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¿Cómo celebramos?.

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Presentación del tema: "¿Cómo celebramos?."— Transcripción de la presentación:

1 ¿Cómo celebramos?

2  1. ¿Qué es un signo? Es lo que hace referencia a una cosa mayor de la cual ha sido extraído, es tomar algo de una realidad para representarla, por ejemplo:

3 El humo es signo de la presencia del fuego La asamblea litúrgica es signo de la presencia de Cristo El Vino consagrado representa la Sangre de Cristo Una foto o pintura es una representación virtual (ícono)

4 ¿ Qué es un símbolo? Es un elemento sensible que remite a una realidad de otro orden. El símbolo no emplea el lenguaje corriente, sino un lenguaje figurado. Por ejemplo: La Luz simboliza al mismo Cristo quien dice de sí: “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8, 12).

5 Elementos simbólicos usados en la liturgia
La Luz: Expresa la realidad de las cosas que son como recreadas al pasar de la oscuridad a la luz. La liturgia menciona muchas veces la luz y la emplea constantemente: Cirio Pascual, Velas, Lámparas. El Fuego: El fuego habla de lo que se consume (sacrificio), del calor que saca de la pesadez (acción del Espíritu Santo).

6 El Agua: Simboliza ante todo la fecundidad (tierra regada contrapuesta al desierto) y limpieza. La liturgia la emplea en: El Bautismo La Eucaristía El Oficio de Difuntos Las Bendiciones Aspersiones (varias).

7 2. Posturas y acciones La celebración sacramental es un encuentro de los hijos de Dios con su Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo, y este encuentro se expresa como un diálogo a través de acciones y palabras. Cuando realizamos un gesto, estamos adoptando un lenguaje simbólico, es decir; el Gesto dice otra cosa, manifiesta algo que está más allá de lo expresable con palabras.

8 Posturas y gestos De pie: La postura de pie expresa la dignidad del hombre como señor. Es la postura del resucitado, diferente al esclavo o al que está abatido por el mal. Expresa también disponibilidad para la acción. Sentado: Posee dos significados: Representa la actitud de quien preside, de quien tiene autoridad y enseña. Representa también a quien escucha, medita y aprende; al discípulo que escucha al maestro. De rodillas: Es una postura que expresa adoración, súplica y arrepentimiento.

9 Posturas y gestos Caminar en procesión: Indica disponibilidad y decisión. Representa la marcha del pueblo que peregrina en esta tierra. Genuflexión: Es un gesto de respeto, de humildad y de adoración. Es un símbolo de nuestra adoración al Señor, especialmente ante su presencia en el Sagrario. Se realiza fuera de la Eucaristía. Estar de rodillas: Gesto propio de adoración. La Signación (Señal de la Cruz): Es uno de los gestos más repetidos por los cristianos y es, además nuestro símbolo universal que se ha empleado desde los tiempos antiguos. Es un signo de pertenencia y seguimiento a Jesucristo.

10 Posturas y gestos Elevar las Manos: Es la actitud del orante, del que se dirige a Dios en alabanza.  Golpearse el pecho: Es un gesto que expresa una actitud interior de arrepentimiento y humildad. Significa que reconocemos nuestra propia culpa y que tenemos la intención de cambiar. La postración total: Este gesto lleva la humildad y la adoración a su expresión máxima. Actualmente, en nuestras liturgias, los que van a ser ordenados para recibir la gracia del Espíritu se postran. También el sacerdote el Viernes Santo expresa su fe y humildad postrándose en el suelo al comenzar la celebración.

11 Posturas y gestos La Venia: Es una reverencia de mucho significado. Representa adoración, reconocimiento de la grandeza de Dios. La realizamos cuando pasamos en frente al altar durante la Eucaristía y se le hace al altar y no al sacerdote. Inclinaciones: Es una postura de humildad. Puede ser de dos formas: Inclinación de cabeza: Durante las bendiciones, imposición de manos. Esta inclinación muestra nuestra disposición a recibir la gracia de Dios. Inclinación profunda: Si alguna enfermedad o por edad no podemos arrodillarnos durante la consagración, debemos hacer una inclinación profunda.

12 3. Palabras La palabras recitadas y cantadas expresan de manera oral nuestra fe, manifiestan nuestra participación en la Eucaristía. Las palabras pueden ser: Cantadas: signo de euforia del corazón, de alegría, unidad, sentido festivo. En forma de aclamación: vivas emotivos, aplausos solemnes, gritos de respuesta a la Palabra de Dios. Silencio: signo de interiorización, de escucha, de asimilación de la Palabra de Dios, plena resonancia del Espíritu en los corazones.

13 4. Cantos Animar con el canto es comunicar vida, soplo de alegría y de entusiasmo. Los cantantes deben obedecer a tres criterios: El canto debe ser una oración “Quien canta, dos veces ora” (S. Agustín) Buscar la participación unánime de la asamblea. Reconocer el carácter sagrado de la celebración.

14 Cantos Aclamaciones Aleluya Amén Eucarísticas Himnos: Procesionales
Gloria Recitativos: Diálogos sacerdote/asamblea Letanías: Piedad Cordero

15 Sacramentos

16 Fresco de las catacumba
de los Santos Pedro y Marcelino: Roma principios del siglo IV.

17 La escena representa el encuentro de Jesús con la mujer hemorroísa
La escena representa el encuentro de Jesús con la mujer hemorroísa. Esta mujer, que sufrió durante largos años, se curo al tocar el manto de Jesús gracias “a la fuerza que había salido el Él” (Mc 5, 30) Los sacramentos de la Iglesia continúan ahora la obra de salvación que Cristo realizó durante su vida terrena. Los sacramentos son como “fuerzas que salen” del cuerpo de Cristo para curarnos las heridas del pecado y darnos la vida nueva de Cristo. Esta figura simboliza pues el poder divino y salvífico del Hijo de Dios que salva al hombre entero, alma y cuerpo, a través de la vida sacramental.

