Trabajo sexual y derechos humanos Un diagnóstico participativo sobre el estado de la cuestión con trabajadoras sexuales independientes en en la zona centro de Mexicali. Vivian Deidre Rodríguez Rocha

¡Los derechos de las trabajadoras sexuales son derechos humanos! El movimiento global por los derechos de las trabajadoras sexuales surgió en los años setenta en occidente. Hacia mediados de los años noventa se traslado a América Latina. Pretende unificar a las trabajadoras sexuales en la lucha por sus derechos humanos. Su consigna más famosa: sex workers’ rights are human rights! Su principal aportación es el término “trabajadora sexual” es reivindicativo y unificador.

El trabajo sexual en México La postura del estado ha evolucionado considerablemente desde la época de la colonia hasta nuestros días. Se han tenido aproximaciones prohibicionistas, reglamentaristas, y abolicionistas. Actualmente el trabajo sexual no está regulado a nivel federal. Cada estado tiene una legislación local al respecto.

El trabajo sexual en Mexicali No está señalado como delito en el código penal estatal, pero se trata de facto con una aproximación reglamentarista: Hay zonas de tolerancia en las principales ciudades de Baja California, incluyendo Mexicali. Padrón de trabajadoras sexuales. Cartilla de salud que obliga a revisiones genitales quincenales, análisis de sangre mensuales y papanicolau semestrales.

Zona de tolerancia - Cuadrantes del centro de Mexicali

Metodología del diagnóstico Entrevistas semi-dirigidas, cada una con una duración aproximada de 1hora. Participaron 4 trabajadoras sexuales y una “informante clave” adscrita al Consejo Binacional para la Diversidad Sexual

Hallazgos Dos grupos principales: Grupo Aries (trabajan principalmente como ficheras dentro de los bares, y además ejercen el trabajo sexual) y Musas de Cristal (que trabajan principalmente como trabajadoras sexuales y se colocan en las ventanas o los quicios de las puertas de los hoteles). Fuerte sentido de territorialidad. Cada quien trabaja sólo en su bar, su hotel y su cuadrante.

Hallazgos Las relaciones que más influyen en el estado de la cuestión para las trabajadoras sexuales son su relación con las autoridades; su relación con los dueños de los hoteles y bares (“patrones”) y su relación con la familia y la sociedad en general. Existe una antecedente de articulación entre trabajadoras sexuales para exigir la disminución del costo de la cartilla de salud, lo cual sienta un precedente optimista, pues demuestra que es posible que se organicen para exigir sus derechos en el largo plazo.

Conclusiones Las trabajadoras sexuales cotidianamente se enfrentan a: Detenciones arbitrarias. Abusos de parte de policías y autoridades de salud. Robos y violencia por parte de policías y clientes. Discriminación y estigmatización en sus espacios de vida cotidiana, fuera del centro de la ciudad. Doble o triple jornada laboral. Esto se traduce en acceso limitado a derechos económicos, sociales y culturales y violaciones constantes a los derechos de protección a la persona.

Conclusiones La cartilla de salud, lejos de ser una herramienta de cuidado al servicio de las trabajadoras sexuales se convierte en una vía para la criminalización Es necesario generar políticas públicas integrales que acompañen a la cartilla de salud, de mantenerse el enfoque reglamentarista de facto en el estado. Otras investigaciones posibles, a raíz de este diagnóstico, incluyen la construcción de la identidad entre las trabajadoras sexuales y los roles de género y cómo ambas cosas se articulan para mediar su disposición para exigir un mayor respeto a sus derechos humanos.