SISTEMA REGIONAL PARA PREDICCIÓN DE CRECIDAS REPENTINAS Teniendo en cuenta que en el párrafo del Informe de la última reunión del consejo Ejecutivo de la OMM (Ginebra, junio de 2008) se propone desarrollar un nuevo proyecto para la región ARIII en la área de los Recursos Hídricos consistente en el armado de un Sistema Regional para la Predicción de Crecidas Repentinas. El texto de este párrafo es: Conociendo los recientes daños causados por las crecidas en varios países de la Región, el Consejo subrayó la importancia de establecer, mediante cooperación regional, un sistema regional para la predicción de crecidas repentinas, y pidió al Secretario General que prestara la asistencia apropiada a ese respecto.

ANTECEDENTES Los antecedentes de tan importante tema en la ARIII son: 1) Taller sobre predicción hidrológica y sistemas de alerta hidrológica, que se llevó a cabo en Colombia en diciembre de Este taller fue organizado en conjunto con el GTH de la AR IV. 2) Conferencia Internacional sobre la Predicción de Crecidas en la que hubo presentaciones por parte de los miembros de los países participantes (Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela). Las presentaciones y comentarios recibidos, brindaron aportes para ser considerados, de manera de proponer a los respectivos Grupos de Trabajo sobre Hidrología líneas de acción y prioridades existentes en cada región. Costa Rica, marzo 2006.

3) Desarrollo del Proyecto Piloto sobre Gestión Integrada de Crecidas en la Cuenca del río Cuareim/ Quarai (Brasil / Uruguay), incluyendo gestión de recursos hídricos transfronterizos y alerta hidrológica. Este contó con apoyo del Programa Asociado de la Asociación Mundial del Agua preparado por la Secretaría de la OMM. 4) "Jornadas Iberoamericanas sobre Inundaciones y Desastres Naturales", en Antigua (Guatemala), en junio de El objetivo era promover, mediante cursos de capacitación y talleres científicos, el uso de técnicas modernas de monitoreo, predicción y difusión, y técnicas para evaluar los riesgos y vulnerabilidad con la perspectiva de obtener información útil para identificar opciones de política robusta de mitigación y prevención por los tomadores de decisiones. En estas jornadas se definieron dos experiencias piloto de alerta temprana, una para Colombia y otra para Uruguay. 5) "Taller Iberoamericano sobre Inundaciones y pronóstico de fenómenos hidrometeorológicos", en Mendoza (Argentina), noviembre de Fuentes de financiación: La propuesta contaría con apoyo de la OMM.

Perfil del posible PROYECTO Objetivo: Fortalecer la Capacidad de los países miembros de la AR III para poder prever las crecidas repentinas. El fortalecer esta capacidad ayudaría a gestionar de manera más racional e integrada las crecidas, como parte de la gestión integrada de recursos hídricos, tomando en cuenta el impacto negativo de inundaciones sobre ciudades, agricultura, red vial, operación de terminales aéreas y portuarias, industria, turismo, infraestructura de la red de energía, etc.

Fundamentación: Existe la necesidad de fortalecer un buen número de sistemas de pronóstico de crecidas y alerta hidrológico en la región. En algunos casos, las competencias institucionales dificultan la cooperación entre los servicios meteorológicos e hidrológicos. Aun en los países en los que dicha cooperación es considerada conveniente, ha habido problemas técnicos originados en las diferencias en las escalas de trabajo (tanto espacial como temporal), en las prácticas operacionales y en la formación académica de los profesionales de los Servicios. Una distinción importante entre las crecidas de grandes ríos y las repentinas es que mientras las primeras pueden ser tratadas como eventos hidrológicos para el análisis y los pronósticos de crecida en tiempo real, las segundas deben considerarse como eventos hidrometeorológicos. Esto hace posible aumentar el horizonte de pronóstico, incorporando los pronósticos cuantitativos de precipitación.

