LOS MOVIMIENTOS MIGRATORIOS

MOVIMIENTOS MIGRATORIOS I, TI, E, TE, SM, TSM, CR, TCR Se producen por los desequilibrios económico-demográficos. Causas múltiples. Se pueden clasificar: interiores, exteriores, temporales, definitivas, pendulares.

Migraciones interiores Con el desarrollo industrial se produce una emigración hacia la periferia y Madrid. La concentración de las actividades se produce en las capitales de provincia. Ya desde finales del siglo XIX se inicia la emigración desde el campo a las ciudades. A partir 1950 a los grandes polos económicos (inicio de la crisis de la agricultura tradicional). Entre 1900 y 1970, 10 millones de españoles emigran desde sus municipios originales, el periodo entre 1960 y 1970, es designado como de “éxodo rural”, suponiendo un trasvase de población activa del sector primario al secundario, a las capitales, a los polos de desarrollo y a las ciudades costeras. En 1900 los 2/3 de la población viven en núcleos de menos de 20.000 habitantes, en 1970 sólo el 44%. Las ciudades grandes son las que más crecen. En los años 80 frena la migración interior. Hoy hay un ligero retorno al mundo perirrural por motivos residenciales y de jubilados a entorno rural de procedencia, pero la modernización agraria puede conducir de nuevo al abandono agrario. La zona del litoral mediterráneo es la que continúa siendo mas atractiva para la emigración interior debido a sus condiciones económicas.

Migraciones exteriores. Se puede hablar de tres episodios: la emigración tradicional, a América; la emigración reciente, a Europa; y la inmigración. La emigración a América: entre 1850 y 1915, se emigra fundamentalmente a Argentina y Brasil, los motivos la atracción de tierras por explotar y la sobrepoblación de las regiones españolas. En 1914 de cada mil argentinos 105 son españoles. Salieron de las áreas de mayor crecimiento vegetativo y de menor poder adquisitivo (Canarias, Galicia y el Cantábrico). Esta emigración se detiene con la Guerra Mundial y se restablece en los años 50.

La emigración a Europa: La Primera Guerra Mundial exige que en España se aumente la producción, lo que supondrá una elevación de los precios, y un relativo descenso del poder adquisitivo de los asalariados. Ello supondrá en los años treinta una emigración a Francia por motivos laborales. El segundo paso a considerar será la Guerra Civil, que causará el exilio político a Francia. Por fin, tras la Segunda Guerra Mundial, la aplicación del Plan Marshall en Europa exigirá para la reconstrucción , y tras la apertura y el Plan de Estabilización en España, mucha mano de obra que emigrarán entre 1960 y 1975. Mas de un millón de españoles acudirán a Alemania, Francia y Suiza, desde Galicia, Andalucía, Levante y Extremadura. Las consecuencias en España son la llegada de divisas y la detención del paro. Desde 1973, con la crisis económica mundial, la emigración decae y retornan los emigrantes paulatinamente con consecuencias económicas muy negativas para España.

La inmigración. España ha pasado de ser un país de emigración a ser un país de inmigrantes. La procedencia es en primer lugar europea (aproximadamente 700.000), hispanoamericanos (700.000), magrebís (400.000), de otros países africanos (200.000), de otras procedencias (200.000). Las cifras son poco precisas ya que prácticamente la mitad son ilegales y por lo tanto difícil de contabilizar. La emigración de la UE es fundamentalmente de jubilados. Los europeos de los países del este buscan trabajos en muchos casos por debajo de su preparación profesional, aunque mayoritariamente no sea así, en su países de procedencia no hay oferta laboral. El resto de procedencias suele ser, salvo excepciones, inmigración de preparación profesional alguna. Las consecuencias que tienen estos movimientos demográficos sobre la población española son: Rejuvenecimiento demográfico Aumento de la natalidad Desarrollo de trabajos no deseados por los españoles Aumento de la población activa necesario para la producción y para subsidios Aparición de racismo y xenofobia Situaciones laborales y sociales de marginación y dureza Problemas de integración