18 Sacramentos

19 Sacramentos de Iniciación Cristiana
Mediante los sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana. "La participación en la naturaleza divina, que los hombres reciben como don mediante la gracia de Cristo, tiene cierta analogía con el origen, el crecimiento y el sustento de la vida natural. En efecto, los fieles renacidos en el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación y, finalmente, son alimentados en la Eucaristía con el manjar de la vida eterna, y, así por medio de estos sacramentos de la iniciación cristiana, reciben cada vez con más abundancia los tesoros de la vida divina y avanzan hacia la perfección de la caridad" (Pablo VI, Const. apost.Divinae consortium naturae; cf. Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos, Prenotandos 1-2). (CEC 1212)

20 El Bautismo

21 El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu ("vitae spiritualis ianua") y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Concilio de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849; CCEO 675,1): Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo" ("El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra": Catecismo Romano 2,2,5). (CEC 1213) 

22 Este sacramento recibe el nombre de Bautismo en razón del carácter del rito central mediante el que se celebra: bautizar (baptizein en griego) significa "sumergir", "introducir dentro del agua"; la "inmersión" en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo, de donde sale por la resurrección con Él (cf Rm 6,3-4; Col 2,12) como "nueva criatura" (2 Co 5,17; Ga 6,15). (CEC 1214) 

23 El santo Bautismo es el fundamento de toda la vida cristiana, el pórtico de la vida en el espíritu ("vitae spiritualis ianua") y la puerta que abre el acceso a los otros sacramentos. Por el Bautismo somos liberados del pecado y regenerados como hijos de Dios, llegamos a ser miembros de Cristo y somos incorporados a la Iglesia y hechos partícipes de su misión (cf Concilio de Florencia: DS 1314; CIC, can 204,1; 849; CCEO 675,1): Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo" ("El bautismo es el sacramento del nuevo nacimiento por el agua y la palabra": Catecismo Romano 2,2,5). (CEC 1213) 

24 Los ritos y símbolos del Sacramento del Bautismo
A) Ritos de preparación 1. La acogida en la puerta del templo parroquial  2. La signación sobre la frente de los niños  3. La procesión hacia el lugar de la celebración de la Palabra  4. Oración de exorcismo y unción con el óleo de los catecúmenos 5. La imposición de manos 6. Rito del Bautismo 6.1 Bendición del agua 6.2 Renuncias y profesión de fe: 6.3 Bautismo

25 Bautismo: “El signo original y pleno del bautismo es la inmersión” triple en agua (CIC 628); “la inmersión en el agua simboliza el acto de sepultar al catecúmeno en la muerte de Cristo de donde sale por la resurrección con él como nueva creatura” (Cf. Rm. 6, 3 - 4, y Col. 2, 12; CIC 1214). A través de este rito nos sumergimos sacramentalmente en Cristo y somos engendrados a una nueva vida. También se puede hacer con una triple infusión de agua. Mientras se realiza el gesto simbólico, el ministro pronuncia las palabras sacramentales: “N., Yo te bautizo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo”. Mientras se realiza el rito la comunidad puede cantar una breve aclamación que exprese su agradecimiento al Señor y su alegría.

26 Los ritos y símbolos del Sacramento del Bautismo
B) Ritos explicativos 7. Unción con el Santo Crisma después del Bautismo 8. Imposición de la vestidura blanca 9. Entrega del cirio encendido 10. Procesión al altar 11. Padrenuestro 12. Bendición 13. Despedida 14. Consagración a la Virgen María

27 Confirmación La recepción de este Sacramento es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal .

28 Los ritos y símbolos del Sacramento de la Confirmación
Presentación de los candidatos Homilía Profesión de fe

29 Imposición de las manos:
El Obispo y Presbíteros acompañantes imponen las manos sobre los confirmandos implorando la venida del Espíritu Santo con sus dones,. Este gesto es del tiempo de los apóstoles y es signo de la efusión del Espíritu Santo «Dios Todopoderoso, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que regeneraste, por el agua y el Espíritu Santo, a estos siervos tuyos y los libraste del pecado: escucha nuestra oración y envía sobre ellos el Espíritu Santo Paráclito; llénalos de espíritu de sabiduría y de inteligencia, de espíritu de consejo y de fortaleza, de espíritu de ciencia y de piedad; y cólmalos del espíritu de tu santo temor. Por Jesucristo nuestro Señor» (Ritual de la Confirmación, 25).

30 Unción con el Santo Crisma Es el rito esencial del sacramento Es el signo de una consagración. Los confirmados son ungidos para que participen más plenamente de la Misión de Jesucristo y de la plenitud del Espíritu Santo que ya ha recibido el día del bautismo, de allí que de su vida se desprenda el buen aroma de Jesucristo.

31 Unción con el Santo Crisma
En el rito de este sacramento conviene considerar el signo de la unción y lo que la unción designa e imprime: el sello espiritual. La unción, en el simbolismo bíblico y antiguo, posee numerosas significaciones: el aceite es signo de abundancia (cf Dt 11,14, etc.) y de alegría (cf Sal 23,5; 104,15); purifica (unción antes y después del baño) y da agilidad (la unción de los atletas y de los luchadores); es signo de curación, pues suaviza las contusiones y las heridas (cf Is 1,6; Lc 10,34) y el ungido irradia belleza, santidad y fuerza. (CEC 1293)

32 Unción con el Santo Crisma
En el rito latino, "el sacramento de la Confirmación es conferido por la unción del santo crisma en la frente, hecha imponiendo la mano, y con estas palabras: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo" (Pablo VI, Const. ap. Divinae consortium naturae). En las Iglesias orientales de rito bizantino, la unción del myron se hace después de una oración de epíclesis, sobre las partes más significativas del cuerpo: la frente, los ojos, la nariz, los oídos, los labios, el pecho, la espalda, las manos y los pies, y cada unción va acompañada de la fórmula: Sfragis doreas Pnéumatos Agíou ("Sello del don que es el Espíritu Santo") (Rituale per le Chiese orientali di rito bizantino in lingua greca, Pars I). (CEC 1300)