Esta distinción es muy importante ya que implica distintas formas de operación en los servicios meteorológico e hidrológico. En la AR III hay experiencia en cooperación entre los servicios para las crecidas de los grandes ríos. Sin embargo, las crecidas repentinas han sido tratadas tradicionalmente por ingenieros en los organismos vinculados al manejo del agua, con la idea de evitar los daños mediante medidas estructurales, y mediante la medición de precipitación y altura hidrométrica en secciones de interés. Dichas mediciones son las entradas a lo que comúnmente se llaman sistemas de alerta hidrológica. Una emisión de pronósticos y alertas confiables de crecidas repentinas requiere de una estrecha cooperación en tiempo real entre los servicios hidrológico y meteorológico. Es aquí donde se hace evidente la necesidad de compatibilizar escalas de trabajo, prácticas operativas y formación profesional. Un proyecto de crecidas repentinas debe abordar la elaboración de modelos numéricos para su predicción con información local apropiada y oportuna de precipitación y caudal, sistemas acoplados de pronóstico de corto plazo, tanto de lluvia como de caudal, además de una componente confiable de estimación de la incertidumbre de dichos pronósticos.

IDEAS Se debería tomar en cuenta la variabilidad climática observada en los últimos años donde por largos periodos se sucedieron con mucha frecuencia situaciones hidrológicas de crecidas extremas y de graves sequías. En este sentido es importante considerar todo el ciclo hidrológico y no solamente algunas grandes crecidas ya que las inundaciones más catastróficas en la región fueron producidas por una sucesión de crecidas, muchas veces ocurridas después de un prolongado periodo seco. Pasada una emergencia los proyectos de mejora de redes de observación en tiempo real, comunicaciones y capacitación son relegados en los presupuestos nacionales obstaculizando el desarrollo de servicios hidrometeorológicos. El proyecto permitiría incrementar e integrar las capacidades técnicas de los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos de la Región para proveer información hidrometeorológica para una gestión adecuada de crecidas repentinas y posibilitar un plan de acción adecuado ante inundaciones urbanas y rurales.

Para definir acabadamente los objetivos y plan de trabajo se debería elaborar el temario en conjunto entre los países de la ARIII. En términos generales las actividades necesarias deberían contemplar la expansión y el mantenimiento de redes meteorológicas e hidrológicas, el establecimiento de estaciones automáticas, el mejoramiento de facilidades de telecomunicación, la modernización de equipos y programas para el procesamiento de datos. Los temas de la integración de redes, el procesamiento y almacenamiento en bancos de datos adecuados y el intercambio de datos entre instituciones debería ser también un requerimiento en el Plan de Trabajo. A diferencia de lo que ocurre en Centro América, donde los sistemas meteorológicos afectan globalmente a la región, en Sudamérica, cuando hay una fuerte afectación por tormentas intensas en una porción del continente, seguramente está asociada a un marcado déficit en otra. No obstante ello, es necesario un abordaje conjunto ya que aunque no haya simultaneidad en los fenómenos hidrometeorológicos extremos, el tipo de tormentas, el desarrollo de grandes ríos, la presencia de los Andes, de suelos, de infraestructura, de urbanización, cultura, etc., sumado a los escasos recursos de los servicios nacionales hidrológicos y meteorológicos de los países miembro amerita sumar los esfuerzos y experiencias. La iniciativa de un apoyo regional a través del armado de un sistema para la predicción de crecidas repentinas es importante ya que, tarde o temprano, todos los países van a sufrir su impacto.

Los cursos de capacitación deberían incluirse en las actividades. El entrenamiento conjunto para profesionales y técnicos de la región debería ser considerado de alta prioridad, incluyendo el intercambio de profesionales de las instituciones a través de pasantías, proyectos conjuntos, etc. Se debería constituir un cuerpo de coordinación para definir el proyecto inicial, sus objetivos particulares, sumando el aporte de todos los países. Este cuerpo debería monitorear su desarrollo y tomar medidas correctivas en caso de ser necesario, garantizando la eficacia del proyecto. La Región debería estar dotada de un proyecto versátil, flexible y sostenible en el tiempo, adecuándose a necesidades cambiantes. En cuanto a beneficios del Proyecto, su implementación permitirá una mayor conciencia del rol que desempeñan los servicios meteorológicos e hidrológicos, un adecuado apoyo para la elaboración de planes para manejo de emergencias por inundaciones, bases de datos e información sólida para la toma de decisiones gubernamentales en la gestión de crecidas. En el aspecto internacional permitirá mejorar la capacidad integrada en la región para afrontar la adversidad ante crecidas extremas y el refuerzo institucional con otros organismos mediante experiencias conjuntas.