La navidad tiene por centro el nacimiento de Jesús, nuestro redentor, que pequeño, pobre, se hace uno de nosotros para acercarnos el rostro misericordioso de Dios, nuestro padre.

Desde varias semanas anteriores a la Navidad, aparecen signos que nos recuerdan la llegada de este tiempo. Luces, arbolitos, casitas de duendes comienzan a poblar sobre todo centros comerciales o de consumo masivo. Por lo general, quieren captar nuestra atención para llevarnos a las compras propias que esta época ofrece, sin dejar por ello de rescatar los sentimientos que esta fecha trae aparejada. En ello late aun la impronta de un acontecimiento extraordinario que ha transformado la historia y que las personas de fe tenemos que actualizar y testimoniar para darle el sentido esencial de esta fiesta que seguimos celebrando. Miremos alrededor nuestro y visibilicemos los signos navideños que nos ofrece nuestra realidad cercana. ¿Cuáles son? ¿Dónde están ubicados?

Como contrapartida ¿qué signos de navidad testimonia nuestra propia vida, nuestra casa, nuestra familia, ? ¿En qué reconocen aquellos que caminan a nuestro lado el anuncio de la esperanza y la misericordia que viene a nosotros en Jesús que nace? ¿Son importante hoy los signos para despertar o movilizar la fe en las personas? Pega una imagen que para ti represente el sentido de la navidad El tiempo de Navidad, nos pone en sintonía con la Encarnación de Jesús que nace para compartir el camino de la vida que nos propone el Padre Misericordioso, y que ha de reflejarse en nuestras vidas personales y en la de la comunidad, con los gestos propios del camino que Jesús nos invita a vivir desde el pesebre: humildad, sencillez, generosidad, paz.

¿Cuáles son estos signos? Escuchemos la Palabra de Dios. Mateo 25:31-46 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, se sentará en su trono de gloria, y todas las naciones serán reunidas ante él. Entonces él apartará a los unos de los otros, como aparta el pastor a las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda, y entonces el Rey dirá a los de su derecha: “Vengan, benditos de mi Padre, y hereden el reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo. Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron; estuve desnudo, y me cubrieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme.” Entonces los justos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?” Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron. Entonces dirá también a los de la izquierda: “¡Apártense de mí, malditos! ¡Vayan al fuego eterno, preparado para el diablo y sus ángeles! Porque tuve hambre, y no me dieron de comer; tuve sed, y no me dieron de beber; fui forastero, y no me recibieron; estuve desnudo, y no me cubrieron; estuve enfermo, y en la cárcel, y no me visitaron.” Ellos, a su vez, le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, o con sed, o forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?” Y él les responderá: “De cierto les digo que todo lo que no hicieron por uno de estos más pequeños, tampoco por mí lo hicieron.” Entonces éstos irán al castigo eterno, y los justos irán a la vida eterna.”

Reconstruyamos juntos la lectura para descubrir qué nos pide Jesús como signo de esta Navidad en clave de misericordia. Además de nuestro arbolito y pesebre…: 1. ¿Estamos dispuestos a vivir una navidad en el servicio a quienes más lo necesitan? 2. ¿Qué vamos a hacer en favor de los que tienen hambre, están solos, privados de libertad? 3.. ¿Cómo ser instrumentos de misericordia y paz, en un mundo donde hay guerras y desencuentros?

Desde lo reflexionado y compartido, será bueno proponerse signos y gestos concretos de misión en nuestra realidad de hoy. Recordando las palabras del Papa Francisco en que nos dijo: “Mirando al Niño en el pesebre, pensamos a los niños que son víctimas más frágiles de las guerras, pero pensemos también a los ancianos, a las mujeres maltratadas, a los enfermos... ¡Las guerras separan e hieren tantas vidas!... Todos unidos en la oración o con el deseo. Todos unidos por la paz" En lo personal: ¿qué te animas a asumir en esta nueva navidad? En lo comunitario: ¿Qué acciones concretas no podemos proponer a partir de nuestra revisión de vida para anunciar y testimoniar la misericordia y la presencia de Jesús que nace, entre aquellos que más lo necesitan? Fuente