33 Saludo de comunión El saludo de paz con el que concluye el rito del sacramento significa y manifiesta la comunión eclesial con el obispo y con todos los fieles (cf San Hipólito Romano, Traditio apostolica, 21). (CEC 1301) 

34 Efectos de la Confirmación
De la celebración se deduce que el efecto del sacramento de la Confirmación es la efusión especial del Espíritu Santo, como fue concedida en otro tiempo a los Apóstoles el día de Pentecostés. (CEC 1302) 

35 EFECTOS DE LA CONFIRMACIÓN
Por este hecho, la Confirmación confiere crecimiento y profundidad a la gracia bautismal: — nos introduce más profundamente en la filiación divina que nos hace decir "Abbá, Padre" (Rm 8,15).; — nos une más firmemente a Cristo; — aumenta en nosotros los dones del Espíritu Santo; — hace más perfecto nuestro vínculo con la Iglesia (cf LG 11);

36 EFECTOS DE LA CONFIRMACIÓN
— nos concede una fuerza especial del Espíritu Santo para difundir y defender la fe mediante la palabra y las obras como verdaderos testigos de Cristo, para confesar valientemente el nombre de Cristo y para no sentir jamás vergüenza de la cruz (cf DS 1319; LG 11,12):

37 EFECTOS DE LA CONFIRMACIÓN
«Recuerda, pues, que has recibido el signo espiritual, el Espíritu de sabiduría e inteligencia, el Espíritu de consejo y de fortaleza, el Espíritu de conocimiento y de piedad, el Espíritu de temor santo, y guarda lo que has recibido. Dios Padre te ha marcado con su signo, Cristo Señor te ha confirmado y ha puesto en tu corazón la prenda del Espíritu» (San Ambrosio, De mysteriis 7,42). (CEC 1303)

38 LA MISA

39 Testimonio de los primeros siglos y de una fe inalterada - San Justino -
A nadie es lícito participar de la Eucaristía si no cree que son verdad las cosas que enseñamos y no se ha purificado en aquel baño que da la remisión de los pecados y la regeneración, y no vive como Cristo nos enseñó.

40 Porque no tomamos estos alimentos como si fueran pan común o una bebida ordinaria; sino que, así como Cristo, nuestro salvador, se hizo carne por la Palabra Dios y tuvo carne y sangre a causa de nuestra salvación, de la misma manera hemos aprendido que el alimento sobre el que fue recitada la acción de gracias que contiene las palabras de Jesús, y con que se alimenta y transforma nuestra sangre y nuestra carne, es precisamente la carne, la sangre de aquel mismo Jesús que se encarnó.

41 Los apóstoles, en efecto, en sus tratados llamados Evangelios, nos cuentan que así les fue mandado, cuando Jesús, tomando pan y dando gracias, dijo: Haced esto en conmemoración mía. Esto es mi cuerpo; y luego, tomando del mismo modo en sus manos el cáliz, dio gracias y dijo: Esto es mi sangre, dándoselo a ellos solos. Desde entonces seguimos recordándonos siempre unos a otros estas cosas; y los que tenemos bienes acudimos en ayuda de los que no los tienen, y permanecemos unidos. Y siempre que presentamos nuestras ofrendas alabamos al Creador de todo por medio de su Hijo Jesucristo y del Espíritu Santo.

42 El día Llamado del sol se reúnen todos en un lugar, lo mismo los que habitan en la ciudad que los que viven en el campo, y, según conviene, se leen los tratados de los apóstoles o los escritos de los profetas, según el tiempo lo permita. Luego, cuando el lector termina, el que preside se encarga de amonestar, con palabras de exhortación, a la imitación de cosas tan admirables.

43 Después nos levantamos todos a la vez y recitamos; preces; y a continuación, como ya dijimos, una vez que concluyen las plegarias, se trae pan, vino y agua: y el que preside pronuncia fervorosamente preces y acciones de gracias, y el pueblo responde Amén; tras de lo cual se distribuyen los dones sobre los que se ha pronunciado la acción de gracias, comulgan todos, y los diáconos se encargan de llevárselo a los ausentes.

44 Los que poseen bienes de fortuna y quieren, cada uno da, a su arbitrio, lo que bien le parece, y lo que se recoge se deposita ante el que preside, que es quien se ocupa de repartirlo entre los Huérfanos, y las viudas, los que por enfermedad u otra causa cualquiera pasan necesidad, así como a los presos y a los que se hallan de paso como huéspedes; en una palabra, él es quien se encarga de todos los necesitados.

45 Testimonio de una fe inalterada
IGMR 2. La naturaleza sacrificial de la Misa afirmada solemnemente por el Concilio Tridentino, en armonía con la tradición universal de la Iglesia, ha sido expresada nuevamente por el Concilio Vaticano II, al pronunciar estas significativas palabras acerca de la Misa: «Nuestro Salvador, en la Última Cena, instituyó el sacrificio eucarístico de su Cuerpo y de su Sangre, con el cual iba a perpetuar por los siglos, hasta su retorno, el sacrificio de la cruz y a confiar así a su Esposa, la Iglesia, el memorial de su muerte y resurrección». Testimonio de una fe inalterada

46 SU ESTRUCTURA, SUS ELEMENTOS Y SUS PARTES
LA SANTA MISA SU ESTRUCTURA, SUS ELEMENTOS Y SUS PARTES

47 IGMR 27: En la Misa, o Cena del Señor, el pueblo de Dios es convo­ cado y reunido, bajo la presidencia del sacerdote, quien obra en la persona de Cristo (in persona Christi) para celebrar el memorial del Señor o sacrificio eucarístico. De manera que para esta reunión local de la santa Iglesia vale eminentemen­te la promesa de Cristo: "Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" (Mt 18, 20). Pues en la celebración de la Misa, en la cual se perpetúa el sacrifi­cio de la cruz, Cristo está realmente presente en la misma asamblea congregada en su nombre, en la persona del minis­tro, en su palabra y, más aún, de manera sustancial y permanente en las especies eucarísticas.

