Jesús dijo: “¡Todo está consumado!”. E inclinando la cabeza entregó el espíritu. Juan 19,30.

Presentación del tema: "Jesús dijo: “¡Todo está consumado!”. E inclinando la cabeza entregó el espíritu. Juan 19,30."— Transcripción de la presentación:

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3 Jesús dijo: “¡Todo está consumado!”. E inclinando la cabeza entregó el espíritu. Juan 19,30.

4 El cielo no lo escuchó, ni el mundo que quiso borrar su huella lo escuchó.

5 Y lloró. Lloró lleno de compasión por sí mismo.

6 Hasta entonces nunca dejó de cumplir su misión.

7 Lo hizo al amanecer, cuando despertaron los anhelos de su amor.

8 Lo hizo al desvanecerse el día, cuando lució el resplandor enardecido de su encanto.

9 Lo hizo, durante la noche, al filo de su esperanza,…

10 …cuando zumbaron las sonoras sombras con voces de supremo dolor.

11 Pero, el catorce de Nisán del año treinta y tres, lloroso día de aquella presurosa primavera…

12 …las nubes de su desdicha se precipitaron sombrías hasta asaltar enloquecidas sus esencias.

13 Y allí, cuando en su casa sonó el clamor de la desesperación y el grito desgarrado de la muerte,…

14 …conoció la muerte, el grito desgarrado de la muerte…

15 …y el triunfo inexorable de los negros velos de su propia muerte.

16 ¡Y expiró!

17 Allí, un centurión que asombrado presenció su muerte, exclamó: “¡Este es el Hijo de Dios!”.

18 ¡MURIÓ! Jesús dijo: “¡Todo está acabado!”. E inclinando la cabeza entregó el espíritu. El cielo no lo escuchó, ni el mundo que quiso borrar su huella lo escuchó. Y lloró. Lloró lleno de compasión por sí mismo. Hasta entonces nunca dejó de cumplir su misión. Lo hizo al amanecer, cuando despertaron los anhelos de su amor. Lo hizo al desvanecerse el día, cuando lució el resplandor enardecido de su encanto. Lo hizo durante la noche, al filo de su esperanza, cuando zumbaron las sonoras sombras con voces de supremo dolor. Pero el catorce de Nisán del año treinta y tres, lloroso día de aquella presurosa primavera, las nubes de su desdicha se precipitaron sombrías hasta asaltar enloquecidas sus esencias.

19 Y allí cuando en su casa sonó el clamor de la desesperación y el grito desgarrado de la muerte, conoció la muerte, el sagrado sufrimiento de la muerte y el triunfo inexorable de los velos de su propia muerte. ¡Y expiró! Allí, un centurión que presenció asombrado su muerte, exclamó: “ “¡ Este es el Hijo de Dios!”.

20 ¡MURIÓ! Texto y composición: pedro martínez borrego. Imágenes: Internet. Tema musical: La música de los dioses – Enya. Esta reproducción: Vitanoble Powerpoints

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