaridad que lleva a compartir con los pobres y enfermosLa solidaridad que lleva a compartir con los pobres y enfermos Las verdades fundamentales de la fe y la piedad cristianaLas verdades fundamentales de la fe y la piedad cristiana La devoción a la Eucaristía y a la VirgenLa devoción a la Eucaristía y a la Virgen El amor al trabajoEl amor al trabajo

Confianza absoluta en la Providencia de Dios se manifiesta en Sentido de fraternidad

Identificación con Cristo sufriente se manifiesta Amor ternura a los pobres supone engendra Humildad Libertad Sencillez Disponibilidad Solidaridad Paz Servicio Mansedumbre Amor a la Eucaristía

supone actitud de escucha a Diosa los pobres se manifiesta como vida de oración humilde y servicio integral a los más pobres

Esta Congregación profesará amor grande, respeto y completa adhesión a la Santa Iglesia (Const. Autógrafas) Bajo la advocación de Ntra. Sra. De Lourdes: Madre que cuida a los pobres Padre providente, dueño de la casa (P.M)

Nuestros Fundadores, viviendo en fidelidad al Espíritu, descubrieron que sólo Dios es necesario (P. Machado) y que seguir a Jesús suponía sentirse hijos del Padre Bueno, ser sensibles a las necesidades de los hermanos mas pobres y estar en medio de ellos como los que sirven en la libertad creativa del Espíritu que construye el Reino de Dios para que todos sus hijos vivan con la dignidad que merecen. Sintetizando:

Amaban intensamente al Señor y necesitaban estar con él: Tu sabes Jesús mío que yo te amo (M. Emilia). Se sentían profundamente amados y como consecuencia amaban tiernamente a los pobres, como a hermanos predilectos; asumiendo, de este modo, los sentimientos de Jesús. Sus vidas entregadas en fidelidad, aún en medio de las incomprensiones más duras, los hacen testigos de que Dios todo lo dispone para nuestro bien (P. Machado).

El Señor entrelazó sus vidas y los hizo hermanos capaces de convocar a otras y otros

Su experiencia la compartimos sus hijas, fieles al mismo Espíritu y herederas del mismo carisma

y los llamados por Dios, en esta hermosa tierra, que se sienten hermanos en el Señor Jesús y están dispuestos a servir a los pobres.