48 IGMR 28: La Misa consta, en cierto modo, de dos partes, a saber, la Liturgia de la Palabra y la Liturgia Eucarística, las cuales están tan estrechamente unidas entre sí, que constituyen un solo acto de culto. En efecto, en la Misa se prepara la mesa, tanto de la Palabra de Dios, como del Cuerpo de Cristo, de la cual los fieles son instruidos y alimentados. Consta además de algunos ritos que inician y concluyen la celebración.

49 IGMR 30: …. El sacerdote que preside la asamblea en represen­tación de Cristo, dirige estas oraciones a Dios en nombre de todo el pueblo santo y de todos los circunstantes. Con razón, pues, se denominan «oraciones presidenciales».

50 La misa consta de dos partes:

51 1. RITOS INICIALES Comprende: Entrada Señal de la cruz Saludo Acto penitencial Gloria Oración colecta Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía.

52 Procesión de entrada Llegamos al templo y nos disponemos para celebrar el misterio mas grande de nuestra fe. Acompañamos la procesión con el canto de entrada. Esta procesión tiene el sentido de peregrinar, caminar hacia …

53 Beso al altar Se venera el altar besándolo ya que es símbolo de Cristo sacerdote, victima y altar.

54 Señal de la cruz Evoca nuestra iniciación cristiana y se invoca a la Trinidad. El presidente y el pueblo se santiguan.

55 – El Señor esté con ustedes
Saludo inicial Saludo a la Asamblea: Se establece aquí un diálogo de comunión entre el Presidente y la Asamblea – El Señor esté con ustedes

56 Consta de varias partes:
Acto penitencial Reconocemos y confesamos humildemente nuestras faltas. Para celebrar dignamente estos sagrados misterios. Consta de varias partes: - Monición, que dice el presidente - Silencio breve Confesión general –Yo confieso... Absolución

57 Gloria Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él. Es un himno trinitario de alabanza. Se le llama también doxología mayor o gran doxología.

58 Oración colecta La oración Colecta: (colecta = reunir). El sacerdote invita a orar, silencio, lee la oración y el pueblo ratifica con un AMEN. Mediante esta oración se expresa la índole de la celebración que es el carácter propio del día. Si es solemnidad, fiesta o memoria se suele citar en la misma el santo que celebramos. Se la llama así porque recolecta las intenciones individuales en una sola oración que se convierte en la oración de la Iglesia.

59 2. LITUGIA DE LA PALABRA Comprende: Primera lectura Salmo responsorial
Escuchamos a Dios, que se nos da como alimento en su Palabra, en la que respondemos cantando, meditando y rezando. Comprende: Primera lectura Salmo responsorial Segunda lectura Aleluya Evangelio Homilía Credo Oración universal

60 Primera lectura En el Antiguo Testamento, Dios nos habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas.

61 Salmo El salmo le es propio ser cantado y no reducirse a una lectura.
Esta íntimamente unido a las lecturas El salmo le es propio ser cantado y no reducirse a una lectura. Si no se canta integro, al menos la antífona (respuesta)

62 Segunda lectura En el nuevo Testamento, Dios nos habla a través de los apóstoles. Nos sirve para conocer cómo vivían los primeros cristianos y cómo explicaban a los demás las enseñanzas de Jesús. Así como también entender muchas tradiciones de la Iglesia.

63 Aleluya Es un canto alegre de jubilo que recuerda la Resurrección . En tiempo de cuaresma se entona en lugar del aleluya “Gloria a ti señor Jesús”. Nos dispone a escuchar la proclamación del misterio de Cristo.

64 Esta lectura la hace el sacerdote o el diácono.
Evangelio Se toma de alguno de los 4 Evangelios de acuerdo al ciclo litúrgico y narra una pequeña parte de la vida o las enseñanzas de Jesús. Es aquí donde podemos conocer cómo era Jesús, qué sentía, qué hacía, cómo enseñaba, qué nos quiere transmitir. Esta lectura la hace el sacerdote o el diácono.

65 Homilía El celebrante nos explica la palabra de Dios haciendo una aplicación a la vida.

66 Credo Después de escuchar la Palabra de Dios, confesamos nuestra Fe.
Aquí el Pueblo da su asentamiento y respuesta a la Palabra de Dios proclamada.

67 Oración universal (de los fieles)
Rezamos unos por otros pidiendo por las necesidades de todos.

68 LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
IGMR 72. En la última Cena, Cristo instituyó el sacrificio y el ban­quete pascuales. Por estos misterios el sacrificio de la cruz se hace continuamente presente en la Iglesia, cuando el sacerdo­te, representando a Cristo Señor, realiza lo mismo que el Se­ñor hizo y encomendó a sus discípulos que hicieran en memo­ria de Él.

69 IGMR 72. continuación … Cristo, pues, tomó el pan y el cáliz, dio gracias, partió el pan, y los dio a sus discípulos, diciendo: Tomad, comed, bebed; esto es mi Cuerpo; éste es el cáliz de mi Sangre. Haced esto en conmemoración mía. Por eso, la Iglesia ha ordenado toda la celebración de la Liturgia Eucarística con estas partes que res­ponden a las palabras y a las acciones de Cristo, a saber:

70 IGMR 72. continuación … En la preparación de los dones se llevan al altar el pan y el vino con agua, es decir, los mismos elementos que Cristo tomó en sus manos.

71 IGMR 72. continuación … 2) En la Plegaria eucarística se dan gracias a Dios por toda la obra de la salvación y las ofrendas se convierten en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo.

72 IGMR 72. continuación … 3) Por la fracción del pan y por la Comunión, los fieles, aunque sean muchos, reciben de un único pan el Cuerpo, y de un único cáliz la Sangre del Señor, del mismo modo como los Apóstoles lo recibieron de las manos del mismo Cristo.

