Población y Medio Ambiente Lic. Jael Alberto Ávila García

La demografía es el estudio estadístico de la población humana, en lo referente a su estado o sea su tamaño, así como su composición y distribución territorial, y a la evolución o dinámica que se presenta.

Conforme a lo anterior, la demografía comprende dos grandes partes: El estudio del estado de la población y su distribución. La dinámica poblacional, en el pasado, presente y estimaciones para el futuro.

El análisis demográfico indicará si la población está aumentando, disminuyendo o se mantiene estable. A su vez mostrará la variaciones de la población investigada a través de grupos como son: Edad, sexo, ocupación, fecundidad, natalidad, mortalidad general y mortalidad por grupos de edad, así como causas que lo ocasionan.

La interpretación de los datos demográficos se debe hacer en relación con el contexto socioeconómico, cultural, biológico, geográfico y ecológico, en que se dan; porque las características de una población están ligadas a estos factores.

El conocimiento obtenido es necesario estudiarlo para determinar las características de la población, evaluar los programas relacionados con ella, y proponer y ejecutar, en su caso, las modificaciones procedentes para su actualización, en beneficio de la SOCIEDAD.

TODAS LAS PROFESIONES EN SU RELACIÓN CON LA SOCIEDAD TIENEN QUE CONSIDERAR DIRECTA O INDIRECTAMENTE AL ENTORNO EN QUE SE DESENVUELVEN, PARA PODER INTERPRETAR EN FORMA CORRECTA AL HOMBRE COMO SER BIOLÓGICO, PSICOLÓGICO, CULTURAL, SOCIAL, POLÍTICO Y ECOLÓGICO.

El profesional en trabajo social centra su atención en diversas formas de acción referente a la población y el medio ambiente.

Una de ellas es sensibilizar a la población sobre las causas reales de los problemas, pero no basta sensibilizar, es necesario motivar, promover y organizar a la población para actuar en la solución de sus problemas.

El trabajo social es “Acción” con y para la población humana, por lo que necesita conocer las características de esta población, desde el punto de vista de su estado, distribución y dinámica, para que junto con profesionales de otras disciplinas pueda valorar las necesidades y recursos de la colectividad, con el fin de proponer y ejecutar actividades inter y multidisciplinarias para la atención de esos problemas.

Todavía muchos grupos, por ignorancia o por sus creencias, precisan que la reproducción es un fenómeno que no pueden modificar; como si el ser humano no tuviera la posibilidad de intervenir en este proceso biológico.

Ejemplo La orientación, sin prejuicios, sobre el aparato reproductor y la sexualidad son aspectos que requiere la población, para que adquiera una conducta sexual que evite embarazos no deseados y que favorezca la armonía entre el crecimiento demográfico y el desarrollo social.

El conocimiento demográfico es un aspecto obligado para el trabajador social en cualquier nivel que labore, porque constituye la materia prima de su función, encaminada en forma primordial a determinar el diagnóstico social, la propuesta de acciones y la evaluación de proyectos sociales.

En este sentido, los niveles de acción del trabajador social van desde conocer la familia, el grupo, la localidad, municipio, entidad federativa, región y país, incluso sus servicios profesionales pueden ser útiles hasta el nivel internacional.

Según el nivel en donde s ejerza su función, el trabajador social deberá conocer lo mejor posible a la población del área, así como con las que interactúa, no solo desde el punto de vista demográfico, sino también desde los otros aspectos de la vida social y ecológica, a través del contacto con personal de otras disciplinas y de la investigación.

En el país se considera, desde el punto de vista estadístico, como localidad urbana toda aquella que tiene 2,500 habitantes o más, y población rural, que tiene menos de 2,500 habitantes.

El límite entre lo urbano y lo rural, es arbitrario, establecido por fines estadísticos. Por supuesto, esta delimitación no corresponde al punto de vista sociológico, en el que se toma en cuenta no sólo el número de habitantes sino también la presencia o carencia de servicios públicos (agua, drenaje, luz eléctrica, etc.) y el tipo de actividad de la mayoría de la población.

Sin embargo, oficialmente se ha establecido el criterio señalado para clasificar a una localidad como urbana o rural.

Antes de 1960, la mayor parte de la población vivía en comunidades rurales. Por primera vez y como margen, el Censo de 1960 registró mayor proporción de la población en el medio urbano que en el rural, y a partir de esa fecha, la población absoluta y relativa ha id aumentando considerablemente en el medio urbano, principalmente en las grandes ciudades; lo que significa:

“ABANDONO DE LAS LOCALIDADS RURALES Y CONCENTRACIÓN EN ZONAS URBANAS”.