73 PREPARACIÓN DE LOS DONES
Cuál es el significado espiritual: Los dones representan a toda la asamblea. Nuestra vida como don de Dios, todo el universo creado, el trabajo y la actividad transformadora del hombre, las alegrías y los sufrimientos, lo que somos y tenemos en una palabra toda la vida se une al sacrificio de Cristo muerto y resucitado.

74 ¿Por qué pan y vino? En la persona del creyente existe el deseo de estar en intima comunión con Cristo, así como la comida y la bebida se hacen uno en su cuerpo. La persona no solo desea conocer a Cristo, si no que también desea poseerlo, consumirlo, comerlo, beberlo y saciarse plenamente de Él. Por eso, escogió el pan y el vino, como alimento de vida que le permite al hombre unirse a Él y asimilarlo en su corazón.

75 Significado de las gotas de agua en el vino
El sacerdote agrega unas gotas de agua al vino y dice en voz baja: “El agua unida al vino sea signo de nuestra participación en la vida divina de Quien ha querido compartir nuestra condición humana” (Ordo Misarum, n. 24)

76 Significado de las gotas de agua en el vino
El vino nos recuerda la redención mediante la sangre de Cristo, y el agua simboliza a la Iglesia, es decir, a nosotros mismos, que hemos nacido del agua del bautismo. Así como las gotas de agua se mezclan totalmente con el vino y son asumidas por él tomando su gusto, así también en el sacrificio de la misa, Cristo nos asimila para hacernos uno con Él.

77 Significado del lavabo
El sacerdote profundamente inclinado dice en secreto: “Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro espíritu humilde; que este sea hoy nuestro sacrificio, y que sea agradable en tu presencia Señor, Dios nuestro” (OM, 26) Luego inciensa las ofrendas, la cruz y el altar y de pie, a un lado del altar, se lava las manos, diciendo en secreto: “Lava del todo mi delito, Señor, y limpia mi pecado” (OM, 28)

78 LA PLEGARIA EUCARÍSTICA

79 IGMR 78: En este momento comienza el centro y la cumbre de toda la celebración, esto es, la Plegaria eucarística, que ciertamente es una oración de acción de gracias y de santificación. El sacerdote invita al pueblo a elevar los corazones hacia el Señor, en oración y en acción de gracias, y lo asocia a sí mismo en la oración que él dirige en nombre de toda la comunidad a Dios Padre, por Jesucristo, en el Espíritu Santo. El sentido de esta oración es que toda la asamblea de los fieles se una con Cristo en la confesión de las maravillas de Dios y en la ofrenda del sacrificio. La Plegaria eucarística exige que todos la escuchen con reverencia y con silencio.

80 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
Acción de gracias Aclamación Epíclesis Narración de la institución y consagración Anámnesis Oblación Intercesiones Doxología final

81 1. Acción de gracias: Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
Prefacio V/ El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. V/ Levantemos el corazón. R/ Lo tenemos levantado hacia el Señor. V/ Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario. En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias, Padre Santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado. Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María, la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor. Él, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo. Por eso, con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria, diciendo …

82 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
Acción de gracias: (que se expresa especialmente en el Prefacio), en la cual el sacerdote, en nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da gracias por toda la obra de salvación o por algún aspecto particular de ella, de acuerdo con la índole del día, de la fiesta o del tiempo litúrgico. (IGMR 79) La Plegaria Eucarística comienza con un diálogo introductorio que constituye una invitación a participar activamente en la celebración y a dar gracias a Dios.

83 “Levantemos el corazón /
Elementos que conforman la Plegaria Eucarística 1. Acción de gracias: Dos actitudes: “Levantemos el corazón / lo tenemos levantado hacia el Señor” (participación) “Demos gracias al Señor, nuestro Dios / es justo y necesario” (acción de gracias) Prefacio significa acción de gracias. Que se dirige al Padre por Jesucristo en el Espíritu Santo.

84 Su estructura es la siguiente:
Protocolo: es siempre idéntico y se expresa siempre con las mismas palabras o con palabras parecidas. “En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias. … Cuerpo: Es la parte más importante, en ella se exponen los motivos por los que damos gracias a Dios en cada una de las celebraciones. Esto varia según el día, fiesta o tiempo litúrgico.

85 Acción de gracias Escatólogo o Protocolo final: en esta parte se proclama la comunión que existe entre la Iglesia peregrina y la Iglesia celeste en el momento de la celebración eucarística. Estas dos forman parte de una única Iglesia, presidida por una única cabeza, Cristo; y como la patria definitiva de esta Iglesia no es la tierra sino el cielo, y la liturgia de la tierra dará paso a la liturgia del cielo, donde se celebrará eternamente la liturgia celestial, el escatólogo es también una invitación a la iglesia peregrina para que se una a la alabanza de la iglesia celeste. “Por eso con los ángeles y los arcángeles, y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria”.

86 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. 2. Aclamación: (que se expresa especialmente en el Prefacio), en la cual el sacerdote, en nombre de todo el pueblo santo, glorifica a Dios Padre y le da gracias por toda la obra de salvación o por algún aspecto particular de ella, de acuerdo con la índole del día, de la fiesta o del tiempo litúrgico. (IGMR 79)

87 “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.
Aclamación Esta aclamación se constituye en un punto de encuentro entre la iglesia peregrina y la iglesia celeste. La primera parte esta tomada del profeta Isaías “Santo, Santo, Santo, es el Señor Dios del universo” (Is. 6, 3) Y la segunda se inspira en el canto con que los niños hebreos aclamaron a Cristo en su entrada Mesiánica a Jerusalén. “Bendito el que viene en el nombre del Señor”.

88 Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad;
3. Epíclesis (de consagración): Santo eres en verdad, Señor, fuente de toda santidad; por eso te pedimos que santifiques estos dones con la efusión de tu Espíritu, de manera que sean para nosotros Cuerpo y † Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.

89 3. Epíclesis (de consagración):
con la cual la Iglesia, por medio de invocaciones especiales, implora la fuerza del Espíritu Santo para que los dones ofrecidos por los hombres sean consagrados, es decir, se conviertan en el Cuerpo y en la Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la Comunión sirva para la salvación de quienes van a participar en ella. (IGMR 79) La obra de la salvación pertenece a la entera Trinidad: Al Padre, que envía a su Hijo para que se entregue para la redención de los hombres; al Hijo, que muere y resucita y así realiza esta redención; y al Espíritu Santo, que es enviado por el Padre y el Hijo para que actualice sobre todo en el “hoy” sacramental de la Iglesia, el Misterio Pascual realizado de una vez para siempre por Cristo y, haciéndolo contemporáneo a cada una de las generaciones, de tal modo que puede ser participado por cada hombre que quiera incorporarse verdaderamente al misterio salvífico.

90 4. Narración de la institución y consagración:
El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:  TOMAD Y COMED TODOS DE ÉL, PORQUE ESTO ES MI CUERPO, QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS. Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dándote gracias de nuevo, lo pasó a sus discípulos, diciendo:  TOMAD Y BEBED TODOS DE ÉL, PORQUE ÉSTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE, SANGRE DE LA ALIANZA NUEVA Y ETERNA, QUE SERÁ DERRAMADA POR VOSOTROS Y POR TODOS LOS HOMBRES PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS. HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.

91 4. Narración de la institución y consagración: por las palabras y por las acciones de Cristo se lleva a cabo el sacrificio que el mismo Cristo instituyó en la última Cena, cuando ofreció su Cuerpo y su Sangre bajo las especies de pan y vino, y los dio a los Apóstoles para que comieran y bebieran, dejándoles el mandato de perpetuar el mismo misterio. (IGMR 79) Sin la acción del Espíritu Santo los dones del pan y vino no pueden transformarse en el Cuerpo y la Sangre de Cristo; pero se requiere también “la fuerza de las palabras y de la acción de Cristo”. (CEC 1354) De la unión de las Palabras de Cristo y el poder del Espíritu Santo resulta la presencia sacramental de Cristo en la celebración y en las especies consagradas. En el relato de la institución es el mismo Cristo quien actúa por el ministerio del sacerdote: “Esto es mi Cuerpo”.

92 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
Éste es el sacramento de nuestra fe. Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección. ¡Ven, Señor Jesús! Así pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación, y te damos gracias porque nos haces dignos de servirte en tu presencia. 5. Anámnesis: por la cual la Iglesia, al cumplir el mandato que recibió de Cristo por medio de los Apóstoles, realiza el memorial del mismo Cristo, renovando principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y su ascensión al cielo. (IGMR 79)

93 Anámnesis Las palabras y gestos de Cristo, realizan el sacrificio que el mismo Cristo instituyó en la Última Cena, cuando, bajo las especies de pan y vino, ofreció su Cuerpo y su Sangre y se los dio a sus apóstoles en forma de comida y bebida y les mando perpetuar ese misterio. El ministro le presta la voz y el cuerpo, para que sea Cristo el que realice la obra.

94 Anámnesis Anámnesis significa “memoria”. Pero no se trata simplemente de un recuerdo psicológico o intelectual, si no de una acto litúrgico celebrado como memorial, es decir, como actualización del sacrificio de Cristo en la Eucaristía, haciéndolo presente a Él en su muerte y en su resurrección, por virtud del Espíritu Santo.

95 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
Te pedimos humildemente que el Espíritu Santo congregue en la unidad a cuantos participamos del Cuerpo y Sangre de Cristo. 6. Oblación (epíclesis de comunión): por la cual, en este mismo memorial, la Iglesia, principalmente la que se encuentra congregada aquí y ahora, ofrece al Padre en el Espíritu Santo la víctima inmaculada. La Iglesia, por su parte, pretende que los fieles, no sólo ofrezcan la víctima inmaculada, sino que también aprendan a ofrecerse a sí mismos, y día a día se perfeccionen, por la mediación de Cristo, en la unidad con Dios y entre ellos, para que finalmente, Dios sea todo en todos. (IGMR 79)

96 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
7. Intercesiones: Acuérdate, Señor, de tu Iglesia extendida por toda la tierra; y con el Papa N., con nuestro Obispo N., y todos los pastores que cuidan de tu pueblo, llévala a su perfección por la caridad.  Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron en la esperanza de la resurrección, y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro. Ten misericordia de todos nosotros, y así, con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y cuantos vivieron en tu amistad a través de los tiempos, merezcamos, por tu Hijo Jesucristo, compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.

97 Elementos que conforman la Plegaria Eucarística
7. Intercesiones: por las cuales se expresa que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia, tanto con la del cielo, como con la de la tierra; y que la oblación se ofrece por ella misma y por todos sus miembros, vivos y difuntos, llamados a participar de la redención y de la salvación adquiridas por el Cuerpo y la Sangre de Cristo. (IGMR 79) Mas que peticiones, las intercesiones expresan que la eucaristía se celebra en comunión con toda la Iglesia, celeste y terrestre, y todos sus miembros, vivos y difuntos.

98 Es una alabanza dirigida a la Trinidad.
Elementos que conforman la Plegaria Eucarística Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria por los siglos de los siglos. Amén. 8. Doxología final: por la cual se expresa la glorificación de Dios, que es afirmada y concluida con la aclamación Amén del pueblo. (IGMR 79) Es una alabanza dirigida a la Trinidad.

99 Rito de la Comunión IGMR 80. Puesto que la celebración eucarística es el banquete pascual, conviene que, según el mandato del Señor, su Cuerpo y su Sangre sean recibidos como alimento espiritual por los fieles debidamente dispuestos. A esto tienden la fracción y los demás ritos preparatorios, con los que los fieles son conducidos inmediatamente a la Comunión.

100 Oración del Señor IGMR 81. En la Oración del Señor se pide el pan de cada día, que para los cristianos indica principalmente el pan eucarístico, y se implora la purificación de los pecados, de modo que, en realidad, las cosas santas se den a los santos. El sacerdote hace la invitación a la oración y todos los fieles, juntamente con el sacerdote, dicen la oración. El sacerdote solo añade el embolismo, que el pueblo concluye con la doxología. El embolismo que desarrolla la última petición de la Oración del Señor pide con ardor, para toda la comunidad de los fieles, la liberación del poder del mal. La invitación, la oración misma, el embolismo y la doxología con la que el pueblo concluye lo anterior, se cantan o se dicen en voz alta.

101 Rito de la Paz IGMR 82. Sigue el rito de la paz, con el que la Iglesia implora la paz y la unidad para sí misma y para toda la familia humana, y con el que los fieles se expresan la comunión eclesial y la mutua caridad, antes de la comunión sacramental. En cuanto al signo mismo para dar la paz, establezca la Conferencia de Obispos el modo, según la idiosincrasia y las costumbres de los pueblos. Conviene, sin embargo, que cada uno exprese la paz sobriamente sólo a los más cercanos a él.

102 Fracción del Pan IGMR 83. El sacerdote parte el pan eucarístico, con la ayuda, si es del caso, del diácono o de un conce-lebrante. El gesto de la fracción del Pan realizado por Cristo en la Última Cena, que en el tiempo apostólico designó a toda la acción eucarística, significa que los fieles siendo muchos, en la Comunión de un solo Pan de vida, que es Cristo muerto y resucitado para la salvación del mundo, forman un solo cuerpo (1 Co 10, 17). La fracción comienza después de haberse dado la paz y se lleva a cabo con la debida reverencia, pero no se debe prolongar innecesariamente, ni se le considere de excesiva importancia. Este rito está reservado al sacerdote y al diácono.

103 Fracción del Pan El sacerdote parte el pan e introduce una parte de la Hostia en el cáliz (Inmixtión) para significar la unidad del Cuerpo y de la Sangre del Señor en la obra de la redención, a saber, del Cuerpo de Cristo Jesús viviente y glorioso. La súplica Cordero de Dios se canta según la costumbre, bien sea por los cantores, o por el cantor seguido de la respuesta del pueblo, o por lo menos se dice en voz alta. La invocación acompaña la fracción del pan, por lo que puede, repetirse cuantas veces sea necesario hasta cuando haya terminado el rito. La última vez se concluye con las palabras danos la paz.

104 Comunión IGMR 84. El sacerdote se prepara para recibir fructuosamente el Cuerpo y la Sangre de Cristo con una oración en secreto. Los fieles hacen lo mismo orando en silencio. Después el sacerdote muestra a los fieles el pan eucarístico sobre la patena o sobre el cáliz y los invita al banquete de Cristo; además, juntamente con los fieles, pronuncia un acto de humildad, usando las palabras evangélicas prescritas.

105 Comunión IGMR 85. Es muy de desear que los fieles, como está obligado a hacerlo también el mismo sacerdote, reciban el Cuerpo del Señor de las hostias consagradas en esa misma Misa, y en los casos previstos (cfr. n. 283), participen del cáliz, para que aun por los signos aparezca mejor que la Comunión es una participación en el sacrificio que entonces mismo se está celebrando.

106 IGMR 86. Mientras el sacerdote toma el Sacramento, se inicia el canto de Comunión, que debe expresar, por la unión de las voces, la unión espiritual de quienes comulgan, manifestar el gozo del corazón y esclarecer mejor la índole "comunitaria" de la procesión para recibir la Eucaristía. El canto se prolonga mientras se distribuye el Sacramento a los fieles. Pero si se ha de tener un himno después de la Comunión, el canto para la Comunión debe ser terminado oportunamente. Téngase cuidado de que también los cantores puedan comulgar en el momento más conveniente.

107 IGMR 87. Para canto de Comunión puede emplearse la antífona del Gradual Romano, con su salmo o sin él, o la antífona con el salmo del Graduale Simplex, o algún otro canto adecuado aprobado por la Conferencia de los Obispos. Lo canta el coro solo, o el coro con el pueblo, o un cantor con el pueblo. Por otra parte, cuando no hay canto, se puede decir la antífona propuesta en el Misal. La pueden decir los fieles, o sólo algunos de ellos, o un lector, o en último caso el mismo sacerdote, después de haber comulgado, antes de distribuir la Comunión a los fieles.

108 Comunión IGMR 88. Terminada la distribución de la Comunión, si resulta oportuno, el sacerdote y los fieles oran en silencio por algún intervalo de tiempo. Si se quiere, la asamblea entera también puede cantar un salmo u otro canto de alabanza o un himno.

109 IGMR 89. Para terminar la súplica del pueblo de Dios y también para concluir todo el rito de la Comunión, el sacerdote dice la oración después de la Comunión, en la que se suplican los frutos del misterio celebrado. En la Misa se dice una sola oración después de la Comunión, que termina con conclusión breve, es decir: - Si se dirige al Padre: Por Jesucristo, nuestro Señor. - Si se dirige al Padre, pero al fin se menciona el Hijo: Que vive y reina por siglos de los siglos. - Si se dirige al Hijo: Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. El pueblo hace suya la oración con la aclamación: Amén.

110 RITOS DE CONCLUSIÓN IGMR 90. Al rito de conclusión pertenecen:
a) Breves avisos, si fuere necesario. b) El saludo y la bendición del sacerdote, que en algu­nos días y ocasiones se enriquece y se expresa con la oración sobre el pueblo o con otra fórmula más solemne. c) La despedida del pueblo, por parte del diácono o del sacerdote, para que cada uno regrese a su bien obrar, ala­bando y bendiciendo a Dios. d) El beso del altar por parte del sacerdote y del diá­cono y después la inclinación profunda al altar de parte del sacerdote, del diácono y de los demás ministros.

111 Sacramentos Curación El Señor Jesucristo, médico de nuestras almas y de nuestros cuerpos, que perdonó los pecados al paralítico y le devolvió la salud del cuerpo (cf Mc 2,1-12), quiso que su Iglesia continuase, en la fuerza del Espíritu Santo, su obra de curación y de salvación, incluso en sus propios miembros. Este es finalidad de los dos sacramentos de curación: del sacramento de la Penitencia y de la Unción de los enfermos. (CEC 1421)

112 Penitencia "Recibid el Espíritu Santo. A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos" (Jn 20, 22-23)

113 "Los que se acercan al sacramento de la penitencia obtienen de la misericordia de Dios el perdón de los pecados cometidos contra El y, al mismo tiempo, se reconcilian con la Iglesia, a la que ofendieron con sus pecados. Ella les mueve a conversión con su amor, su ejemplo y sus oraciones" (LG 11). (CEC 1422) 

114 Signos del Sacramento de la Penitencia o Confesión
Confesión de los pecados de parte del penitente. Absolución sacramental de parte del Ministro: Dios Padre misericordioso que reconcilió consigo al mundo por la muerte y resurrección de su hijo y derramó el Espíritu Santo para la redención de los pecados te conceda por el ministerio de la Iglesia el perdón y la paz. Yo te absuelvo de todos tus pecados, en nombre del padre y del hijo y del Espíritu Santo. Amén

115 Los efectos espirituales del sacramento de la Penitencia
— la reconciliación con Dios por la que el penitente recupera la gracia; — la reconciliación con la Iglesia;  — la remisión de la pena eterna contraída por los pecados mortales;  — la remisión, al menos en parte, de las penas temporales, consecuencia del pecado; — la paz y la serenidad de la conciencia, y el consuelo espiritual; — el acrecentamiento de las fuerzas espirituales para el combate cristiano.

116 Unción de los Enfermos "¿Está enfermo alguno entre vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y si hubiera cometidos pecados, le serán perdo-nados" (St 5,14-15).

117 "Con la sagrada unción de los enfermos y con la oración de los presbíteros, toda la Iglesia entera encomienda a los enfermos al Señor sufriente y glorificado para que los alivie y los salve. Incluso los anima a unirse libremente a la pasión y muerte de Cristo; y contribuir, así, al bien del Pueblo de Dios" (LG 11). (CEC 1499)

118 Signos del Sacramento de la Unción de los Enfermos
La Unción con el oleo de los enfermos: Unción en la frente y en la mano de los enfermos acompañado de una fórmula: Por esta Santa unción y por su bondadosa misericordia te alivie el Señor con la gracia del Espíritu Santo. (Unción en la frente) Para que libre de tus pecados te conceda la salvación y te conforte en la enfermedad. (Unción en la palma de las dos manos)

119 Efectos del Sacramento de la Unción de los Enfermos
— la unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia; — el consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez;  — el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la penitencia;  — el restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual;  — la preparación para el paso a la vida eterna.

120 Sacramentos al Servicio de la Comunidad
Otros dos sacramentos, el Orden y el Matrimonio, están ordenados a la salvación de los demás. Contribuyen ciertamente a la propia salvación, pero esto lo hacen mediante el servicio que prestan a los demás. Confieren una misión particular en la Iglesia y sirven a la edificación del Pueblo de Dios. (CEC 1534)

121 Orden Sacerdotal

122 El Orden es el sacramento gracias al cual la misión confiada por Cristo a sus Apóstoles sigue siendo ejercida en la Iglesia hasta el fin de los tiempos: es, pues, el sacramento del ministerio apostólico. Comprende tres grados: el episcopado, el presbiterado y el diaconado. (CEC 1536)

123 Signo Principal Imposición de las manos Plegaria de Ordenación
El rito esencial del sacramento del Orden está constituido, para los tres grados, por la imposición de manos del obispo sobre la cabeza del ordenando, así como por una oración consecratoria específica que pide a Dios la efusión del Espíritu Santo y de sus dones apropiados al ministerio para el cual el candidato es ordenado (cf Pío XII, Const. ap. Sacramentum Ordinis, DS 3858). (CEC 1573)

124 Matrimonio "Maridos, amad a
vuestras mujeres como Cristo amó a la Iglesia[...] Gran misterio es éste, lo digo con respecto a Cristo y la Iglesia" (Ef 5,25.32)

125 "La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados“ (CEC 1601)

126 Consentimiento Matrimonial
Los protagonistas de la alianza matrimonial son un hombre y una mujer bautizados, libres para contraer el matrimonio y que expresan libremente su consentimiento. "Ser libre" quiere decir: — no obrar por coacción; — no estar impedido por una ley natural o eclesiástica. (CEC 1625)

127 La Iglesia considera el intercambio de los consentimientos entre los esposos como el elemento indispensable "que hace el matrimonio". Si el consentimiento falta, no hay matrimonio. (CEC 1626)

128 El consentimiento consiste en "un acto humano, por el cual los esposos se dan y se reciben mutuamente" ,"Yo te recibo como esposa" — "Yo te recibo como esposo" (Ritual de la celebración del Matrimonio,  62). Este consentimiento que une a los esposos entre sí, encuentra su plenitud en el hecho de que los dos "vienen a ser una sola carne" (cf Gn 2,24; Mc 10,8; Ef 5,31). (CEC 1627)

129 Otras celebraciones sacramentales litúrgicas

130 Exequias cristianas Todos los sacramentos, principalmente los de la iniciación cristiana, tienen como fin último la Pascua definitiva del cristiano, es decir, la que a través de la muerte hace entrar al creyente en la vida del Reino. Entonces se cumple en él lo que la fe y la esperanza han confesado: "Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro" (Símbolo de Niceno-Constantinopolitano). (CEC 1680)


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